martes, 31 de diciembre de 2013

2013

En 2013 actualicé el blog trescientas sesenta y cinco veces y no gané ningún concurso literario (volví a la normalidad), pero sucedieron otras cosas:
Después de cuarenta años en el desierto, alcancé la Tierra Prometida y publiqué. Y en la Tierra Prometida los ríos manaban hidromiel, los árboles daban jugosos frutos y todas las mujeres eran hermosas y gentiles. Al menos en teoría, que mis editores tendrán una visión muy diferente del asunto. Llegué a ellos y la ruina, como la vieja destentada y horrible que es, los arrastró a la cama con carcajadas tenebrosas. Algo así.
En cuanto al amor, es bonito que una mujer te quiera. Es muy bonito. E inusual, al menos en mi caso. Y más inusual todavía es que te siga queriendo casi tres años después. Es misteriosa la vida. Sinuosa. Como una mujer.
Ahora en 2014 el plan es… el plan es… lo tengo apuntado en alguna parte, pero mientras tanto entreguémonos al nuevo año con la ingenuidad del que cree no tener nada que perder.

lunes, 30 de diciembre de 2013

La sincronía

¿A qué hora te vas a levantar mañana?, le interroga ella. Él pregunta por qué quiere saberlo y ella le contesta que para levantarse a la misma hora que él y así, de esa manera, estar conectados a pesar de la distancia, empezar el día juntos aunque estén separados. Él sonríe y le dice que a las nueve. Y a las nueve suena el despertador de ella, que abre los ojos al nuevo día y se siente acompañada, aunque no sabe que en realidad él sigue durmiendo, pues en el último momento decidió que se despertará a las diez.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Ante la ley

Ustedes quieren ahora fusilarme por mis supuestos crímenes y respeto su deseo, pero les pido que reflexionen un momento: ustedes se definen como «provida» y yo soy joven, fértil. Podría tener tantos hijos. ¿Qué pasa con esos niños futuribles? Quedan condenados a la no existencia, cuando siempre hablan ustedes de los derechos del no nacido. Si me matan, está claro que todos mis hijos jamás llegarán a existir. Podrán alegar, claro, que su ley se refiere a los concebidos, pero yo he pensado mucho en todo este asunto: son niños concebidos, en mi imaginación.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Breve autobiografía no autorizada

Nací en 1978 en Suecia, país al que nunca he vuelto. El primer recuerdo que tengo es el de mi madre, embarazada, cayendo de una escalera al manipular una lámpara. Mi primera cita con una chica fue en un cementerio. Sé que, por lo general, mi existencia pasa desapercibida. No fui un hijo deseado, más bien fui forzado (el plan de mi padre era retener así a mi madre, lo que funcionó). En el instituto, a menudo faltaba a clase para ir a leer a las gradas del polideportivo que había al lado. Nunca he hecho un trío en la ducha (ni en ninguna otra parte). Sufro de nostalgia por un pasado que sólo he deseado. Sonia me ha dado una paz mental que creía imposible, pero temo perderla (a ella). A veces escribo, pero sé que nunca seré tan bueno como me gustaría. En una ocasión, mi padre me conminó a suicidarme. Siempre llego tarde a todo en la vida, aunque trato de compensarlo acudiendo con puntualidad británica a mis actos sociales. He amado con locura a mujeres que jamás pronuncian mi nombre. Me gusta pensar que también llegaré tarde a la muerte, aunque supongo que es mejor llegar en el momento adecuado.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Tipos afortunados

Nunca fui uno de esos tipos afortunados que siempre saben qué decir y qué hacer. No, lo mío fue más parecido a un niño perdido en el bosque y que, por pánico, ni siquiera se atreve a buscar la salida, sino que se queda quieto, temblando, mientras se va perdiendo cada vez más (esto es, el bosque se mueve a su alrededor).

jueves, 26 de diciembre de 2013

Cuento de navidad

—¡Quieto, insensato! He venido para evitar que te suicides.
—¿Yo? Pero si no tengo ninguna intención de quitarme la vida.
—¿Ah, no? Con la crisis que hay. Ya hace mucho que estás en paro y las deudas se te acumulan.
—Ya, pero me parece un cliché suicidarse en navidad. He pensado que voy a esperar a marzo. Suicidarse en primavera es más bonito y, si lo hago justo al principio, además me ahorro la alergia.
—Pero yo no podré venir a evitarlo, que sólo actúo en navidad.
—Motivo de más.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Roma, ciudad santa

