miércoles, 31 de diciembre de 2014

2014

Termina el año, hay que hacer balance. Y qué rápido pasa el tiempo, ¿no? Cuando ayer era jovencísimo: mandaba textos a fanzines de mala muerte. Pero no fue ayer, claro, esto fue en 1999. Era otro siglo, incluso. Ahora soy más viejo y, en apariencia, más sabio, que gano hasta concursos de novelas. Qué raro es todo, ¿cómo habré aprendido a engañar así a los jurados? Será el oficio, el oficio de mentir al escribir ficciones. El oficio de insertar pequeños mensajes subliminales diciendo: prémieme a mí, mi obra es la mejor que va a leer estos días, no pierda el tiempo y pasemos a otro asunto. Algo así. Si al menos hubiera aprendido a insertar mensajes subliminales en las portadas de mis libros para que fueran adquiridos... Bueno, cada cosa a su tiempo. Veamos qué tal se desenvuelve la novela cuando salga. Normalmente no se me dan muy bien los años impares, pero la tendencia tiene que cambiar alguna vez, aunque sea para pillarme desprevenido.

martes, 30 de diciembre de 2014

La asociación revisionista

En la asociación revisionista nos dedicamos a mentir como bellacos acerca de nuestro pasado. Dicen algunos que hacemos literatura, pero en realidad se acerca más a un trabajo de corrección editorial. Opinamos que el pasado en sí no es lo bastante interesante para ser publicado; no es más que un borrador necesitado de profundas revisiones.

lunes, 29 de diciembre de 2014

El club del sueño

En el club del sueño nos reunimos para dormir. Esto parece una perogrullada, pero piense que también podríamos reunirnos para hablar de nuestros sueños y analizarlos desde una perspectiva psicológica. Pero no, no tenemos tiempo para cartografiar los sueños, la vida moderna es un objeto en permanente aceleración. Así, vamos al club para dormir en buena compañía y recuperar energía para afrontar de alguna manera el resto del día insomne.

domingo, 28 de diciembre de 2014

El Instituto del Sueño

En el Instituto del Sueño nos dedicamos a la investigación exhaustiva de los diversos mundos oníricos. Es decir, dedicamos el día y la noche a soñar. La respuesta está ahí, en la vida onírica, y no podemos perder ni un minuto de sueño.

sábado, 27 de diciembre de 2014

28 (2)

Me dice el editor que se hicieron envíos a Logroño, Madrid (varios), Las Palmas, Sevilla (varios), Barcelona y Cádiz. ¿Quiénes serán estas buenas gentes y qué les llevará a la excentricidad de comprar un libro mío?

viernes, 26 de diciembre de 2014

La boda

—Estoy encantado de que hayan pensado en mí para grabar su boda, pero quiero comentar algunas cosas. Primero, creo que hay un problema con el reparto. No es verosímil que usted, señorita, se vaya a casar con este hombre.
—¿Qué?
—No me mire así, podríamos rodar una escena inicial que estableciera que es un rico heredero o algo por el estilo. Bien, pasemos al siguiente punto: el guión que me han pasado ustedes es muy aburrido. Primero escenas en la iglesia y luego en el banquete. ¡No hay trama! ¿Y si irrumpieran unos mafiosos en el banquete y tomaran al marisco como rehén? ¿Y si la mejor amiga de la novia tuviera un lío con el padre del novio? Una subtrama para darle interés a la cosa.
—¿Qué tonterías está diciendo?
—Por no hablar de las escenas de amor: ¡sólo un breve beso ante el altar! No, lo que vende es el sexo, ¿no podría acompañarlos al hotel y rodar también la noche de bodas?

jueves, 25 de diciembre de 2014

Qué bello es vivir

—¡No te tires al río, George! ¡Tienes mucho por lo que vivir!
—¿Qué? Si sólo me inclino en la barandilla porque estoy vomitando. He bebido mucho, ¿sabe?
—Vaya, la Navidad ya no es lo que era.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

28

Veintiocho ejemplares vendidos en quince meses. No llega ni a dos libros vendidos al mes. En un país de cuarenta y siete millones de habitantes. Mirándolo por el lado bueno, si mantengo el ritmo podré agotar la edición en los próximos tres años, antes de que termine el contrato.

martes, 23 de diciembre de 2014

No para sus ojos

Es la falta de costumbre, nunca se me dio bien esto. Yo me guardaba lo que sentía y, si acaso, lo escribía en secreto. Como un espía cuyo lema fuera: no para sus ojos. Por eso, qué sé yo de revelar los secretos del corazón, cuando toda mi vida he estado trabajando para ocultar su actividad.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Silencios

Otros hombres saben qué decir. Otros hombres saben cuándo hablar. Otros hombres saben. Yo no sé distinguir los momentos, por eso callo. Sólo hablo de amor cuando es tarde o cuando nadie escucha, como si el silencio pudiera llevarle mis palabras a mi amada.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Amor

Hace demasiado frío para escribir, se congelan los dedos y el corazón de un hombre sólo bombea miedo y sombras. Es extraño ser aceptado por una mujer en su cama. Es extraño ser aceptado por una mujer en su vida. ¿Qué habría sido de mí todos estos años si no hubieras estado, amor?

sábado, 20 de diciembre de 2014

El frío invierno

Quizá ya no sepas de qué te hablo, pero sólo quería decirte que al final lo he comprendido todo. Tarde, como siempre. Ya no me quedan frases ingeniosas en los bolsillos, pero en realidad no importa: es posible que nunca las tuviera.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Éxodo (2)

—Moisés, ya hace más de un año que vagamos por el desierto, ¿no habría que despedir al guía por incompetente?

jueves, 18 de diciembre de 2014

Las razones equivocadas

Siempre nos sobrarán las razones equivocadas para seguir con todo lo que nos hiere. Es tan sencillo convencerse para hacer todo lo incorrecto. El instinto de autodestrucción es más fuerte que la vida en sí.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Éxodo

—¡Faraón, libera a mi pueblo!
—Imposible, Moisés, se derrumbaría la economía del país sin toda esa mano de obra barata.
—¡Te lo ordena mi dios!
—¿Y qué pasa con la soberanía nacional? Tu dios es una potencia extranjera que ni siquiera comercia con nosotros.
—¡Obedece o Egipto será asolado por las plagas divinas!
—No negociamos con terroristas.

martes, 16 de diciembre de 2014

Seducciones

—Mándame una foto tuya desnuda.
—No puedo, estoy con mi familia.
—Mándame una foto de tu familia desnuda.
—Imbécil.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Mi vida literaria

Tenía yo dieciséis años. Iba con mi padre en coche por las calles de Málaga cuando me hizo esa pregunta que suelen hacer los padres a sus hijos: «¿Tú qué quieres ser de mayor?». Como me había preguntado por el querer, fui sincero e inocente: «me gustaría ser escritor». Atónito, se echó a reír: «¿Tú, escritor?». Como si le hubiera dicho que quería ser astronauta. «Los escritores también son hijos de alguien», repliqué (sin añadir que igual que los astronautas). Él meneó la cabeza con una sonrisa de incredulidad.
Después, con veinte años, me dijo que me suicidara. Pensé: «bien, tener un padre así me acerca a Kafka. Ya sólo me falta hacerme ludópata como Dostoievski y alcohólico como Dylan Thomas».
Pero yo siempre he escrito cosas raras que no interesan a casi nadie. La literatura como mujer esquiva. Mujeres y literatura. Con las mujeres siempre tuve más literatura que otra cosa. Recuerdo que el gran desamor de mi vida me pidió, cuando todavía nos estábamos conociendo, no ser sólo un personaje de mi blog y al final fue básicamente eso. Amé tanto y perdí siempre. Como la literatura, se marchaban con otros, otros con menos mundo interior (en mundo exterior me ganaban de largo) y menos traumas interesantes que contar. Y eso que siempre fui un caballero con ellas (un caballero como el Quijote).
En fin, veinte años después de aquella conversación paternofilial, y con estos pelos de loco, sigo llamando a la gran puerta de la literatura (imaginad una puerta enorme y una pulga golpeándola de forma imperceptible para los sentidos humanos). No contesta nadie, pero se oye a las musas reír y cantar al otro lado. Habrá que probar otros veinte años más, que seguro que merece la pena.

domingo, 14 de diciembre de 2014

El extranjero

Hoy, mamá ha muerto. O tal vez ayer, no sé. Quizá se ha suicidado, el telegrama no lo especifica. Siempre le gustó mucho Camus, que decía que el único problema filosófico verdaderamente serio es el del suicidio. Pero también podría no haberse suicidado. Ya no tenía edad para esas cosas. En general, uno se suicida de joven o no se suicida. Claro que también hay excepciones. Otra posibilidad es que haya sido víctima de esa epidemia de peste que, cuentan, azota Orán estos días. Pero morir de peste en la actualidad también es raro. Uno muere de peste en el medievo o ya no es lo mismo. Es todo muy extraño. Me acuerdo de pronto de aquello que dijo una vez Camus: «entre la justicia y mi madre, elijo a mi madre». A mí ya sólo me queda la justicia, no hay una verdadera elección. La justicia por mi mano, como matar a un árabe en la playa. Es todo muy confuso.

Publicado en el número 10 de Obituario.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Política aplicada

—Lamento decirle que tiene la pierna gangrenada.
—¿Qué se puede hacer, doctor?
—Habrá que someter su pierna a una serie de ajustes.
—¿Se refiere a cortarla?
—No use ese lenguaje tan negativo.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Realpolitik

Uno quisiera colarse en las reuniones de los poderosos y ver de qué hablan, si se quitan las caretas o siguen manteniendo la impostura incluso entre ellos.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Estar perdido en la vida

¿Qué es estar perdido en la vida? No saber qué dirección tomar. Pero no la dirección de la salida, que no es complicado encontrarla (sólo hay que morir), sino la dirección correcta para avanzar en la existencia. Porque todos te adelantan, incluso los que empezaron más tarde que tú. ¡Es tan bonito vagar!, tratas de justificarte, pero no engañas a nadie. La vida. La vida. Se hace tarde en la vida y tú todavía estás dando vueltas por el bosque.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

La tierra

A diferencia de lo que sucede con el resto de religiones, que siempre son ombliguistas, la tribu de los obunales no se consideraba el pueblo elegido de los dioses. En lugar de eso, creían que el pueblo elegido era otro, uno más allá de las nubes y de los peces. Durante siglos lo buscaron sin éxito hasta que el gran chamán determinó que su ubicación exacta correspondía con la de una pequeña población de Estados Unidos: New Chastity. De inmediato, la tribu emprendió el largo viaje a la Tierra Prometida, y tras múltiples peripecias, arribaron a ella. Preguntaron a las autoridades si no les permitirían mudarse allí y vivir en gracia con los dioses, pero el sheriff del condado contestó que no querían sucios inmigrantes en sus tierras.

martes, 9 de diciembre de 2014

La realidad

—Y usted, caballero, ¿observa la realidad?
—Sólo cuando la realidad no mira.

lunes, 8 de diciembre de 2014

La espontaneidad

Si yo fuera espontáneo... pero siempre hay un gendarme dirigiendo el tráfico de mis ideas: poniendo multas por exceso de velocidad, arrestando a quien se salta las normas, obligando con su mera presencia a no abandonar el carril que uno ocupa.

