lunes, 23 de junio de 2014

Puertas

Los motoristas de la ciudad descubrieron que los semáforos rojos eran portales a otra dimensión. Traspasarlos te llevaba a un plano de existencia distinto, sobre todo si en ese momento cruzaba otro vehículo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fue gracias a un juez del Constitucional.

Microalgo dijo...

Aleluya.