Ya sé que usted no cree que mi dios nació de una virgen, ni que un rey sanguinario intentó acabar con su vida de tierno infante, ni tampoco que ascendió a los cielos como la divinidad que era. Pero esta ciudad no sería lo que es sin Rómulo.

martes, 24 de diciembre de 2013

En concursos

A veces, cuando me presento a un concurso literario, tengo que refrenar el impulso de escribir en una hoja del relato: señor del jurado, nos podemos repartir el premio usted y yo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Un seguidor de Adam Smith en el autobús

—¡Oiga! ¿Quién le ha dado permiso para tocarme el culo?
—No he sido yo, señorita, habrá sido la mano invisible del mercado.

domingo, 22 de diciembre de 2013

La maleta de Budapest

Me llamaron de la compañía aérea. Habían encontrado mi maleta, dijeron, y podía pasar a recogerla cuando quisiera. Qué maleta, pregunté yo, que no recordaba haber perdido ninguna y que además hacía año y medio que no viajaba en avión. Una que extravió en su viaje a Budapest, me contestaron. Pero yo a Budapest viajé hace cinco o seis años, repuse. Sentimos las molestias, se limitó a decir la voz al otro lado del teléfono antes de colgar.
Al día siguiente, fui al aeropuerto a recoger la maleta. Era de un color verde terroso y la recordaba someramente. Sí, había viajado con ella en el pasado, me parecía. Quizá a Grecia, con Elena. Quizá no. Pero estaba registrada a mi nombre y por lo tanto me pertenecía o, al menos, la había heredado de mi yo anterior.
No la abrí nada más llegar a casa, lo que hice fue depositarla sobre la cama y mirarla durante un largo rato. La maleta permaneció en silencio, como era de esperar. Luego fui a la cocina a prepararme el almuerzo, que tomé con tranquilidad mientras en la tele hablaban de catástrofes al otro lado del mundo.
Después de dormir la siesta, abrí por fin la maleta. Me sentí como un intruso, un cotilla que fisgaba el equipaje de un extraño. Pues eso era aquello: el equipaje de alguien que ya no recordaba ser, aunque sí reconocí mi letra en un bloc de notas que encontré entre dos camisas bastante horteras. Notas de alguien que fui. O notas de un impostor que se hacía pasar por mí en el pasado.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Los políticos y la lógica

Volver a una ley de hace treinta años (en realidad, con más restricciones) y presentarlo como un avance.

viernes, 20 de diciembre de 2013

La risa

Mis padres pertenecían a una secta cristiana muy estricta que creía que la risa era pecado. A causa de esto, mis hermanos y yo tuvimos una infancia muy seria, vacía de juegos. A veces oíamos reír a los vecinos, preguntábamos a mi padre qué era eso y nos contestaba: «son los demonios de Babilonia, conspirando». Durante años, me han dado pánico los espectáculos cómicos.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Pequeños actos subversivos

En sus transferencias bancarias, siempre ponía como concepto: tráfico de influencias.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Lecturas íntimas

En la puerta del liceo, esperando para leer, pienso durante unos segundos en la posibilidad de marcharme. ¿Sería negativo? ¿Sería bueno para la leyenda? «En su primera lectura pública, huyó como el cobarde que era», pondrían en mi biografía no autorizada. Pero luego pienso que podré decir: «una vez leí en el liceo», que siempre suena bastante mejor de lo que es. Así que entro. Y el lugar está prácticamente vacío, no hemos levantado expectación. ¿Dónde están las groupies?, pienso (en algún concierto, claro). Y a medida que vamos leyendo, las pocas personas que hay se van marchando. Todo muy triste. Yo leo el segundo, así que tengo algo de audiencia. Formamos una sociedad secreta, se me ocurre, pero no digo nada, no sea que los espante antes de tiempo.

martes, 17 de diciembre de 2013

Porque yo

Porque yo sólo le rezo a Leonard Cohen y a ti.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Máxima

Lo bueno de no ser nadie es que no tienes que estar a la altura de las expectativas.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Las lecturas