domingo, 7 de diciembre de 2014

La producción

—Señor director, dice el cura que no da su permiso para que rodemos la escena 21. Que lo que hacen los personajes es pecado —anuncia Martínez.
—Pero si los personajes están casados.
—Exacto: los personajes. Dice que una boda ficticia es pecaminosa a ojos del Señor. Propone casar a los actores y así podrán besarse y amarse sin caer en pecado.
—Imposible, Vicente está ya casado y lo último que necesitamos es tener a un bígamo como protagonista; el Ministerio nos cerraría la producción. Además, el agente de Amalia no nos dejaría casarla sin su permiso.
—Creo que hay una cláusula específica en su contrato que prohíbe matrimonios y fugas amorosas—interviene un ayudante de producción.
—Martínez, explíquele al cura que la ficción se rige por leyes distintas a la religión.
—En realidad, pertenecen al mismo campo —dice el guionista, que se ha acercado al corrillo.
—Calla, hombre, que no te oiga el cura —responde el director—. ¿Quieres que llamen a la Guardia Civil?
—Mire, eso podríamos ponerlo en el guión: «los recién casados se besan; entra la Guardia Civil a la alcoba nupcial y les pide el certificado matrimonial».
—Déjate de bromas. ¿Has hablado ya con Arturo?
—Sí. Insiste en que añada una escena de amor para su personaje.
—Ya me lo esperaba. Hazlo. Que se bese con una amiga de la novia. Pero que no se entere de esto el cura.
—¿Qué? ¿Pero qué pinta eso en la narración? ¿Por qué el padre de la novia, enfermo de cáncer, va a besarse con una jovencita? ¿Estamos rodando una comedia de pronto?
—A ver, no es eso. Si luego la escena no va a salir en el montaje final.
—¿Entonces? ¿Por qué tomarse las molestias de escribirla y rodarla? No entiendo nada.
—Porque no has trabajado antes con Arturo. Lo hacemos para halagar su ego de galán crepuscular. Es como una cláusula no escrita: en cada producción en la que trabaja se incluye alguna escena amorosa suya con alguna chica de buen ver. No hacemos daño a nadie y así está contento durante el resto del rodaje. Una de las labores más importantes de un buen director es favorecer el ambiente de trabajo.
—Acabáramos. Escribiré una escena de cama —dice el guionista.
—Dice el cura que es su labor evangelizar a los pecadores y de ahí su oferta de matrimonio —vuelve Martínez—, pero puede transigir en el estado de pecado de los personajes.
—Bien, solucionado entonces.
—No, no, tiene condiciones: exige que la escena sea rodada a oscuras y en completo silencio, de forma que el espectador no sepa a ciencia cierta lo que sucede. Alega que para Dios el amor es un asunto privado de la pareja, no un acto público para disfrute de los espectadores.
—¡Inconcebible! —brama el director.
—Dile al cura que la oscuridad es muy sugerente —aduce el guionista—; el espectador puede imaginarse miles de cosas, a cual más depravada. De hecho, me extraña que el Vaticano no haya declarado ya que la oscuridad es pecado. Lo mejor es iluminarlo bien todo, para que se vea que no ocurre nada censurable, y que se oiga bien a los personajes, que los susurros tienen mucha miga también.
—Nada más subversivo que un buen susurro —confirma el director—. En mi primera película, me censuraron un susurro porque podía considerarse contrario al Régimen.
—Uno nunca puede fiarse de alguien que susurra.
—Ni de alguien que mira fijamente.
—Señor director, ya está aquí el ganadero —interrumpe Martínez—. El toro se le ha muerto de unas fiebres, pero ha traído una vaca en su lugar.
—¿Cómo que una vaca? ¿Dónde queda la épica si el novio torea una vaca?
—Según él, si lo rueda de lejos, nadie notará la diferencia.
—Nadie notará lo que pasa, más bien. El momento cumbre se queda en nada. «De pronto, intuimos al novio en lontananza; parece estar haciendo algo que no conseguimos ver». ¡Vaya una escena!
—De todos modos, lo de que torease era una imposición del productor, a mí nunca me ha gustado —dice el guionista.
—El público quiere toros y flamenco, hombre. Nosotros estamos al servicio del público.
—Al servicio del productor, será.
—Exacto: y el productor quiere recuperar la inversión. Aquí nadie produce por amor al arte. Ni dirige, ya que estamos. ¿O tú escribes por amor al arte?
—Ya que lo menciona, todavía no he cobrado.
—Por eso es tan importante que dé beneficios la película, que cobrarás cuando esté terminada.
—Señor director, ¿qué le digo al ganadero? —pregunta Martínez.
—Yo qué sé. Alfonso, ¿cómo arreglamos esto? ¿Ponemos al novio a ordeñar a la vaca o qué?
—A los surrealistas les gustaría —contesta el guionista—, pero la censura podría interpretarlo de forma equivocada. Quizá podríamos rodar al novio toreando a la vaca, pero que sólo se vieran sus sombras. Una escena muy lírica, casi de arte y ensayo.
—¿Y cómo justificamos la sombra de la ubre? Un toro y una vaca no tienen el mismo perfil, Alfonso.
—Evitamos que la sombra de la ubre (por cierto, muy buen título) aparezca en plano y en paz. Con un poco de pericia del cámara nadie notará el cambiazo, que tampoco la censura nos iba a permitir que apareciera la sombra de los testículos del toro.
—¿Y la vaca se dejará torear, Martínez? Pregúntele al dueño.
—De acuerdo —se despide Martínez.
—Yo pude trabajar en Hollywood, Alfonso, ¿te lo había contado ya? Pero lo impidió un problema del visado. La burocracia, que siempre pone obstáculos a los sueños personales.
—Ajá.
—Allí trabajan con presupuestos holgados, son más profesionales. Hasta los animales. Estoy convencido de que la mona Chita es más profesional que la mayoría de los actores de este país. Con la mona Chita sí que podría trabajar yo.
—Señor director —aparece de nuevo Martínez—, dice el ganadero que la vaca hará lo que usted quiera, que es de buena raza. Pero el señor cura ha escuchado esto y opina que cambiar de sexo a una vaca es antinatural, profundamente antiespañol y, tal vez, cercano al ateísmo.

Publicado en el número 1 de MacGuffins

sábado, 6 de diciembre de 2014

Morir

Apagarse. Sin dramas. Como cuando se consume una vela en una habitación vacía. Como cuando alguien pulsa un interruptor sin prestar atención a ello. Como cuando alguien cierra una puerta ordinaria. Como cuando.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Un hombre

—Como estás saliendo con mi hija, creo que estaría bien que nos conociéramos un poco tú y yo.
—Por supuesto, pregúnteme lo que quiera.
—Dime, ¿tú te masturbas?
—¿Yo? Dios me libre.
—¿Ni siquiera pensando en mi hija? ¿Es que no te gusta?
—Claro que me gusta, señor. Pero la respeto.
—Mira, no es ninguna falta de respeto masturbarte en la intimidad de tu cuarto pensando en alguna señorita, digo yo. Es natural. Y sano. ¿O es que no te hace falta masturbarte porque te estás follando a mi hija?
—No, no, yo a su hija no la he tocado nunca.
—¿Entonces? No tienes sangre en las venas. Mi hija está muy buena, ¿sabes? Cientos de hombres darían su fortuna por llevársela a la cama y tú, su novio oficial, me dices que no la tocas. ¡No eres merecedor del cuerpo de mi hija!
—¡Vale, lo admito, me la follo, me la follo a diario!
—La verdad, ya no sé si creerte.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Abandone sus ridículas fantasías

Llamaron a la puerta. Era un policía con una orden del juzgado. Decía: «Abandone sus ridículas fantasías, ya no es usted joven». Qué es esto, pregunté al agente de policía, que con cara seria me respondió que una orden de desahucio. Pero si la casa es mía, aduje. No de la casa, contestó, sino de esa injustificable creencia de juventud.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Vivir sin dinero es fácil

Vivir sin dinero es fácil, míreme a mí: es mi situación natural. Lo artificial es tenerlo.

martes, 2 de diciembre de 2014

Conectar en el silencio

—Ven, te hablaré del silencio —dijo ella.
Se sentaron. Ella le miraba a los ojos. Él también, pero sin descuidar el resto de su anatomía. Diez minutos después, intranquilo, dijo:
—¿Cuándo empezamos?
—Hace ya rato. ¿Cómo quieres que hablemos del silencio con palabras? Sería contradictorio.
—Ah. Pues me temo que no domino el idioma del silencio, que no me estoy enterando de nada.
—Es igual, te estás sumergiendo en él, que es la mejor manera de aprender. Estamos conectando.
—¿Y no podríamos follar? Como forma de conexión me parece mucho más interesante.
—Qué antiguo eres, esta forma es mucho mejor, que no es USB, sino wireless.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Heterónimos

—Fernando, ayer te vi con otra.
—Imposible, estuve todo el día en casa escribiendo.
—No me mientas, eras tú, aunque vestías de forma distinta, como más mundano. Supongo que ibas disfrazado para que no te descubriera ninguna amiga mía.
—Que no era yo. No salí de casa, estuve finiquitando la novela.
—Eras tú, deja de mentir. Mira, te saqué una foto con el móvil. Dime que este hombre no eres tú en el Café Central, junto a una rubia.
—Ah, vale, esto lo explica todo. No soy yo, sino uno de mis heterónimos.
—¿Qué?
—Es Alfredo de la Bahía, un vividor. No tiene trabajo conocido, se dedica a sablear a los amigos y a ser invitado por hermosas mujeres.
—No entiendo nada, ¿es un gemelo tuyo? Tenéis apellidos distintos.
—No es un gemelo mío, es un heterónimo, ya te lo he dicho.
—¿Y eso qué es?
—Otra identidad. Una identidad literaria distinta.
—Nunca me habías dicho que tenías doble personalidad, Fernando.
—No es doble personalidad, es tener un heterónimo. Y no tengo sólo uno, sino trescientos treinta y tres.
—¿Trescientos?
—Trescientos treinta y tres. Todos con características definidas y vidas complejas.
—Pero yo no quiero salir con tanta gente.
—¡Cariño, qué cosas tienes! En nuestra relación sólo estamos tú y yo.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Las madres fundadoras

Me senté frente a las madres fundadoras de mi dolor y les expliqué que no sabía quién era yo. Sonrieron, comprensivas, y declararon que eso era normal, que todos nos sentimos confusos. Sí, pero habrá que volver a alguna casa, repuse, y no sé dónde está la mía. Qué casa, contestaron entre risas, si no te espera nadie en ella, sólo un nicho en el que morir cubierto de polvo.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Recuperar la inspiración

Releer después de mucho tiempo una de tus viejas libretas y pensar: ¡qué grandes ideas tenía esta persona! Y aprovecharlas. Y sentirte un ladrón.

viernes, 28 de noviembre de 2014

La armonía

Dios ordena el mundo, ¿por qué no mi cuarto?, preguntó el niño a su madre.

jueves, 27 de noviembre de 2014

La vejez

—¿Y qué sabe usted de la vejez?
—No gran cosa, pero la veo asomar por ahí, en el horizonte.
—Eso es una colina.
—Claro. Porque es usted joven y tiene buena vista.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Diario, 10 de diciembre de 2008

Resulta curioso lo equivocadas que están las mujeres con respecto a lo que me motiva para escribir. «Así escribirás mejor», me dijo A cuando me dejó. Estuve meses sin escribir una palabra, claro, y lo único que hice fue perder peso y pelo. Pero seguro que ella sigue pensando que me hizo un favor, que se escribe mejor desde el desaliento, que la desesperación es buena compañera de cama para la literatura y vete a saber qué chorradas más. Hace poco hablé con B y me dijo algo parecido: «en realidad a ti te viene bien que sea así contigo». Podría haberle explicado que precisamente es eso lo que me empuja a mandar todo a tomar por culo, pero para qué perder el tiempo.

martes, 25 de noviembre de 2014

Nosotros, los viejos lectores

Nosotros, los viejos lectores, somos el público más fiel. En la lectura encontramos una pasión que la vida no puede ya prometernos. No una esperanza, sino una nostalgia. Todas las vidas que pudimos haber tenido. Podemos ser jóvenes de nuevo, viajar al pasado y enmendarlo o llevar una vida parecida, pero mejor narrada.

lunes, 24 de noviembre de 2014

El elemento sentimental

—Yo quisiera encontrar el amor, pero es un elemento extraño, apenas se encuentra en la naturaleza.
—¿Y en laboratorio?
—Puede, sí, pero será un tanto inestable.
—Vaya calamidad.
—Sí.
—¿Entonces sólo podemos encontrar el amor en un acelerador de partículas?
—Hay posibilidades.

domingo, 23 de noviembre de 2014

El dolor es distinto (2)

Pero es imposible domesticar al dolor. No hay manera de domarlo. Come cuando quiere comer, no cuando tú lo llamas. Tampoco puedes sacarlo a pasear (esto lo hemos intentado), es siempre él quien te conduce a ti.

sábado, 22 de noviembre de 2014

El dolor es distinto

El dolor es distinto, ya no es una bestia furiosa que amenaza con destruirlo todo. También la bestia está cansada. Ahora sólo ataca si la molestas, si te acercas a su guarida, lo que es una aventura peligrosa y estúpida: ¿quién desea acercarse al dolor? Dejemos que duerma, que hiberne, todavía nos estamos recuperando de su último ataque.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Interestelar

—Señorita, yo la amo, pero sé que estamos a años luz de distancia, pues no nos conocemos de nada. Por eso opto por esta declaración de amor directa y temeraria; considere que es un atajo a través de un agujero de gusano fruto de esa fuerza tan poderosa y de cinco dimensiones: el amor.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Colaboracionismo

Todo sería más sencillo si los nazis no se disfrazaran siempre de Resistencia.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Vocación de sufrimiento

—Yo quiero una mujer que me ame en mis peores momentos.
—Un trabajo a jornada completa, entonces.

martes, 18 de noviembre de 2014

El lenguaje del amor

Aprendió música para sentirse más cerca de la chica que amaba, una pianista, pero no le sirvió de mucho, pues ella se mudó a otro país. Da igual, respondía él cuando le preguntaban, ahora ya sé su idioma y, si vuelve, estaré preparado.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Cambiar el mundo

Yo todavía creo que puedo cambiar el mundo, me dice un joven escritor. Y yo me pregunto cuándo dejé de pensar eso. Si es que alguna vez lo pensé, que no lo tengo nada claro.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Volver a empezar

Una vez leí a un joven autor que se congratulaba de tener editorial garantizada para sus futuras obras. Qué envidia me dio: tener editor como el que tiene médico de cabecera. Yo, por el contrario, cuando publiqué mi primer libro me pregunté si habría un segundo. Y ahora que voy a publicar el segundo me pregunto si habrá algún otro o eso será todo. No hay garantías de nada, cada día frente a la página en blanco es empezar de cero.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Entregarse a la vida

Yo me entrego a la vida, sí. Me entrego como un fugitivo que se ha cansado de escapar y que acepta ya su suerte.

viernes, 14 de noviembre de 2014

El contrato

Señoría, la denunciada y yo teníamos un contrato verbal: nos íbamos a casar. Este acuerdo lo rompió ella de manera unilateral y comprendo que no se puede obligar a alguien a casarse contra su voluntad, pero no es eso lo que solicito, lo que reclamo es una indemnización económica por incumplimiento de contrato. Tantos sentimientos invertidos que se perdieron sin más...

jueves, 13 de noviembre de 2014

Ficciones

El microrrelato premiado decía: «Vuelve, será como antes».

miércoles, 12 de noviembre de 2014

El miedo

Lanza mi sobrino de tres años sus camiones de juguete por el pasillo y luego me pide que los recoja yo. Por qué, le pregunto y me responde que le da miedo la oscuridad. Al final alcanzamos un acuerdo de mínimos y vamos juntos a por ellos, cogidos de la mano, y pienso que lo mío es parecido, pero no con la oscuridad, sino con la gente.

