jueves, 31 de agosto de 2017

Los esfuerzos baldíos

Hace mucho que no sé por qué hago estas cosas. Creo que siempre actúo más o menos igual, sin un objetivo claro. Sin un plan. Ni siquiera con una mínima esperanza. Simplemente porque sí, porque en algo habrá que invertir el tiempo mientras esperamos la muerte.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Viejas pasiones

No recuerdo cuándo compré un libro por última vez, seguramente fue alguno de segunda mano, pero es lo que tiene la precariedad, que ni siquiera dispones de dinero para los pequeños placeres. Acudo con frecuencia a la biblioteca para saciar mi sed de lecturas, aunque esto no me permite atesorar los libros, que era algo que me encantaba. Pero supongo que la vida es dejar cosas atrás.

martes, 29 de agosto de 2017

A vuelapluma

Vivo en una casa junto al mar y los delfines me dejan el correo en la terraza. Vale, es mentira. En realidad vivo cerca del río sin agua de Málaga, donde los gitanos juegan al fútbol en su lecho de cemento y, por suerte, no vienen a dejarme nada (además, no tengo terraza). Es verano, pero esto es así en todo el hemisferio norte, no tiene nada de especial.

lunes, 28 de agosto de 2017

Las leyes de la atracción

No es posible recuperar el interés de una persona, es una inversión perdida. La única manera sería siendo otro, lo cual es imposible. Además, ya no sería recuperar el interés, sino ganarlo por primera vez.

domingo, 27 de agosto de 2017

Los foros de internet

Qué de horas invertía a principios del milenio en debatir con desconocidos en foros, que supongo ahora pasados de moda. Eran muy prácticos para encontrar un contacto humano manejable y limitado, sin exagerar. Nada de vernos las caras y someternos a incómodos silencios, era mejor charlar a distancia de tanto en tanto, en los raros momentos que uno pasaba en la red sin buscar porno.

sábado, 26 de agosto de 2017

Dudas razonables

Creo que la pregunta más tonta que he hecho en mi vida fue una vez en la oficina de empleo, que me dieron cita para la semana siguiente a las cuatro y dije: ¿De la tarde?

viernes, 25 de agosto de 2017

La calle M

No hay apenas turistas en calle M. Quizá ni siquiera aparezca en las guías. No queremos espantar a los visitantes con la realidad de esta ciudad. Podrían no volver. Y lo son todo para nosotros. Mucho más importantes que los residentes en calle M.

jueves, 24 de agosto de 2017

A ultranza

Llega un momento en el que por fin comprendes que nunca te llamarán, pero hay que seguir intentándolo. No sabes muy bien por qué, puesto que con otras cosas te dirían que lo dejaras ya, que no tiene sentido continuar. Intentar ligarte a una chica, por ejemplo. Pero esto es distinto, aquí no estás molestando a nadie. Sólo a la lógica, pero ésta nunca tuvo mucho que ver con los sueños o las esperanzas.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Los contactos

—Usted necesita contactos para publicar. Amistades editoriales.
—No sé, me parece poco ético.
—Usted verá, pero póngase en el lugar de un editor. Puesto que los autores desconocidos van a vender más o menos lo mismo, ¿no sería mejor publicar a los amigos?

martes, 22 de agosto de 2017

De nuevo el gesto estético

Hay ocasiones en las que dices lo que piensas no porque esperes que vaya a cambiar algo, sino simplemente por el gesto estético. No es que importe demasiado, pero en realidad lo haces por ti.

lunes, 21 de agosto de 2017

Los hijos

Una madre con cuatro hijos de corta edad que chillan y corretean. Les va entregando la merienda. Se me ocurre que salir de casa con niños es como ocuparte de la intendencia de un ejército. Un ejército formado por soldados alocados a los que además tienes que vigilar en todo momento porque pueden hacerse daño con facilidad o ser secuestrados por un enemigo invisible en esa guerra de guerrillas tan estresante que es la vida con niños.

domingo, 20 de agosto de 2017

Centros comerciales

Se puede aprender mucho de los seres humanos en un centro comercial. Muchas cosas deprimentes. Pero el saber no ocupa lugar y todo eso.

sábado, 19 de agosto de 2017

La heladería

Abajo han abierto una heladería. Durante dos meses nos han deleitado a los vecinos con la sinfonía de ruidos propios de las obras, pero no han sido éstas las únicas molestias: nos hicieron accidentalmente dos agujeros en la pared mientras montaban un tubo en el exterior del edificio y sólo repararon los desperfectos un par de semanas después; cortaron la luz una tarde sin avisar; nos dejaron sin ascensor una semana entera. Pensamos: bueno, invitarán a los vecinos a un helado cuando inauguren para compensarnos. Pero no. Abrieron con nocturnidad y alevosía (vale, tal vez no con nocturnidad, que seguro que abrieron de día). Qué menos que un helado a cambio de gentrificarte más la calle y marearte durante meses, este capitalismo insensible va a acabar con todos nosotros.

viernes, 18 de agosto de 2017

Problemas reales de occidental frustrado

—En caso de guerra, ¿se quejaría usted de la timidez o de no saber cómo funciona la vida?
—No sé, supongo que moriría antes de que pudiera quejarme de algo.
—Opta por el humor como respuesta cobarde, ya veo.
—Supongo que busca otro tipo de contestación. Que le diga que mis problemas son absurdos y que espabilaría en una situación de vida o muerte. Pero lo cierto es que dudo mucho que fuera así. Si sucumbo a mis problemas ahora, ¿qué posibilidades tendría si la supervivencia estuviera en juego?