martes, 11 de noviembre de 2014

Zarabandas

Bailemos esta danza que nunca se acaba, dijo la niña, pero al anciano le entró miedo porque le pareció que ya no era su nieta, sino la muerte.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Los viejos

Sí, lo comprendo, está usted haciendo una encuesta y quiere saber mi opinión, pero no nos pregunte a los viejos, que estamos llenos de odio. Es por culpa de la nostalgia, ¿sabe? Porque uno recuerda el pasado y se ve joven, lleno de vitalidad, persiguiendo mujeres y alcanzándolas... Ahora eso ya no pasa, aunque el impulso vital sigue ahí, escondido. Uno sólo puede mirar a las chicas y pensar: soy un viejo verde, cuando ayer era un joven lozano y el mundo iba a ser mío, ¿cómo ha podido pasar esto? Y te invade la amargura, estás todo el día de mal humor, quejándote del presente y defendiendo el pasado sólo por vanidad, porque te sentiste protagonista en él.

domingo, 9 de noviembre de 2014

El nombre

Una mañana, al mirarse en el espejo, Antonio Fernández entendió que él no se llamaba así, sino Víctor Maldonado. Telefoneó a sus padres para comunicarles este descubrimiento. Y a su novia, que tampoco lo entendió. La administración también se mostró poco comprensiva. Qué era eso de cambiarse el nombre de forma unilateral después de tantos años de «antoniofernandismo», alegaban. Ustedes no lo entienden, respondía Maldonado, mi anterior nombre era una farsa, a mí me pega mucho más llamarme Víctor Maldonado, no va con mi físico ni mi personalidad el anterior nombre.

sábado, 8 de noviembre de 2014

De la democracia

Para neutralizar el peligro populista, los dos partidos mayoritarios cambiaron la Constitución:

Artículo 1.
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en los mercados, de los que emanan los poderes del Estado.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Los hijos son el futuro

—Te quiero, pero he decidido no tener hijos contigo.
—¿Por qué? ¿Crees que no sería buen padre?
—Serías un padre estupendo, el problema está en tus genes.
—¿Cómo? Si no tengo ninguna enfermedad hereditaria, cariño.
—Pero eres muy peludo. Eso es un remanente del mono y yo quiero que mi hijo esté al día con la evolución.
—¿Qué?
—Es nuestra responsabilidad como seres humanos. Tenemos que remar todos juntos en la misma dirección.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Reescribir

Reescribir es corregir el trabajo de un escritor mucho más torpe que tú.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

El viaje a Viena

—He pensado que podríamos hacer un viaje a Viena para celebrar nuestro amor. Dentro de dos meses, que hay buenas ofertas. ¿Qué opinas?
—Pues que yo no sé si te voy a querer en dos meses.
—¿Qué?
—El amor es un elemento volátil, una inversión de alto riesgo. Ahora mismo te quiero y me apetece hacer un viaje contigo, pero ¿dentro de dos meses? Pueden pasar muchas cosas, no puedo hipotecarme así. Imagina que nos odiamos para entonces, ¿qué haríamos? ¿Perder el dinero? ¿Viajar de todos modos y pasarlo mal? ¿Simular que seguimos queriéndonos y pasarlo lo mejor posible?
—La última sería mi opción, pero ahora estoy de acuerdo contigo: no sería buena idea hacer un viaje romántico, no.

martes, 4 de noviembre de 2014

Tus quince minutos

—Buenos días, veníamos a hacerle una entrevista.
—Creo que me confunden con otra persona: yo no soy famoso.
—No es ningún error, se trata de un programa del gobierno para hacer sentir importante a la gente. Se llama: Tus quince minutos. Todos merecemos un pequeño momento de fama, ser entrevistados, que se escuchen nuestras opiniones.
—¡Qué guay! ¿Y esto se va a publicar?
—Hombre, claro que no, no hay presupuesto para eso. Además, ¿a quién le iba a interesar leerlo?

lunes, 3 de noviembre de 2014

Hacer cola

Esperar en las colas forma parte de un programa del gobierno para que reflexionemos. La vida moderna está llena de prisas y es difícil encontrar un hueco para meditar. Por eso, para darnos esos momentos de introspección que nos merecemos, nos hacen esperar en los edificios públicos y también en ciertos establecimientos comerciales subvencionados.

domingo, 2 de noviembre de 2014

La escritura romántica

Señorita, usted no me conoce, pero he decidido amarla por correspondencia, como hacían los antiguos, que eran más elegantes. No la he escogido al azar, aunque el amor es ciertamente azaroso, sino que fue una decisión meditada: la cosa estaba entre su vecina y usted y ganó usted. Sirva el dinero que gastaré en sellos como prueba de que mis sentimientos son sinceros.

sábado, 1 de noviembre de 2014

La novela (2)

Pero yo no habría podido escribir la novela sin Sonia. Estaba demasiado loco y ella me da la tranquilidad necesaria para sentarme a hacer cosas a largo plazo. Mis periodos de estabilidad anteriores no duraban lo suficiente, sólo me permitían escribir microrrelatos y, a veces, con suerte, relatos algo más largos.

viernes, 31 de octubre de 2014

La novela

Me acuerdo ahora de mi profesor de lengua del instituto. ¿Qué diría él de todo esto? ¿Le sorprendería, estaría orgulloso de mí? Es todo muy raro, parece que fue ayer cuando asistía a sus clases y en realidad han pasado más de quince años. Hablan de esperar para hacer balance, pero es una tarea imposible, la vista no llega tan lejos, se pierden los detalles, sólo tienes una impresión general, un mapa enorme lleno de manchas borrosas.

jueves, 30 de octubre de 2014

El gran escritor sin obra

Declinaba siempre todas las ofertas de edición con las mismas palabras: estoy esperando a que me llame la posteridad, para publicar con ella.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Ganar

Es raro ganar. Es raro por falta de costumbre, por inesperado. Recuerdo cuando soñaba con ganar MálagaCrea y finalmente lo conseguí al octavo intento. Ahora en cambio he ganado a la primera (y la última, que por edad no podría presentarme más). Tenían razón quienes me decían que tenía que escribir una novela. Soy novelista, mamá. Y esas cosas.

martes, 28 de octubre de 2014

El viejo Jules

A veces pienso en Jim, mi amigo francés, y en mi mujer francesa, que también fue suya. Es raro que nuestros países se entendieran tan mal y en cambio nosotros pudiéramos compartir incluso el amor. No había voluntad de cooperación, es evidente, todo querían solucionarlo los dirigentes con la violencia. En eso se parecían a Catherine, que también era muy visceral, incapaz de aceptar un no como respuesta. Pienso ahora que nosotros representábamos el espíritu de la nueva Europa que todavía estaba por venir y ella el de la vieja Europa de siempre. Ah, pero era tan hermosa, tan cautivadora, tan necesaria. Mucho más que cualquier patria del mundo.

Publicado en el número 19 de Obituario.

lunes, 27 de octubre de 2014

Usted es normal

Usted es normal y hemos escrito este artículo para decírselo. La vida moderna nos crea muchas dudas: ¿Es lo mío normal? ¿Llevo una vida sana? ¿Voy a la moda? Puede estar tranquilo, no es usted un bicho raro. O al menos no lo será mientras siga leyendo nuestra revista y sus artículos para estar al tanto de las novedades en normalidad.

domingo, 26 de octubre de 2014

La condenación eterna

La anciana asestó un manotazo a la mosca y luego la arrojó al horno, preguntándose durante un instante si el insecto pensaría que había sido condenado al infierno.

sábado, 25 de octubre de 2014

Vernon Sullivan

Cuentan que Vernon Sullivan, legendario escritor underground, viajó de Estados Unidos a Francia expresamente para el funeral de su amigo y traductor Boris Vian, fallecido de un infarto en la proyección de Escupiré sobre vuestra tumba, adaptación cinematográfica de la novela homónima del autor afroamericano. «Tendría que haber sido yo y no él», dijo desconsolado a la joven viuda.

Publicado en el número 2 de Obituario

viernes, 24 de octubre de 2014

Ejercicios para una vida sana

Yo practico mucho el desamor, ¿sabe? Es un ejercicio aeróbico, sostenido; ni se imagina la de peso que se pierde. Se lo recomiendo a todos mis amigos.

jueves, 23 de octubre de 2014

La lengua del amor

Siempre quise hablar el amor, pero es una lengua extranjera muy complicada. En cambio, es la lengua materna de las mujeres. Quizá por eso me empeñé tanto en aprenderla, aunque nunca fui capaz de traducir más que unas pocas palabras.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Indignarse

—Y a usted, caballero, ¿le gusta indignarse?
—Por supuesto, es un ejercicio que practico todo el tiempo. Es bueno para la formación del carácter. Y para los pulmones.

martes, 21 de octubre de 2014

El viejo Doinel

Antoine Doinel, después de tantos años, sigue yendo a todos los sitios corriendo, aunque el doctor se lo ha desaconsejado con énfasis: ya no tiene edad, sus rodillas sufren (no está tan delgado como antaño), podría tropezar y romperse la cadera. Pero es difícil desembarazarse de los viejos hábitos, el hombre es un animal de costumbres, incluso Antoine, que siempre ha sido de costumbres caóticas. Todavía sigue persiguiendo el amor y quizá por eso corre, tras el amor en fuga, piensa. Se acuerda de los viejos amores: de Colette y las Juventudes Musicales; de Christine, su mujer, la madre de su hijo Alphonse —Christine, la pobre Christine, que tanto le sufrió, recuerda que también corrió para su funeral y Alphonse le regañó por llegar tarde—; de Fabienne, la fantasía de la mujer madura; de Kyoko, la fantasía de la mujer exótica; de Sabine, la fantasía de la mujer puerto, donde uno arriba después de una larga travesía entre tormentas. Pero la vida se compone de etapas constantes, ni el amor ni la literatura son lugares donde detenerse: no hay más final que la muerte, sólo entonces la historia termina y la pantalla permanece en negro.

Publicado en el número 19 de Obituario.

lunes, 20 de octubre de 2014

Carantoñas

—Ay, princesita mía.
—No me llames así, que soy republicana.
—Vale. Ay, vicepresidentita mía.
—Eso no es nada romántico.
—Es el equivalente, no me seas.
—Sí te soy. Llámame otra cosa.
—Bueno, pues Miss España mía.
—Eso es sexista.
—¿Míster España?
—Sólo me llamas cosas horribles.

domingo, 19 de octubre de 2014

Desnudos gratuitos

—¿Me desnudo?
—No sé, ¿lo justifica el guión?
—Vamos a follar, así que yo diría que sí.
—No necesariamente, también se puede follar vestido.
—Pero es más sensual piel contra piel.
—No te falta razón. Sin embargo, podríamos apagar la luz, para que no sea un desnudo gratuito.
—Gratuito no es, que la habitación de hotel nos la cobran.
—Ya me entiendes. ¿Es necesario que se te vean las tetas para nuestra historia de amor?
—Por supuesto. Mis tetas siempre aparecen en mis historias de amor.
—A mí me parece que es usar a la mujer como objeto.
—Siempre puedes cerrar los ojos.
—No es suficiente. Hay que apagar la luz, para que no te vea Dios.
—Pensándolo mejor, no me desnudo y me marcho.

sábado, 18 de octubre de 2014

Exponerse al fracaso (3)

—Y usted, ¿se expone al fracaso?
—Sólo en la intimidad, que me da vergüenza.
—Pues eso hay que corregirlo, caballero.
—Lo sé, está entre mis planes de futuro.

viernes, 17 de octubre de 2014

Exponerse al fracaso (2)

Exponerse al fracaso es considerado algo de mal gusto, pero colectivos de todo el país solicitan que se habiliten playas para tal actividad.

jueves, 16 de octubre de 2014

Exponerse al fracaso

Exponerse al fracaso es un ejercicio necesario para el espíritu. Yo lo hago a menudo, quizá demasiado, según mi médico, que afirma que un día de estos voy a coger un constipado.

miércoles, 15 de octubre de 2014

De la posibilidad de estar equivocado

—Y usted, caballero, ¿se equivoca?
—No me consta. Es más, me niego a que me conste. Equivocarme iría fatal para mi autoestima, así que es algo que no puedo permitirme. No digo que no suceda, pero me niego a aceptarlo, lo que viene mucho mejor para enfrentarse a los desafíos del ego.

martes, 14 de octubre de 2014

Nueva tarde con Teresa

La reconocería en cualquier parte, me digo cuando la veo bajar del autobús junto al resto de turistas, pero quizá los ojos me engañan. O la cabeza. Ya no tengo edad para recibir el sol rondeño sin sombrero y quizá por eso ahora veo fantasmas del pasado; aunque Teresa nunca formó parte realmente de mi pasado: fue sólo un breve momento onírico, un instante de posibilidad en aquel leve aperturismo que apenas notábamos y en el que al final muy poco cambió.
Durante unos minutos, vacilo. Se me ocurre que sería buena idea acercarme a ella como si no hubieran transcurrido cincuenta años y decirle: «¿No te acuerdas de mí? Soy Manolo». Pero cuántos Manolos habrán pasado por su vida; y mucho más significativos que yo, seguro. Supongo que se esforzaría por olvidar aquella etapa, para ella tan idiota, en la que se relacionó con un rufián del Carmelo. No, sería embarazoso para Teresa recordarle que una vez existí en su vida y esa incomodidad me traería un dolor que yo también me he esforzado en olvidar.
El resto de ancianos del autobús se asoma al Tajo con emoción contenida, pero ella no parece muy impresionada, está más pendiente del teléfono móvil. Me figuro que habrá viajado por el mundo en primera clase. Habrá visto las pirámides y cosas así. Qué puede decirle una hendidura en mitad de una pequeña ciudad malagueña.
Quizá sea viuda, fantaseo. Y me imagino en el acto robando una moto y llevándola al campo. Pero para qué. ¿Para tocarla con dedos marchitos? Hace mucho que ese fuego se ha apagado. Tan sólo podría hablar con ella, contarle mis sueños y esperanzas de entonces, cuando creía que a mi alcance podría estar ese mundo mejor que representaba ella. Todo lo que podría haber sido. Pero sería una tontería, qué sentido tiene ponerse ahora a reclamar lo que ya nunca podremos tener. Creo que, en el mejor de los casos, nos pondríamos al día y poco más. Ella me hablaría quizá de su marido, hijos y nietos y de una burguesía barcelonesa que para mí existe en otro mundo. Yo le contaría que me volví a Ronda no mucho después de salir de la cárcel, que me cansé de ser siempre el charnego y que aquí me fue más o menos bien. Trabajé de camarero, me casé con la Lola, puse un bar, nada fuera del guión, aunque eso fue siempre lo que quise yo: salirme del guión que otros habían escrito para mí sin pedirme mi opinión. Ella me miraría con aquellos ojos que se parecían a los de mi Teresa, pero que realmente no eran ya los mismos, ahora que la experiencia había dibujado en ellos, y tampoco podría entenderme después de tantos años, más sabia, pues lo mejor que hizo ella con su vida fue volver al guión que unas estructuras de poder inamovibles habían determinado para todos nosotros.

Publicado en La guasa de la memoria.

lunes, 13 de octubre de 2014

Capítulo 3500

Estoy estos días esperando que el editor me diga la cifra de ventas. Me intriga saber cuántos planetas han recibido mi mensaje (cada persona es un mundo, blablablá). Allí afuera hay vida, piensa cada escritor. Todo libro es un mensaje de auxilio, un intento desesperado de contactar. Algo así, no sé, no me hagáis mucho caso (dijo el escritor sin lectores). En principio, no tendría que ser muy difícil vender cien ejemplares en un país de cuarenta y siete millones de habitantes, dicen las matemáticas, pero si algo hemos aprendido es que las matemáticas no son nuestras amigas. Es más, compliquemos el asunto: en el mundo hay, más o menos, quinientos millones de hispanohablantes; no parece una empresa titánica vender cien ejemplares entre ellos. ¡Tantos lectores potenciales! Cada escritor que no vende es ignorado por quinientos millones de personas. Y tener que levantarse de la cama cada mañana...

domingo, 12 de octubre de 2014

El terror

«Sopla de nuevo las velas, que la foto ha salido movida», le dijeron. Ella obedeció y volvió a apagar las velas de su vigésimo quinto cumpleaños. Y cumplió cincuenta.

sábado, 11 de octubre de 2014

El tiempo recobrado








































Con esta obra nos dieron una mención especial a José Pablo y a mí en el certamen de cómic de MálagaCrea de 2013.

viernes, 10 de octubre de 2014

Sonia

Querida, los años se marchan y nosotros permanecemos. Veintitrés tenías cuando nos conocimos, ahora son veintisiete. Es extraña la realidad: tanto vivido en un suspiro. Y todo gracias a ti, que iluminas una vida destinada en principio a la oscuridad absoluta: la mía. Es extraña la realidad, repito: que yo naciera en un extremo de Suecia y tú, nueve años después, en uno de España y sin embargo acabáramos encontrándonos. Qué azaroso devenir de acontecimientos fue necesario para ello. Qué magia. Qué ficciones vestidas de realidad o viceversa. Y qué inesperada habilidad por mi parte para embaucarte a compartir tu vida conmigo. O qué ingenuidad la tuya. Es extraña la realidad. Y muy bonita, contigo.

jueves, 9 de octubre de 2014

Tenemos que hablar (2)

—¿En qué momento exacto se encuentra nuestra relación?
—No sé, ¿en el índice? ¿En los agradecimientos?
—Imbécil.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Tenemos que hablar

—Tenemos que hablar.
—¿Puedo solicitar clemencia?
—No seas tan dramático. Es sobre nosotros. De lo nuestro.
—Esa falda te queda estupendamente bien.
—Gracias, pero no trates de embaucarme. ¿Piensas en nuestra relación?
—Depende del momento.
—¿Eso qué significa? ¿Acaso piensas en otras?
—No, lo que quiero decir es que no pienso en nosotros cuando estoy defecando, por ejemplo.
—Me alivia saberlo, pero ¿adónde nos dirigimos?
—Si tenemos suerte y jugamos bien nuestras cartas, acabaremos en nichos consecutivos.
—Muy esperanzador, sí.
—Y romántico.

martes, 7 de octubre de 2014

El comunicado

Es cierto que la paciente tiene un poco de ébola, pero sin exagerar.

lunes, 6 de octubre de 2014

El sentido de una vida

El doctor Leitmotiv le atenderá enseguida, dijo la enfermera. Pero él no podía esperar tanto, pensó, estaba perdiendo un tiempo precioso, todos esos minutos sin un sentido para su vida. ¿Quién le iba a reembolsar el tiempo perdido? ¿El banco? ¿La medicina moderna? ¿Podría quizá robárselo a otro? Esperaba que al menos estas preguntas encontraran respuestas en la consulta del doctor.

domingo, 5 de octubre de 2014

El gran soñador

Se pasaba todo el día haciendo proyectos y no le quedaba tiempo para llevarlos a la práctica.

sábado, 4 de octubre de 2014

El viaje

Siéntese, soy aquel a quien llaman Bardamu. Perdone el desorden, es cosa de mi gato, Bébert, que lo revuelve todo. Ahí lo tiene, tumbado en ese anaquel. A veces creo que sólo escribo para mi gato, sobre todo ahora que soy un maldito. Francia es muy cruel con sus escritores, ¿no lo sabía usted? Es curioso, en un país que, por lo demás, mima la cultura. Pero hay que esperar a morirse para ser rehabilitado. Al contrario que el resto de los mortales, un escritor huele mejor cuando por fin está muerto y ya no puede opinar. Al final sólo queda la obra y no siempre. Pero usted venía por eso, ¿verdad? Para que le narrase el viaje al fin de la noche. Sin puntos suspensivos, que no domina el código morse.

Publicado en el número 16 de Obituario.

viernes, 3 de octubre de 2014

Encuentros

Anoche soñé que coincidía en un lugar con mi yo del pasado y me caía fatal. Por si fuera poco, el sentimiento era mutuo.

jueves, 2 de octubre de 2014

Un año

Hoy se cumple un año de la presentación de mi libro. Trescientos sesenta y cinco días que he aprovechado para triunfar en todos los ámbitos de la vida... Bueno, quizá el año que viene.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Ese momento previo al fracaso

Es emocionante cuando van a fallar un concurso, ese momento previo al fracaso, cuando todo parece todavía posible. Si pudiera vivir siempre en ese momento.

martes, 30 de septiembre de 2014

La preparación

Si uno supiera cuándo van a ocurrir los momentos importantes de su vida, al menos podría presentarse a ellos bien peinado.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Contra los homenajes

Para homenajear al gran poeta, se celebró una gala en la que proyectaron imágenes de su infancia en Huesca, juventud en Barcelona y madurez y carrera literaria en Madrid. Como es natural, el poeta, al ver pasar su vida ante sus ojos, murió.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Morir

Primero visité mi antiguo colegio, del que salí hace veintidós años. Gardel dirá lo que quiera, pero veinte años parecen muchos: todo está distinto, aunque haya cierta sensación de familiaridad. Quizá como en un sueño, no sé. Después, visité el cementerio. Toda esa gente muerta. Tu familia no te olvida, ponía en algunas lápidas. Pero el entierro más reciente era de 1997. Morir y que no quede nadie para recordarte. Morir y ser sólo un nombre en una lápida, tal vez acompañado de una foto. Morir y nunca haber vivido.

sábado, 27 de septiembre de 2014

La mujer que creía ser Pizarnik

«Hermana estrella: soy Alejandra. Buenas noches».
Alejandra Pizarnik

La piedra de la locura la vendían mis padres en su joyería. Bueno, no, pero yo fantaseaba con ello. La piedra de la locura para los anillos de compromiso de la burguesía. Alguna tontería así. No sé por qué me pusieron Flora, si tenían una tienda de piedras preciosas. Habría sido mejor Esmeralda, por ejemplo. Luego fui Alejandra, que era un nombre que me sentaba mejor. Más seco, mucho más acorde. Entretanto, fui tartamuda. Me expresaba como en telegramas. Entrecortadamente. A una tartamuda hay que escucharla con atención. Siempre fui hija del insomnio y novia de la depresión. Una judía lesbiana y depresiva en la Argentina. Luego viví en París, conocí a Cortázar. A veces escribí. Perseguí la noche, la delgadez, los barbitúricos. Dicen que me suicidé con una sobredosis de Seconal, pero no existe la sobredosis de antidepresivos. Lo que llaman sobredosis es simplemente la cura.

Publicado en el número 18 de Obituario

viernes, 26 de septiembre de 2014

Labores

—¿Entonces estás de acuerdo en ser amo de casa? Cocinar y limpiar mientras yo trabajo.
—Claro, me parece bien, no soy ningún machista. Entiendo que las labores del hogar no entienden de sexos, por mucho que tradicionalmente las hayan desempeñado las mujeres. Sólo pido que te quedes embarazada tú, nada más.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Soy muy feliz ahora

—Soy muy feliz ahora, ¿sabes? Ahora que he renunciado a todos mis sueños. Era muy sencillo: si no deseas nada, no puedes sentir frustración al desear y no conseguir. Así que ya tenía la solución desde el principio, pero no me daba cuenta: consistía en no tener nada. Pero aceptándolo, que era lo que no hacía bien.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

No te lo tomes mal

Estoy loca, pero no es nada personal, dice la chica. Es algo químico. Hormonal. Neuronal. En ningún caso, personal.

martes, 23 de septiembre de 2014

Los amores fugaces

Es curioso, pero no tengo fotos con ninguna de mis ex amantes. En esta época tecnológica de fotos constantes. Sí tengo con mis ex novias, por supuesto; es como si sólo constaran las relaciones oficiales, serias. Como si mis ex amantes hubieran tenido claro que no debían dejar pruebas de mi existencia pasajera en sus vidas. De lo que no se puede hablar es mejor callar, que decía Wittgenstein. Claro que yo entonces no sabía que mi paso sería efímero.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Una narrativa

Es necesaria una narrativa para sobrellevar esto. Vivir anestesiado con el autoengaño del sentido. Existir, pese a todo.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Los ochenta años de Lawrence Breavman

Ya no corremos por Montreal, Krantz. Hace tiempo que no vuelvo a la ciudad, pero no importa, ya no es mía, ahora la recorren otros jóvenes. El mundo es de ellos, son ellos quienes ahora persiguen a las chicas. Yo a veces me acuerdo de Shell. Me acuerdo del cuerpo de Shell. Pero en realidad no sé si lo estoy recordando o imaginando. Han pasado muchos años. Me acuerdo también de Martin, pero en mi recuerdo su cara permanece oculta, como si fuera un niño anónimo, un niño indeterminado. Me acuerdo también de los mosquitos, que quizá sean los únicos que no han cambiado.

sábado, 20 de septiembre de 2014

La vida

El tiempo no pasa sólo para ti, también para las mujeres que amaste. Envejecen, se casan, tienen hijos. La vida. Tú no quieres mujeres, sino arquetipos, podría decirme alguna de ellas. No sé, lo que quiero es que me esperen en el pasado, sin cambios. En el recuerdo, donde regresar de vez en cuando.

viernes, 19 de septiembre de 2014

36

Yo nací en verano, pero sólo teóricamente, pues no creo que un diecinueve de septiembre en Suecia pueda considerarse verano. Y menos en 1978, cuando el cambio climático era menos evidente. Nací por tanto en un verano vestido de otoño o en un otoño disfrazado de verano. No sé. Ayer era 2008, pero ya hace seis años de esto. Ayer era 2004, pero ya hace diez años de esto. Ayer era 1998, pero ya hace dieciséis años de esto. Es muy rara la vida. La prueba más cruel del paso del tiempo es que el año que viene tendré la misma edad que tenía el príncipe de los enanos cuando me quitó a Alba. ¿Cómo es posible esto? Si yo tenía veinticuatro años. Era joven, estaba lleno de esperanza. Bueno, lo último no es verdad. Pero era joven y se esperaba de mí que estuviera lleno de esperanza. Da igual, os escribo a cuatro años de los cuarenta, sentado junto a la chimenea, en batín y con una copa en la mano, mientras miro por la ventana con expresión de derrota y los cuervos graznan una y otra vez mi nombre. Algo así.

jueves, 18 de septiembre de 2014

La política

—Quiero el divorcio.
—Respeto tus deseos, cariño, pero hemos de darnos un periodo de reflexión y convocar un referéndum para dentro de unos meses. Yo haré campaña por el no y tú por el sí. Si sale el sí, nos divorciaremos en 2016.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Los esfuerzos inútiles

Digamos la verdad: lo práctico nunca ha sido lo mío. La utilidad de todo esto se me escapa. No hay ningún plan detrás. Ningún fin claro. Si hago esto es porque me aburro y porque llevo siempre en mí el impulso de los esfuerzos inútiles.