jueves, 17 de agosto de 2017

Recursos lingüísticos

El personaje barrió con la mirada la habitación, lo que era mucho más práctico que hacerlo con una escoba.

miércoles, 16 de agosto de 2017

Fontanería

Limpio las tuberías del cuarto de baño, que están atascadas. Extraigo de ellas una materia repugnante y pútrida que invita a la náusea. En la ciudad arrecia la feria y yo desatasco cañerías. La vida, me digo. Como si significara algo.

martes, 15 de agosto de 2017

Habitación con vistas a la nada

Llegados a cierta edad, ya sólo nos queda intentar ser elegantes.

lunes, 14 de agosto de 2017

De la naturaleza (2)

—Estoy en contra de la homosexualidad porque no es natural.
—No sé qué decirte, está claro que la polio es natural y no veo que ésta te parezca bien.

domingo, 13 de agosto de 2017

De la naturaleza

—Estoy en contra de la homosexualidad porque no es natural.
—Vale, digamos que no lo es. ¿Y el aire acondicionado?

sábado, 12 de agosto de 2017

Acerca de una chica

Nunca me quiso lo suficiente para decirme por qué me detestaba tanto.

viernes, 11 de agosto de 2017

De los miedos escénicos absurdos

El miedo del escritor primerizo es: «ahora todo el mundo va a leer mi novela y descubrir sus múltiples fallos». Cuando tendría que estar tranquilo, pues en realidad nadie va a leerla.

jueves, 10 de agosto de 2017

Apariencias

—Oye, a casa de tu madre no vas con esa barba, tienes que afeitarte.
—No te preocupes, mi madre ya sabe que soy un desastre.
—Precisamente, la idea es que crea que he conseguido reformarte.

miércoles, 9 de agosto de 2017

El momento

Celebran los nombres de otros mientras yo acumulo años. ¿Llegará algún día mi momento? Mientras tanto, hago culpable al mundo de las promesas que me hice yo mismo.

martes, 8 de agosto de 2017

Las editoriales

—Te deseamos mucha suerte en tu carrera literaria, a la que no queremos contribuir de ninguna manera.

lunes, 7 de agosto de 2017

Tierra de nadie

Ser demasiado inteligente para creerte rollos de autoayuda, pero no lo bastante para solucionar tus problemas.

domingo, 6 de agosto de 2017

De la literatura deficitaria

Que la literatura es un negocio ruinoso lo he dicho mucho en este blog, pero es dolorosamente cierto. Digamos que escribes una novela, la presentas a un concurso y ganas un premio de seis mil euros. Un millón de pesetas, en principio está bien. Luego haces unos simples cálculos y descubres que es como si hubieras trabajado ocho meses por el sueldo mínimo (setecientos euros ahora mismo). Sale rentable si has tardado menos de ese tiempo en escribirla, pero si te ha llevado más... Un capitalista diría que tienes que aumentar el ritmo de producción, aunque entonces puede que se resienta la calidad y la idea es que te premie un jurado (estamos aquí teorizando sobre concursos limpios). No parece que se pueda vivir de los concursos, por tanto. Quedan los lectores, pero en España no lee casi nadie de forma habitual. A veces se produce algún fenómeno literario que vende cientos de miles de ejemplares, quizá habría que dedicar tres meses de cada año a intentar escribir algo así (con seudónimo) y los nueve meses restantes entregarte a la literatura deficitaria que tanto te gusta.

sábado, 5 de agosto de 2017

Últimas voluntades

—Cuando te mueras, ¿cómo quieres que hagamos?
—Quiero que en mi funeral haya plañideras de diecinueve años. Con minifaldas negras y medias de rejilla.
—Me refiero a si quieres entierro o incineración.
—Ah.

viernes, 4 de agosto de 2017

Un lugar en la memoria

¿Se acordarán de mí mis compañeros de clase? Si es así, ¿qué recuerdo tendrán? Seguramente será uno difuso y nada positivo, como históricamente ha sido en mi vida. Me pregunto qué habrá que hacer para ganarse la nostalgia de alguien, qué arcanos pasos dar.

jueves, 3 de agosto de 2017

Infiernos

Creo que la época más triste de mi infancia fueron los tres meses que pasé en un colegio del Opus. No recuerdo que hiciera ningún amigo (tampoco es algo que se me haya dado nunca demasiado bien) y encima nos obligaban a ir a misa y confesarnos. La sola idea de que un niño pueda tener pecados que confesar explica muy bien lo enfermos que están los miembros de esa religión.

miércoles, 2 de agosto de 2017

De pelo en pecho

Recuerdo que a principios de siglo leía en las revistas que ya habían pasado los tiempos de los hombres peludos como osos y que las mujeres del nuevo milenio querían hombres sin pelo en el pecho y pensaba: «por fin tengo una ventaja evolutiva sobre los demás, bendito Darwin». Pero luego mis novias y amantes ponían cara de decepción ante mi torso lampiño y decían: «A mí me gustan los hombres machotes, viriles, que hayan estado en una guerra o dos, tengan cicatrices que lo prueben y que desnudos parezca que llevan puesto un jersey de angora».

martes, 1 de agosto de 2017

La negritud

De niño, mi madre me llamaba negro zumbón cuando se enfadaba conmigo. Se me ocurre ahora que acabar de negro literario sería cerrar el círculo.