martes, 16 de septiembre de 2014

Lógica aplicada

—Supongo que no tiene nada de malo que me cambie aquí, me viste desnuda cientos de veces en el pasado. No creo que a mi marido le importe. Es sólo una vez más.
—Claro.
Un rato después:
—No creo que pase nada porque follemos un poco. Follamos cientos de veces en el pasado. ¿Qué importancia tiene una más?

lunes, 15 de septiembre de 2014

Fuera de los círculos del mundo

Fuera de los círculos del mundo. Rozándolo, quizá, de vez en cuando. U observándolo desde lejos. Como el cometa Halley acercándose a la Tierra cada setenta y seis años. Tan lejos de todo y que sólo se pueda asumir la distancia.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Rigor histórico

Para confundir a las jóvenes generaciones, los ancianos se vestían de épocas que no les correspondían.

sábado, 13 de septiembre de 2014

La imaginación

«Hoy he enterrado a un Botín», dijo el sepulturero a su familia. El hijo pensó que su padre era pirata.

viernes, 12 de septiembre de 2014

La opinión

—Buenas tardes, nos interesa su opinión.
—¿De verdad? ¡Qué feliz me hacen!
—Bueno, es un decir. Nos interesa su opinión anónima para incorporarla a una base de datos.
—Ah, ya decía yo.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Autoterrorismo

Me preocupa el futuro y me gustaría venderles este proyecto, pero el armazón que sostiene mi ingenio es bastante endeble. Lo mío es como un fuego que arde enseguida y no deja más que cenizas. Si quieren construir algo duradero, es evidente que no puede ser conmigo.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

El adiós

Me han llamado hoy de MálagaCrea para hacerme una pequeña encuesta. Supongo que mi nombre estaba en la lista de los que ya no se pueden presentar más y querían hacer balance, conocer mis impresiones. No me preguntaron si tenían que haberme premiado antes, así que no he podido comentar nada al respecto.

martes, 9 de septiembre de 2014

Miradme

Miradme. Yo también tengo corazón. Lleno de rencores e ínfulas, pero corazón. Un órgano cansado y ennegrecido, como los pulmones de un fumador.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Lunes

Y la vida se marcha mientras uno se dedica a elaborar detalladas fantasías.

domingo, 7 de septiembre de 2014

El silencio

La historia nos deja atrás, no seremos recordados. Vivimos nuestras vidas en silencio y eso es todo. Nadie sabrá nunca que existimos, nuestros actos, nuestras obras, no resistirán tampoco el embate del tiempo. No quedará ni la más mínima sospecha, será como si nunca hubiéramos existido.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Es usted una mujer

—Es usted una mujer.
—Efectivamente. Celebro que se haya dado cuenta.
—¿Cómo lo hace?
—¿Ser mujer? En realidad nací así, no ha sido una elección.
—Pero lo hace tan bien. Da gusto mirarla.
—Gracias. Creo.
—Ojalá ser hombre fuera tan hermoso.
—No sé qué decirle, a mí los hombres me parecen muy atractivos.
—Un favor que nos hacen las mujeres.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Pequeñas soluciones

Para seguir durmiendo y mantener las apariencias, eligió como melodía para el despertador una nana.

jueves, 4 de septiembre de 2014

El adicto al amor

Sí, es cierto, me estoy quitando, estoy dejando el amor. Uno de los pasos importantes es pedir disculpas a la chica a la que amé, por ponerla en una posición incómoda (y no me refiero en la cama) con mis excesos amorosos, mis desvaríos románticos. Ahora me doy cuenta de que tengo un problema y necesito ayuda. Pero intento enmendarme día a día y con terapia y tesón no volver a recaer.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Mis planes

Mis planes consisten en pensar cada lunes: a ver si sucede algo esta semana.

martes, 2 de septiembre de 2014

Los modernos

Los modernos tienen aspecto de haber estudiado en colegios mejores que el tuyo. Los modernos tienen pinta de votar al PP (si no ahora, en el futuro). Los modernos se ríen en inglés, escribiendo hahaha o LOL, aunque siempre me da la sensación de que no dicen L-O-L, sino lol. Lolazo. Los modernos se sacan fotos con sus gatos y tú eres de perros. Los modernos no te leen. No han oído hablar de ti. Pero tampoco te leerían si conocieran tu nombre. No eres guay. No eres popular. Decía Robert Crumb que el instituto no es más que un entrenamiento para la vida real y tenía razón. No molas y, más importante, no puedes molar. No hay movilidad social, es un sistema de castas cerradas y tú perteneces al lumpen literario. Con esos pelos. Esas gafas. Esa ropa pasada de moda. Si te dejaran entrar en su fiesta, te verían como un viejo que dice cosas como «vaya guateque, troncos, vamos a menear el esqueleto». Pero no estás invitado. No lo vas a estar jamás.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Septiembre de 2014

Si éste fuera mi corazón, que quizá lo es. Un viejo mecanismo ya oxidado y que funcionaba a vapor. Estaba obsoleto nada más salir al mercado. Pero uno le coge cariño a estos cachivaches. Quién sabe, quizá tenga todavía algún valor para los amantes de lo vintage.

domingo, 31 de agosto de 2014

Érase una vez

Si los chistes empezaran con «érase una vez», serían mágicos a la par que cómicos.

sábado, 30 de agosto de 2014

Las publicaciones oníricas

Anoche soñé que estaba en una gasolinera comprando la prensa tranquilamente. Esto, como sueño, era bastante aburrido, pero la cosa mejoró cuando me encontré en la portada de la revista MAN a una ex amante mía. Cosa rara, que no es famosa. Y además la revista ya no existe. Pero la realidad funciona de manera diferente en los sueños, así que me encogí de hombros y abrí la revista. Las fotos eran sólo ligeramente eróticas, como es (mala) costumbre en las revistas españolas. Salía en topless y con un tanga amarillo y con las fotos venía una breve entrevista en la que hablaba un poco, entre otras cosas, de su hijo. Pues tenía un hijo de corta edad. Hice cálculos y tenía que haberse quedado embarazada más o menos cuando todavía nos veíamos. Esto era aterrador. Enterarse a través de una revista semierótica de que uno quizá sea padre. Mensajes contradictorios. Una crueldad absoluta del subconsciente.

viernes, 29 de agosto de 2014

El juego favorito

El juego favorito, de Leonard Cohen, es un libro al que vuelvo a menudo, como el cristiano que busca consuelo en la Biblia. Sin embargo, las ventajas de El juego favorito sobre la Biblia son innegables:
1 - Está mejor escrito.
2 - Habla de cosas reales.
3 - Lo escribió el único dios verdadero.

jueves, 28 de agosto de 2014

Un artista de la nostalgia

Pasen y vean, damas y caballeros, sus lágrimas les conmoverán hasta el paroxismo. Nadie llora por lo perdido como él. Añora sobre todo las cosas que nunca sucedieron, las que no hay que confesar, las que sólo se desearon en silenciosa oscuridad.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Lo mío

Lo mío tiene menos épica que la carga de la brigada ligera, pero es igual de gilipollas.

martes, 26 de agosto de 2014

Acceder a la belleza

En alguna ocasión accedí a la belleza. A veces incluso pude sentarla en mis rodillas. Y me injurió. Sólo por meterle la mano bajo la falda. La belleza. Yo, un indocumentado cualquiera, accediendo a la belleza. Un robo, una estafa, un desfalco de bienes míticos a los que llegué por pura casualidad.

lunes, 25 de agosto de 2014

El salto

Años ha, en la parada de cercanías de Málaga uno tenía que esperar al tren con una pared deprimente al otro lado de las vías como única distracción, pero esto cambió cuando reformaron la estación y cubrieron la pared con espejos. Para que uno haga examen de conciencia, quizá. Me pregunto si habrá aumentado el número de gente que se arroja a las vías.

domingo, 24 de agosto de 2014

La cena de los editores

Soñé que los editores más importantes del país celebraban una cena de alto copete y yo trabajaba como camarero en ella. Llevado por un impulso de bravura inusual en mí, cogí el manuscrito de mi novela (esto de manuscrito es un decir, que está impreso en letra Arial de tamaño 12) y se lo serví en una bandeja a Herralde, que lo miró con los ojos muy abiertos antes de tocarlo con el tenedor y reclamar de nuevo mi presencia de manera apremiante. Con el corazón desbocado de adrenalina y esperanza, volví a su lado. Me dijo:
—¿Qué es esta puta mierda? Yo he pedido filet mignon.

sábado, 23 de agosto de 2014

El ancla

«Siempre vives anclado en el pasado», le dijo ella. «No es verdad», pensó él. «Cuando te conocí, viví en el presente. Y, brevemente, en un futuro ideal».

viernes, 22 de agosto de 2014

El vicentinismo

—Este niño tiene cara de llamarse Vicente.
—Ya lo hemos hablado: quiero ponerle Adolfo, como mi padre, que en paz descanse.
—Imposible, mira este rostro, tiene facciones vicentinas. Si le ponemos Adolfo, la gente se confundirá. Verán que tiene cara de llamarse de otra manera. Sabrán que hay un Vicente atrapado en él. ¿Quieres hacerle eso a tu hijo? ¿Jugar con su identidad? ¿Qué clase de padre eres tú?

jueves, 21 de agosto de 2014

Humo y dolo

A veces siento que las palabras se agolpan en mi cabeza intentando salir, pero enseguida pienso «a quién le importa» y me pongo con otra cosa.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Humor y dolor

Que el humor nace del dolor lo prueba el escaso número de machos alfa humoristas.

martes, 19 de agosto de 2014

Figurar en bibliotecas

«Noguera, Gabriel (1978-)», aparece en el catálogo de las bibliotecas andaluzas. Y me imagino al encargado de rellenar mi ficha quejándose de que es un trabajo inacabado. Faltan datos, un día habrá que añadir la fecha de muerte. U otros libros que este tipo tenga la improbable fortuna de publicar. ¿No sería mejor aceptar sólo libros de autores ya fallecidos? Facilitaría mucho la labor de catalogación.

lunes, 18 de agosto de 2014

La larga noche

La televisión falla cada vez que pasa un coche por la carretera. Maravillas de la TDT. Pero en realidad no hay mucho que ver, la tenemos de acompañamiento, de fondo no musical, aunque a veces comentamos algo de la teletienda. Alcohol, insomnio y teletienda, un clásico, así como el intento de solucionar los problemas mundiales sentados en el sofá. Tiene suerte el mundo de que permanezcamos vigilantes esta larga noche y lo arreglemos. Pasa otro coche, se jode la emisión.

domingo, 17 de agosto de 2014

Reflexiones a media tarde

La épica es una narrativa personal que requiere de una clara ingenuidad que yo ya he agotado. La hípica, por otra parte, requiere de unos altos ingresos que nunca han estado a mi alcance.

sábado, 16 de agosto de 2014

Inmoralidades

—¿Te parece bien quedar conmigo sólo después de que te asegurara que te invitaría? ¿Dónde queda la liberación femenina?
—Míralo así: para viajar en autopista, tienes que pagar peaje.
—Ajá. En cualquier caso, también me interesa ir por la carretera secundaria, no sé si me entiendes.
—¿Te refieres a follarme por el culo?
—¿Crudamente? Sí.
—Yo eso no lo hago, me parece inmoral.
—Precisamente.
—Oye, ¿por qué clase de chica me has tomado?
—Por una que queda conmigo.

viernes, 15 de agosto de 2014

La vida es extraña (3)

Dormir también es extraño. Cerrar los ojos para recargar la batería (al menos con esto no se depreda la energía de otros seres vivos). Ausentarse de la vida durante unas horas y sin embargo no abandonarla del todo, sólo sustituirla por los sueños.

jueves, 14 de agosto de 2014

La vida es extraña (2)

Follar es extraño. Y no por el acto en sí, que es bastante sencillo (insertar apéndice en agujero y menear), sino por el impulso biológico de fecundar a todas unido a la intención racional de no fecundar a ninguna. Los hombres somos seres contradictorios.

miércoles, 13 de agosto de 2014

La vida es extraña

Comer es extraño. Para mantener en funcionamiento las células de nuestro cuerpo, necesitamos energía, y en vez de consumir carbón o petróleo (lo que también sería extraño), sacamos esa energía de otros seres vivos (animales y plantas) con el procedimiento de comérnoslos. No sé cómo justifica esto la gente que cree en un dios, pero es sin duda un sistema despiadado. Ah, la naturaleza, todo ese despilfarro energético rondando libre...

martes, 12 de agosto de 2014

Vecinos

—Hola, vecino, ¿me puedes dar algo de perejil?
—Creo que tengo, sí. También te puedo ofrecer algo de sexo, ya que has venido hasta aquí.
—Sexo me queda todavía en casa, gracias.
—Pero no como el que tengo yo, vecina.
—No será para tanto.
—¿Y si pruebas un poco? Una cata de cortesía.
—Imposible, tengo el cocido en el fuego.
—No nos llevará ni un minuto.
—Ah, entonces es como el que tengo en casa.

lunes, 11 de agosto de 2014

La infancia alternativa

A veces me pregunto cómo habría sido mi vida si mi familia no se hubiera mudado cuando era yo pequeño. Habría sido un niño más callejero, eso está claro, que tenía amigos en el barrio. Y no recuerdo que fuera muy tímido entonces. Quizá todo se torció allí, al mudarnos a otra ciudad, a una zona de las afueras, lejos de todo, sin otros niños con los que jugar, sin tiendas de la esquina a la que mandarme mi madre a comprar. La socialización es importante y yo me quedé en niño salvaje, con dificultades para contactar a nivel humano.

domingo, 10 de agosto de 2014

La novela

Mi novela nació de forma inesperada. Empezó como una entrada para este blog, una noche de hace cuatro años (2010, ese año terrible). Cuando llevaba unas pocas líneas, pensé: creo que esta idea me daría para un relato. Así que actualicé el blog con otra cosa y guardé el texto en Word. Tiempo después, cuando lo retomé, me dije: podrían pasar más cosas en esta historia, cosas disparatadas; podría llegar a ser una novela. Pero yo nunca había escrito una (no estoy seguro tampoco de haberlo conseguido ahora), por lo que fui posponiendo la tarea como un buen cobarde hasta el último año, en que por fin me enfrenté a mis demonios. Por probar, vaya. Quizá habría sido mejor haber escrito aquella entrada de blog.

sábado, 9 de agosto de 2014

Un asunto de gravedad

—A veces tengo miedo de que te asomes a la terraza y te caigas.
—¿Cómo me iba a asomar de manera que me cayera?
—No sé, podría traicionarte el peso de las tetas, por ejemplo.

viernes, 8 de agosto de 2014

La llamada de la fe

Yo, señores, escuché la llamada de Dios, que me impelía a viajar a África para ayudar a los más desfavorecidos. Allí, cuidando enfermos, me contagié de la misma afección mortal que había llevado a tantos a la tumba. Es la voluntad de Dios, dirían algunos. Y la muerte no es el final, añadirían otros. Irás al Cielo, gloria a Dios en las alturas, rematarían todos. Sin embargo, preferí que me repatriaran a Europa para recibir los mejores cuidados y que intentaran salvarme la vida. Porque la voluntad del Señor está muy bien, pero hasta cierto punto.

jueves, 7 de agosto de 2014

Los valores inmutables

Nosotros creemos en estos valores inmutables, me dice la persona que tengo en la puerta. Por un momento pienso que me está hablando de Valores del Tesoro o algo así, pero no, resulta que me está hablando de religión. A estas alturas de la película, en el siglo XXI, en el año 2014. Yo actúo con incredulidad y miro de un lado a otro buscando alguna cámara escondida, pero parece ser que no se trata de una broma. ¿No quiere usted tener una relación más cercana con Dios?, insiste el hombre. No sé, respondo, dudoso, alargando las palabras. Dios nunca le abandonará, me dice el hombre, ya nunca estará solo. Pero es que no estoy solo, contesto yo. Ahora, tal vez, pero ¿y mañana?, responde él; con Dios estará acompañado las veinticuatro horas del día. ¿Y qué pasa con mi intimidad?, le pregunto. Con una gran sonrisa, me dice: No tenemos nada que esconderle a Dios: ¡Él ya lo sabe todo de nosotros! Entonces no puede tener una relación más íntima conmigo, le contesto, que se ha perdido todo el misterio: mejor será que nos busquemos otras parejas. Y cierro de un portazo.

miércoles, 6 de agosto de 2014

El equilibrismo

Con el fin de asegurar la gobernabilidad del país, se cambió la ley electoral para que la mitad de los votos fuera siempre para el partido en el poder. «No queremos revoluciones radicales», afirmó el ministro, «sino cambios tranquilos».

martes, 5 de agosto de 2014

Mi editor

Conocí a mi editor el día de la presentación de mi libro. Lleno de optimismo, trajo desde Sevilla dos o tres cajas para las hordas de lectores que a buen seguro esperaban mi obra en Málaga. Sólo vendió cuatro ejemplares (y uno de ellos lo compró mi novia). Sin embargo, no se quejó y volvió a Sevilla con las cajas como si no hubiera pasado nada.
La siguiente vez que lo vi fue en Sevilla. Le dije que participaba en un acto en el que intentaría vender algún ejemplar de Órbita 76 y que quizá sería buena idea tratar de colocar alguno de Historia de la literatura secreta. Me preguntó la hora a la que llegaba y vino en coche a la estación de trenes a recogernos a José Pablo y a mí. Llevaba a su hija en el asiento trasero (estaba resfriada, por cierto) y me dio una bolsa marrón en la que esta vez había un número más razonable de libros: diez. Le di las gracias y pregunté si tenía que firmarle un albarán o algo así, pero me contestó que se fiaba de mí. Lo más bonito que puede decirte un editor, por eso me había publicado, porque era un hombre de un optimismo a prueba de bombas. Creo que esa noche vendí también cuatro ejemplares.

lunes, 4 de agosto de 2014

Endeudarse

Viviendo de prestado esta larga juventud sin pensar en la factura que tendré que pagar.

domingo, 3 de agosto de 2014

Ley y orden

El gran defecto de los policías del país era que les importaba más el orden que la ley.

sábado, 2 de agosto de 2014

Adoptar un gato

—Podríamos adoptar un gato.
—¿Para qué?
—Para entrenar, como hacen las parejas consolidadas. Así estaríamos más preparados para tener hijos en el futuro.
—Entonces el gato sería el principal heredero de nuestros bienes.
—¿Qué?
—Sería el primogénito. ¿O acaso pretendes discriminarlo?
—¡Pero si sólo sería un gato!
—Oh, nunca habría imaginado que fueras tan racista.

viernes, 1 de agosto de 2014

Contacto

El embajador plenipotenciario de Nebulón 7 brindó con el presidente de los Estados Unidos por las buenas relaciones entre su planeta y la Tierra ahora que ambas especies inteligentes se habían conocido por fin y, animado por el alcohol, comentó que le parecía raro que los distintos gobiernos terráqueos no se preocuparan por sus ciudadanos pobres. En Nebulón 7 cuidamos de los nuestros, afirmó, y distribuimos la riqueza entre todos los habitantes; vivimos en una Arcadia feliz. El presidente sonrió con nerviosismo y pensó que había que declarar la guerra a esos comunistas (extranjeros, además).

jueves, 31 de julio de 2014

La encuesta

—Buenas tardes, le llamamos del infierno para saber si está satisfecho con nuestros servicios.
—¿Qué servicios? Yo no he contratado nada con su empresa.
—Tranquilo, es todo gratuito. ¿Qué tal las posesiones demoníacas?
—No tenemos nada de eso aquí, que yo sepa.
—¿Seguro? ¿No actúa de forma rara su hija últimamente?
—Está un poco rebelde, pero es algo propio de la adolescencia. Las hormonas, ya sabe.
—Nada de hormonas, es Satanás. Un trabajo estupendo el que hacemos con ella, un servicio durante las veinticuatro horas del día.
—Pues a mí no me interesa en absoluto. ¿Puedo darme de baja?
—Supongo, pero tendrá que llamar a Quejas y Reclamaciones, yo sólo me dedico a encuestar a los clientes.
—Bien, deme el número.
—Marque 666 y espere.
El hombre marca y una voz le responde:
—En este momento, nuestros operadores están ocupados, pero no cuelgue: su llamada nos interesa.
De fondo, suena música.

miércoles, 30 de julio de 2014

Tribulaciones estivales del escritor tercermundista

Escribir con este calor es imposible, se derriten las ideas y la mejor disposición. Uno quisiera escribir bajo el dulce ronroneo del aire acondicionado, claro, pero eso no está a mi alcance. Un clima interior agradable. Aunque, bien mirado, quizá me entrase modorra entonces y me pasase el día durmiendo siestas interminables sin escribir absolutamente nada. Entonces me quejaría del aire acondicionado y buscaría morir de calor para tener las neuronas despiertas o algo así. Es un tema complejo.

martes, 29 de julio de 2014

De la iglesia del mercado

En la televisión, los sumos sacerdotes del dios de los mercados exigían nuevos sacrificios humanos para acabar con la sequía económica. Cuando el dios estuviera por fin saciado, la recuperación nos alcanzaría a todos y entraríamos cogidos de la mano en el paraíso terrenal, prometían.

lunes, 28 de julio de 2014

Del libre pensamiento

No se puede permitir que los ciudadanos tengan ideas distintas de la ortodoxia que hemos decidido darnos democráticamente, pues eso sería separatismo ideológico.

domingo, 27 de julio de 2014

De la libre empresa

Señorías, la proposición de ley que vamos a votar es justa y fomenta el libre mercado y la competencia. ¿Por qué los padres han de tener a sus hijos en régimen de monopolio? ¿Por qué otros padres no pueden pujar por los hijos de sus vecinos? Es más, ¿por qué no las propias empresas? Por otra parte, se habla mucho del derecho a decidir de la mujer, pero en realidad eso afianza el monopolio de las mujeres sobre sus úteros. A mí me parece de lo más razonable que se apruebe el derecho a lanzar opas hostiles contra los úteros y todo lo que contengan.

sábado, 26 de julio de 2014

Dogging, el amor al aire libre

Es muy habitual escuchar que pasear al perro es una gran herramienta para ligar, pues conoces en la misma tesitura que tú a gente con la que entablar conversación y comparar aficiones (ya sabéis de antemano que os gustan los animales, al menos los pertenecientes a la especie canis lupus familiaris). Pues bien, el dogging es lo mismo, pero mucho más cómodo: prescindiendo de pasear a un cuadrúpedo para que haga sus necesidades. La actividad consiste, básicamente, en pasearte a ti mismo con el objetivo de realizar una necesidad perentoria humana como es entablar una relación sexual, pero al aire libre (lo que es muy sano, salvo si te encuentra la policía o algún vecino puritano). El dogging ha evolucionado con los años, pues originalmente se refería a la práctica de observar de forma subrepticia a parejas que encontraban refugio amatorio en la supuesta intimidad del automóvil, pero ahora se entiende tanto observar como ser observado en encuentros sexuales de índole cuasi pública (por lo general, en parques). Es por tanto necesario tener algo de voyeur y de exhibicionista para participar con cierto donaire en esta empresa; no es una actividad apta para gente tímida. De la misma manera, puede incluir más de dos participantes, siendo otra forma más de democratizar, o al menos popularizar, el acceso al sexo.

(Una cosa que escribí para una página de artículos por encargo. No me aceptaron).

viernes, 25 de julio de 2014

Del vampirismo estival

El calor, la sed, el sudor que cubre el cuerpo y sin embargo no refresca en absoluto. Hace demasiado calor incluso para respirar, así que ni pensar en jugar a ser escritor. No, hay que buscar refugio en la total oscuridad y, en silencio y quietud, esperar a la noche, entonces podremos por fin despertar y vivir como vampiros. Vampiros literatos que ansían tinta en lugar de sangre. Alguna chorrada así.

jueves, 24 de julio de 2014

Las jugarretas del ego

El ego te la mete doblada, te pone zancadillas y luego le echa la culpa al empedrado. Y le haces caso porque es agradable. Todo el mundo quiere creer que es especial. Todo el mundo quiere que le digan cosas bonitas. Pero no todo el mundo se deja engañar. Eso es un defecto grave del carácter, aunque el ego se empeñe en ocultarlo. Hace falta disciplina para corregirse, la disciplina de lo correcto para dejar de reinventar pasado, presente y futuro. No reinterpretar más la realidad, sino aprender de una vez por todas a leerla (no es un código tan complicado).

miércoles, 23 de julio de 2014

De la teología aplicada al desamor

Al final de la carta, se despidió de ella así: «Sé que no habrá respuesta. Escribirte es como rezarle a un dios, aunque tú sí existes: en otro plano, uno donde se confunden recuerdo y deseo».

martes, 22 de julio de 2014

Mi carrera literaria (a la manera de Bolaño)

Rechazos de Caballo de Troya, Tropo, 451, Alpha Decay, El Gaviero, Salto de Página, y un largo etcétera.
Silencio de Anagrama (como es natural), Lengua de Trapo, Jekyll & Jill, Alfabia, Páginas de Espuma, Menoscuarto y un etcétera mucho más largo que el anterior.
Llamando a todas las puertas, como un vendedor a domicilio y con el mismo resultado.
Muerte de un viajante.
Una pequeña tirada de cien ejemplares que nunca se venderá. La indiferencia de los lectores. El desamor.
La vida en la periferia literaria.
Pese a todo, escribir. Como una actividad narcisista. Solipsista. Onanista. Escribir contra el mundo, que lo ignora.

lunes, 21 de julio de 2014

Un cristiano renacido

Tenía una relación personal con Dios, pero un día se enteró de que Dios se veía con otras personas y esto no le pareció aceptable, ya que exigía la misma exclusividad que ofrecía.

domingo, 20 de julio de 2014

El novelismo sostenible

Este libro es para los menos, que decía Nietzsche en El Anticristo. Lo mío es similar, que tengo pocos lectores. Ahora mismo, por ejemplo, mi novela tiene una única lectora: mi novia, que le ha dado el visto bueno. Se trata, por tanto, de la novela más exclusiva de la historia. Pero ya estoy acostumbrado, lo mío es una literatura sostenible, de baja intensidad, aunque la verdad es que me gustaría imponer un imperialismo literario que me ayudara a pagar las facturas.

sábado, 19 de julio de 2014

Para ser mal padre

—Criaría a mis hijos mejor, pero eso sería eugenesia.

viernes, 18 de julio de 2014

De los amores secretos

Es raro llevar tres años con una persona, da para mucho. Creo que Sonia conoce mis manías mejor que nadie. No es a lo que estaba acostumbrado, que si echo la vista atrás me doy cuenta de que siempre fui un extraño para las mujeres que amé. Me pregunto qué pensarán de mí, si es que piensan algo, claro. Si mañana un gobierno dictatorial me metiera en una lista negra y las interrogara para recopilar información sobre mí, supongo que no sacaría gran cosa. «No sé, no me acuerdo bien de él», declararían a la policía. «Creo recordar que tenía el pelo largo».

jueves, 17 de julio de 2014

La memoria es una página en blanco

La memoria es una página en blanco en la que nosotros escribiremos lo que usted desee. No se preocupe por las memorias de los demás: puede que discrepen de la suya ahora, pero también pueden ser reescritas con dedicación y tiempo.

miércoles, 16 de julio de 2014

El humor equilibrado

«El problema», dijo ella, «es que me reía tanto con él que ya no lo veía como mi novio, sino como un amigo muy gracioso. Pero al cortar con él, dejó de tener tanta gracia. Al menos conmigo, vaya».

martes, 15 de julio de 2014

El neoliberalismo aplicado al fútbol

Las reglas futbolísticas iban contra el libre mercado, dictaminó la FIFA. Eran un corsé que impedían la competencia y la iniciativa privada. ¿Por qué la estrella del equipo, por ejemplo, no iba a poder subcontratar a otros dos jugadores para que realizaran su tarea? Las normas impedían que se jugara con más de once jugadores y esto era un freno al crecimiento futbolístico. Había que desregularizar el fútbol, argumentaron, y dejar que la mano invisible del mercado le metiera un gol al pasado.

lunes, 14 de julio de 2014

El fútbol cristiano

El Papa solicitó a la FIFA que las reglas del fútbol fueran modificadas para convertirlo en un deporte evangelizador, aprovechando su gran aceptación popular. Así, proponía que se jugara con trece jugadores: una estrella (que iría vestida como Jesús y tendría carta blanca para saltarse las reglas) y doce gregarios, uno de los cuales tendría que cometer un penalti en el último minuto o lesionar a la estrella (propia, no la rival) en una entrada por detrás.

domingo, 13 de julio de 2014

Del agravio comparativo

—Me paso la vida viajando y viendo mundo, pero los camioneros no tenemos tanto glamour como los pilotos de aviación. Será por el uniforme.

sábado, 12 de julio de 2014

La conquista del espacio

Llamaron a la puerta. Eran dos oficiales del gobierno, que le comunicaron que había sido seleccionado por la lotería intergaláctica para desplazarse de inmediato como colono a Alfa Centauri. Pero yo no he jugado, arguyó él, aunque las leyes eran claras: todo ciudadano participaba en los sorteos de forma automática. Echó un vistazo a su apartamento, que había acabado de pagar recientemente, y se resignó con la idea de que las hipotecas en Alfa Centauri eran bastante asequibles.

viernes, 11 de julio de 2014

Para trabajar en librerías

Buenas tardes.

Durante años, he intentado ganarme la vida con la literatura, pero los lectores han ignorado mis más esperanzados esfuerzos. Como la crisis agobia, he pensado que podría intentar venderles a los lectores los libros de otros y así poder comer con asiduidad. Les envío mi humilde currículum y quedo a sus pies.

Gabriel Noguera

jueves, 10 de julio de 2014

De la bipolaridad literaria

Se podría decir que la literatura es una historia que te cuentas a ti mismo. Es como un cuento que empiezas a inventar para tu niño interior, que te pregunta lleno de curiosidad qué más pasó después. Y dedicas tu tiempo a intentar responder a esa cuestión.

miércoles, 9 de julio de 2014

Escritor al rescate

Buenas tardes, vengo a proponerle una idea genial para su cadena de televisión. Sería un reality show llamado Escritor al rescate en el que, cada semana, un autor salvaría del aburrimiento a otra persona gracias a un genial texto. Creo que podríamos hacerlo con un presupuesto de lo más económico, el rodaje consistiría básicamente en una persona en casa sin nada que hacer (en algunos casos, podría ser una pareja o una familia en vez de una única persona) y luego el escritor, que estaría interpretado por mí, escribiendo frente al ordenador. Concluiríamos con una imagen feliz de la persona rescatada leyendo el relato salvador. ¿Qué, qué le parece?

martes, 8 de julio de 2014

Sin respuesta

La mayor parte de los mensajes de correo electrónico que envío quedan sin respuesta. Como si fueran al limbo, un lugar en el que impera el silencio. Este curioso fenómeno te hace pensar que no eres merecedor de una respuesta. Que quizá eres un mecanismo de spam y por eso te ignoran. Pero tal vez significa otra cosa: que no hay nadie al otro lado. Puede que estés nadando en un océano de solipsismo y no exista ninguna costa a la que arribar.

lunes, 7 de julio de 2014

La rima

Me levanto de la cama y veo los apuntes de arte egipcio de Sonia. Canturreo: «faraón, faraón, me comes el pollón». Ante este absurdo, ella se ríe. Yo me defiendo: «oye, ¿qué te crees, que no decían cosas parecidas entonces? En jeroglífico es más difícil rimar, pero rimaban».

domingo, 6 de julio de 2014

El futuro está en China

El futuro está en China, se dijo el joven escritor. Mil trescientos millones de habitantes, todo un mercado por explotar. Sólo tendría que escribir sus obras en mandarín, una tarea ardua, sí, pero lucrativa. Aunque sólo consiguiera ser autor minoritario en China, esto equivaldría a ser superventas en cualquier otro país, así que podría vivir holgadamente.

sábado, 5 de julio de 2014

Fenómenos

El alcalde convocó a los medios para informar a la ciudadanía de que el presupuesto del municipio había desaparecido de la noche a la mañana, seguramente a causa de un desgarro inesperado del espacio-tiempo. «Hemos llamado a la NASA para que investiguen este fenómeno, pero no nos cogen el teléfono, los extranjeros son así, ya lo saben ustedes, nos tienen envidia», declaró.

viernes, 4 de julio de 2014

Nirvana, 20 años después

Que veinte años no es nada y que siempre se vuelve al primer amor, cantaba Gardel. Y ahí estoy yo, jueves 10 de abril de 2014, en la exposición de la Térmica que «celebra» los veinte años pasados desde la muerte de Kurt Cobain, cantante y líder de Nirvana. Nirvana, mi primer amor. Qué rápido pasa el tiempo, pienso, aunque no me siento tan diferente del quinceañero que fui. Pero es inevitable pensar que aquella fue una época más inocente (todas las épocas anteriores lo parecen), sobre todo cuando entro en el santuario de la nostalgia y veo las fotografías de unos jóvenes Kim Gordon (bajista de Sonic Youth), Chris Cornell (cantante de Soundgarden), Mark Lanegan (Screaming Trees), Eddie Vedder (Pearl Jam, los únicos que han continuado sin interrupciones, aunque sin la fuerza de antaño). Kurt es el único que sigue siendo joven después de tanto tiempo, claro. Siempre lo será. Nos mira desde las fotos como si siguiera vivo. Como si nada hubiera pasado. Lleno de promesas.
También hay sitio en la exposición para el Gran Satán, por supuesto: Courtney Love. Toda generación necesita una bruja a la que odiar. Pero me quedo sobre todo con las fotos tiernas de Kurt Cobain con su pequeña hija Frances, que ahora es veinteañera. Uno se pregunta qué sentirá la chica al ver estas fotos, si sentirá la nostalgia de algo que no recuerda haber vivido (era demasiado pequeña). Su padre murió veinteañero, como es ahora ella. Pasarán los años y Frances será mayor de lo que nunca pudo ser él. Es extraña la vida.
Pero dejo de pensar en esto y me uno al grupo de gente que ve en respetuoso silencio el documental Kurt Cobain: About a son, de A.J. Schnack. Kurt, Kurt que estás en los cielos, ¿por qué nos has abandonado a esta vida tan gris? ¿Sabes que después del grunge vinieron las Spice Girls? Fuiste listo y saltaste antes de que fuera demasiado tarde. A nosotros el vacío nos envolvió y su sonrisa era como la de Courtney Love.
Con el corazón encogido, salgo y paso por delante del Kurt troquelado de la entrada, donde unas chicas monas y con aspecto de pijas se sacan una foto. Sáquese una foto con el ídolo muerto. Me pregunto qué diría Kurt de todo esto, pero yo también soy un hipócrita, que voy de lo más contento con las fotos gratuitas que unas amables azafatas dan a los visitantes de la exposición. Voy a montar un altar en casa, pienso, y en él tendrá un lugar destacado la foto que me ha firmado Charles Peterson, fotógrafo de Sub Pop (y que antes de la exposición dio una charla de lo más interesante sobre toda aquella época, aunque la atroz traducción simultánea seguramente se la estropeó a los no angloparlantes).
El final de fiesta es un ambigú con música grunge. Otro canto a la nostalgia, bañado en alcohol. El mismo día que Nirvana entra en el Rock and Roll Hall of Fame, nosotros bebemos a la salud de Kurt en un sórdido rincón de Europa. Nos canta desde ultratumba canciones que recordamos a la perfección, después de tantos años. Y pensamos: qué bonitos fueron los noventa, aunque todos queríamos suicidarnos.

Publicado originalmente en Modernícolas

jueves, 3 de julio de 2014

Crónica del silencio

Si me buscáis, estaré donde lo perdí todo. Donde perdí tu nombre, musitado por última vez en un adiós improvisado.

miércoles, 2 de julio de 2014

Consecuencias de la censura en los regímenes dictatoriales

—No sé por qué os queréis ir del país, si en el extranjero nunca pasa nada.

martes, 1 de julio de 2014

El vacío

Pensaba que después de terminar la novela me sentiría más alto o algo así, pero lo único que siento es agotamiento.

lunes, 30 de junio de 2014

La novela

Ya está, ciento sesenta y siete páginas. He escrito una novela. Por fin me dejarán tranquilos todos los que me decían que la novela era el Santo Grial que solucionaría mis problemas. Ahora, a reescribirla mil veces.

domingo, 29 de junio de 2014

Un saboteador

Alberto Macías, autor nacido en Guinea Ecuatorial, pero residente en Toledo, disfrutaba apuntándose a concursos de novela negra sólo para impugnarlos en la gala de entrega de premios con el argumento de que él era el único que merecía ganar, pues era evidente que los demás concursantes eran blancos.

sábado, 28 de junio de 2014

Recortar por la línea de puntos

—Buenos días, me envía el gobierno para aplicar recortes en su literatura.
—¿Cómo dice?
—Ha escrito por encima de sus posibilidades y he venido a poner fin a este dispendio. A partir de ahora, escribirá de manera sostenible, limitando el número de personajes y situaciones. Si no cumple con esta obligación, se le multará generosamente.
—¿En las multas no recortan?
—No, siempre multamos por debajo de nuestras posibilidades.

viernes, 27 de junio de 2014

Bienvenidos al fracaso

Bienvenidos al fracaso. Pueden sentarse aquí, en primera fila, cerca de la acción. ¿Quieren tomar algo? El espectáculo nos va a llevar cierto tiempo.

jueves, 26 de junio de 2014

Touché

—Eres mío, mío y de nadie más.
—Bueno, y de los lectores.
—Pues eso: de nadie más.

miércoles, 25 de junio de 2014

Derrières

Siempre he sido un hombre de culos. De hecho, incluso en la época de las grandes tetudas a lo Pamela Anderson o Laetitia Casta, yo buscaba sobre todo fotos de sus nalgas desnudas. Supongo que esta fascinación tiene varias explicaciones. Un atavismo simiesco no superado, por ejemplo. Pero quizá tenga relación con la posibilidad de ver sin ser visto. Con las tetas, te tienes que someter al escrutinio femenino y ven tu cara de sátiro, mientras que el culo puedes observarlo anónimamente. Eres invisible, un oteador escondido. No tienes que dar la cara, vaya. También ellas se convierten en mujeres anónimas, claro, pues desaparece el rostro de la ecuación, aunque supongo que algo similar pueden decir los hombres de tetas.

martes, 24 de junio de 2014

La musa y la novela

Al escritor lo despierta un ruido. Abre los ojos y ve a una hermosa mujer vistiéndose. Concretamente, poniéndose las medias. En condiciones normales, reaccionaría de forma negativa ante un allanamiento, pero la chica es muy bella y da gusto despertarse con una visión así. Sin embargo, la curiosidad le empuja a romper el silencio y preguntar de forma poco original:
—¿Quién eres?
—Hola —responde ella alegremente—, no quería despertarte. Pues soy tu musa, claro. ¿Ya no te acuerdas de lo de anoche?
—Lo cierto es que no, pero me encantaría rememorarlo —dice, alargando la mano hacia uno de los sedosos muslos de la muchacha.
—Qué mal que no lo recuerdes —responde ella con un mohín, pero dejándose acariciar—. Anoche estabas lleno de entusiasmo.
—Puedo imaginarlo, sí.
—Ibas a escribir una novela.
—¿Qué? ¿Yo? —pregunta, deteniendo la caricia.
—Tú, claro. ¿O es que hay alguien más aquí? Me acordaría de eso, ¿sabes? No suelo hacer tríos.
—Te creo, te creo. Pero...
—¿Pero qué? —dice ella con los brazos en jarras, botando de forma muy erótica sus pechos.
—Que yo no soy novelista. No soy más que un cuentista de tres al cuarto. Una novela me queda grande, nunca mejor dicho.
—Anoche no decías eso. Ibas a escribirla aunque te llevara toda la vida. Aunque nunca consiguieras terminarla realmente. Ibas a dedicarte en cuerpo y alma a ello como si no existiera nada más en el mundo.
—No sé, me parece raro. No suelo ser tan ambicioso.
—Anoche lo eras —dice ella con ojos pesarosos, levantándose de la cama y poniéndose la falda.
—Espera, espera, si tú afirmas que lo dije, será verdad.
—Eso está mejor —sonríe ella mientras se abrocha la blusa.
—¿Te volveré a ver?
—Puede ser, sí, pero siempre cuando menos te lo esperes —y sale de la habitación.

lunes, 23 de junio de 2014

Puertas

Los motoristas de la ciudad descubrieron que los semáforos rojos eran portales a otra dimensión. Traspasarlos te llevaba a un plano de existencia distinto, sobre todo si en ese momento cruzaba otro vehículo.

domingo, 22 de junio de 2014

Evolución

Cuando era más joven, a veces no sabía qué escribir. Ahora lo que me causa problemas es el cómo.

sábado, 21 de junio de 2014

La coronación

El pueblo, sintiéndose indigno de su rey, decidió quedarse en casa para aclamarlo en la intimidad.

viernes, 20 de junio de 2014

Sitcom

Hace media vida que te conozco, dijo ella. En realidad, contesté yo, nunca estuve demasiado presente: un actor (y autor) secundario al que llamaban para algunos capítulos.

jueves, 19 de junio de 2014

La vida matrimonial

Unos meses después de nuestra ruptura, Alba me hablaba de lo feliz que era cuando hacía vida de matrimonio con su nueva pareja. Cinco años después de esto, Babeth me contaba en un bar lo mucho que le gustaba despertar en mitad de la noche y escuchar la respiración de su novio. Yo bajé la mirada a mi cerveza.
La crueldad de las mujeres que no te quieren. Pero centrémonos en otro pensamiento: ninguna chica me dijo nunca algo así sobre mí. Ninguna declaró que le encantara la vida conyugal conmigo. Pero es natural, soy un tipo raro; ni siquiera yo me aguanto las veinticuatro horas. A mí también me gustaría desconectar, tener unas vacaciones de mi persona. Ser otro de vez en cuando, en definitiva.
Pero uno quiere ser aceptado, de todos modos. Adhesión total, si es posible. Se impone el corazón, no la razón. Porque es muy bonito cuando una mujer te pide que te quedes. Recuerdo a Susana llorando en una despedida. A María pidiéndome que me quedase un día más. Pero nunca dijeron que les gustase la vida conmigo. Si lo pensaron alguna vez, se cuidaron mucho de expresarlo en voz alta. La única en decirlo ha sido Sonia. Sólo ella me ha dicho que es muy feliz despertando a mi lado. Me hace sentir importante. Es rara la vida.

miércoles, 18 de junio de 2014

Momentos determinantes

Le vino como caído del cielo. Como el meteorito que aniquiló a los dinosaurios.

martes, 17 de junio de 2014

La devaluación vital

Viviendo siempre una vida que no te pertenecía. No es que fuera tiempo prestado, más bien lo tuyo era como una emisión constante de moneda para ir tirando. La devaluación vital. Y ya no te queda nada más que declarar la bancarrota y ver si puedes volver a empezar de cero.

lunes, 16 de junio de 2014

La planificación

¿Sabes una cosa, cariño? Hoy me he dado cuenta de que nunca me acosté con las chicas a las que deseaba cuando tenía catorce años. En su momento me importó mucho, claro, pero luego me olvidé o más bien no le presté atención; las distracciones de la vida, ya no tenía catorce años y deseaba a otras, lo normal. Pero el caso es que podía haberlas tenido. Vale, con catorce años era muy joven y no me iban a hacer caso, preferían chicos mayores, pero podía haber realizado planes quinquenales para follármelas. O incluso de diez años. Llegar a los veinticuatro y poder decirme: tuve a aquellas primeras chicas que me cautivaron. Y si a los diez años todavía me faltaba alguna, darme diez años más. Poder decirme a los treinta y cuatro: me ha llevado veinte años, pero he tenido a las primordiales, no quedan cuentas pendientes. Podía haberlo planeado mejor todo. Pero no.

domingo, 15 de junio de 2014

Problemas de magnitud

Para acabar definitivamente con los complejos masculinos, el ministerio decidió cambiar las tallas de los preservativos. Así, la talla grande pasaría a considerarse extragrande, la normal sería la grande y, por último, la talla pequeña se etiquetaría como normal.

sábado, 14 de junio de 2014

Gol

Soñé que estaba en el círculo central del Bernabéu presentando una novela ante ochenta mil espectadoras que coreaban mi nombre, me levantaba de la mesa, arrancaba con calma las páginas de uno de los ejemplares y hacía una pelota de papel con ellas. Luego, dándole pataditas con habilidad notable a la pelota novelesca, me dirigía con trote decidido hacia una de las porterías, donde marcaba un golazo de antología (o puede que fuera de ontología, este punto no está muy claro).

viernes, 13 de junio de 2014

El finalismo (3)

Es difícil ganar concursos literarios. Es difícil, sobre todo, si no te has hecho un nombre antes. ¿Y cómo conseguir esto último? Pues una buena manera sería ganando concursos. Es un tema complejo.

jueves, 12 de junio de 2014

El viajero del tiempo

Ahora nuestro amor es imposible, pero nos encontraremos en el futuro, decía el niño a las niñas que le gustaban.

miércoles, 11 de junio de 2014

Embriagaos

«Emborracharse es una actividad cultural», aseveraba ante la cara de estupor de los parroquianos. «Pues yo obedezco al mandato poético de Baudelaire, que animaba a embriagarse de vino, poesía o virtud. Pero la virtud es una quimera y no tengo sensibilidad para la poesía».

martes, 10 de junio de 2014

En la agencia de publicidad

—Buenas, quisiera que me hicieran una campaña publicitaria para ligarme a mi vecina.
—¿Cómo dice?
—Me ignora, me ignora por completo a pesar de vernos casi a diario en el rellano. Quiero que consuma mi producto, mi amor por ella. Creo que podríamos empezar con unos buenos eslóganes que atraigan su atención, ¿no? Algo como «con el amor de tu vecino del 6º B serás feliz», pero más sutil.

lunes, 9 de junio de 2014

El infantilismo

Y lloran, emocionados, al pasear a hombros la figura de la Virgen. Como niños jugando con un oso de peluche.

domingo, 8 de junio de 2014

Extender el amor

El sueño de un ególatra es ser amado también por otros.

sábado, 7 de junio de 2014

Un artista de la palabra

Otros tenían a Houdini, pero nosotros teníamos en el Gran Teatro de Oklahoma a Josef K, que siempre dejaba en éxtasis al público con sus espectáculos literarios. Un artista de la palabra, lo llamaban. Esto despertaba algunas envidias en el resto del elenco, claro, sobre todo en el lanzador de cuchillos, que había perdido su estatus de estrella y le dedicaba siempre miradas torvas. K, quizá para mantener ese aire de misterio tan beneficioso para el negocio, era muy reservado y nunca hablaba de su vida anterior a unirse a la compañía. Algunos decían que era un refugiado, un exiliado buscado en Europa por algún oscuro crimen, pero seguramente eran calumnias lanzadas por sus enemigos. Siempre tuvo mala salud: le acompañaba una tos persistente que algunos tomaban por tuberculosis; él siempre negaba esto con una sonrisa y bromeaba con la idea de que era por una puñalada en el pulmón mal curada. La noche anterior a su desaparición, me lo encontré dormido junto a la jaula de la pantera. Murmuraba entre sueños algo que parecía alemán y, llevado por la curiosidad, busqué a Fritz, el forzudo, para que me lo tradujera. Al parecer, repetía sin descanso: como un perro, como un perro.

Publicado en el número 15 de Obituario

viernes, 6 de junio de 2014

El objeto vida

La vida es un objeto siempre decepcionante y, sin embargo, es habitual que el ser humano solicite más. Más cantidad, más variedad, más calidad. Vista de cerca, sus defectos son más que evidentes, pero en la lejanía es muy sencillo imaginarle virtudes disparatadas y, no obstante, convincentes. En general, podemos dividir la vida —un tanto arbitrariamente, es cierto— en tres etapas claras: infancia, edad adulta y ancianidad. Los expertos (sean quienes sean estas personas) coinciden en afirmar que la mejor etapa de todas es la infancia, por lo que conlleva de inocencia y esperanza infinitas, aunque la falta de sexo podría disuadir a algunos de instalarse en ella si se presentara la oportunidad. Entre la infancia y la edad adulta existe un periodo de transición conocido como adolescencia, periodo que suele caracterizarse por la gran cantidad de experiencias traumáticas acumuladas (por fortuna, el tiempo se encarga de difuminarlas en la memoria, aunque no siempre con el mismo éxito). En la edad adulta, la vida consiste en una renuncia constante a los sueños e ilusiones que se adquirieron previamente. Se conoce a este proceso con el término de «madurar». Normalmente, aunque esta tendencia está en los últimos años en peligro, el propietario de vida dedica estos años a trabajar para poder costearse ciertos bienes materiales que son necesarios para un correcto aprovechamiento de la experiencia vital. Llegado por fin a la ancianidad, el usuario dedica su tiempo a quejarse constantemente y a hablar del objeto que conocemos como muerte.

jueves, 5 de junio de 2014

Una retirada a tiempo

—Oiga, que quiero dejarlo.
—¿Ahora? ¿Por qué?
—Pues porque estoy en una edad en la que ya sólo me queda recordar, y no demasiado. El presente me interesa cada vez menos (y no digamos ya el futuro). Y he pensado que si dejo de ser rey el recuerdo será más agradable. Ya sabe, por la comparación: los buenos y viejos tiempos. Además, así no corro riesgo de estropearme el buen sabor de boca.

miércoles, 4 de junio de 2014

El finalismo (2)

Otra cosa curiosa es que te tratan como si fueras gilipollas. Simulan que todavía puedes ganar, que el jurado todavía no ha fallado y que lo hará el día en que se anuncia públicamente. El hecho de que te hayan escrito, es decir, que conozcan ya tu identidad, no tiene que llevarte a la lógica conclusión de que han abierto las plicas, claro. Lo habitual en los concursos es ponerse en contacto con el ganador con antelación para evitar cualquier problema (que el relato premiado haya sido galardonado en otro certamen antes, por ejemplo), para que tenga tiempo para acudir al acto, para que mande una foto y una biografía para los medios, etc. Muy pocos concursos funcionan a la manera de los Oscars, con sorpresa en directo para el ganador; quizá MálagaCrea y un par más, siempre certámenes juveniles y de modesta relevancia. Sin embargo, te tratan como si fueras idiota (vaya visión negativa de los autores, por cierto) y tú tienes que sonreír y seguirles el juego, que hablar del asunto con sinceridad sería considerado de mala educación.

martes, 3 de junio de 2014

El finalismo

Te metes en la final y lo ves cerca, lo ves posible. Puedes ganar, lo estás rozando con los dedos. Y qué bien te vendría ese dinero. Por fin, ahora que estás sin un duro. Pero pasan los días y no te llaman. Finalmente, te escriben para invitarte al acto de lectura del fallo. Está abierto al público, te dicen. Ya está, has dejado de importar en la ecuación. Dejas de ser autor, ahora eres público. Público de otro. De un autor de verdad. Y en realidad les da igual si vas tú o cualquier otra persona, lo único que necesitan es público. Por eso no les importa hacerte este feo de pedirte que asistas a la coronación de otro. Venga usted a aplaudir y envidiar la gloria ajena. Como si la mujer que amas te invitara a su boda. Algo así.

lunes, 2 de junio de 2014

El astronauta

El astronauta dio los primeros pasos en el extraño planeta. Todo era aterrador y, al mismo tiempo, fascinante. Un mundo entero por descubrir. Pero antes de que pudiera aventurarse por la calle, su madre le cogió de la mano y lo condujo al coche familiar.

domingo, 1 de junio de 2014

A medias

Junio. Sexto mes. La mitad del año. Y el teléfono que no suena para anunciarme dinero. Esto va mal.

sábado, 31 de mayo de 2014

La última vez

Lo habitual es que uno no conozca cuándo es la última vez que está con una mujer determinada. Lo normal es que uno se acueste con ella pensando que habrá otras veces. O no pensando nada en absoluto, claro. Si uno supiera que es la última vez, quizá haría algo especial. Algo del menú que quedó por probar, por ejemplo. Algo memorable que distinguiera este último polvo de los anteriores. Aunque lo que lo diferencia es precisamente que se trata del último, pero es una característica que adquiere después, cuando ya todo ha terminado. «Sí, recuerdo bien la última vez, fue en una habitación de hotel, era primavera y blablablá». Uno quisiera estar sobre aviso para que nada se quedara en el tintero, pero es de mala educación (y una señal de debilidad) preguntar a tu partenaire si habrá más veces o si la de hoy va a ser la última.

viernes, 30 de mayo de 2014

El tiempo

El tiempo me ayudó a olvidarla. El tiempo atmosférico, que los huracanes arrasaron la región y no tuve tiempo para pensar en el pasado.

jueves, 29 de mayo de 2014

Logísticas

—Noé, quiero que me construyas un barco. Un barco enorme que luego llenarás de animales.
—Señor, ¿qué sé yo de ingeniería naval? O de cuidado de animales, ya que estamos.
—Algo sabrás de eso último, que os dedicáis al pastoreo.
—Pero no de tigres, Señor. Es más, ¿qué sé yo de tigres? Si ni siquiera he visto uno en mi vida. Por otra parte, si meto una pareja de cada especie animal... los carnívoros tendrán que comer, digo yo. ¿Meto más de una pareja de cada herbívoro?
—No te preocupes, que yo me ocuparé de que no tengan que comer durante la travesía.
—Pero comerán cuando ésta termine, ¿no? ¿Qué sentido tiene salvar a una especie del Diluvio para que se extinga nada más desembarcar?
—Te repito que yo me ocupo de esos detalles, Noé. Y deja de dudar de Dios o me buscaré otra familia a la que salvar arbitrariamente.