Preparando textos para leer en público. Aunque no sé por qué hago esto. En el instituto, los otros chavales se reían de mí porque leía demasiado rápido. Yo no sé leer para otros (está por ver si sé escribir para otros), sólo para mí. La lectura en realidad es un acto íntimo, privado, a veces clandestino. Pero hay que intentarlo, me digo, hay que participar en estas extrañas liturgias públicas y, quizá, escribir luego sobre todo ello.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Dinero

Ahora que va terminando el año, pienso que en 2012 gané tres concursos literarios y en 2013 no he ganado ninguno (lo peor de ganar es tener que mantener la tendencia). Aunque, por otro lado, este año he publicado por partida doble: el cómic y el libro de relatos. Pero eso no da dinero, ya que no hay que convencer sólo a unos pocos miembros de un jurado, sino a un montón de desconocidos que ni siquiera sospechan que tu obra existe.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Bailoteos sin gracia a la vera de Satanás

Tú estás destinado a mayores empresas, susurra una voz interior que bien podría ser un amigo imaginario de la infancia. Pero quién presta atención ya a las promesas del ego, cuando todas las puertas se cierran con estruendo (un tanto musical: si se fija bien, parecen los cañonazos de la Obertura 1812 de Tchaikovski).

jueves, 12 de diciembre de 2013

La muerte de los hijos

—Padre, ¿por qué Dios está obsesionado con asesinar a los hijos?
—¿Qué? ¿Pero qué dices?
—Sí: primero, encarga a Abraham que sacrifique a su hijo, aunque lo detiene en el último momento (como un gobernador que llama a la prisión para impedir la ejecución que él mismo firmó). Más tarde asesina a los primogénitos de Egipto y finalmente manda a su hijo a morir crucificado con la excusa de que así los pecados quedan expiados (aunque esto luego no es así y se sigue amenazando a la gente con el infierno).¿No hay una pauta clara? ¿Una obsesión? ¿Un fetichismo?
—Los crímenes del Señor están justificados. Eran unas circunstancias confusas, unos tiempos difíciles y además la mente del Señor es inescrutable.
—Me parece una defensa muy endeble.
—Como quieras, pero ya ha prescrito todo.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Sálvese con nosotros en R'lyeh 6

—¡Sálvese, caballero! ¡Sálvese con nosotros antes de que sea demasiado tarde!
—¿Es que hay fuego?
—Efectivamente: el del infierno. Y le está esperando a usted, que es un pecador. Y me está esperando a mí, que también lo soy.
—¿Pero ahora? Es que he quedado.
—El infierno no perdona a nadie, señor. Es una ley implacable la suya, ha sido decretado así por fuerzas más poderosas que nosotros.
—¡Inadmisible! Hay que solicitar un referéndum en el país para cambiar esto.
—El infierno es un poder extranjero que no se somete a dictados nacionales. Pero hay una manera de evitarlo: emigre con nosotros, caballero. Emigre a R'lyeh 6.
—¿R'lyeh 6? ¿Eso no está en el culo de la galaxia?
—Oh, blasfema usted, pero le perdono la vida porque blasfema por ignorancia. Caballero, en una cueva de R'lyeh 6, unos mineros que buscaban xargón han descubierto hace tan sólo unas semanas a una criatura que, al parecer, sin lugar a dudas, es Dios.
—¿En una cueva? ¿En un planetoide al otro lado de la galaxia? ¿No es eso poco divino?
—Para nada. Dios es humilde y por tanto es natural que fuera encontrado por unos simples mineros de xargón en un oscuro rincón del universo. ¿No lo entiende? La Buena Nueva se extiende. Dios ha vuelto a nacer en R'lyeh 6. Y hemos de ir a su encuentro: para adorarlo, para someternos a su juicio justo y divino. Ahora mismo cientos de fieles se dirigen allí para fundar una Nueva Jerusalén. Y todavía hay sitio para nosotros, sólo tenemos que reunir el dinero para viajar. Pero hay que darse prisa, es importante formar parte de los elegidos, Dios no cambia su agenda por nadie.

martes, 10 de diciembre de 2013

Una nueva austeridad

—Buenos días, vengo a que me publiquen.
—Antes tendremos que leer su obra y estudiar su potencial, caballero.
—No es necesario: mi idea es que exploten mi parecido con Paul Auster.
—¿Cómo dice?
—Mire, fíjese bien en mi rostro: los mismos ojos saltones, el mismo rictus en la boca, el mismo pelo. Podría ser él, pero no lo soy. Aunque algunas veces lo he sido, ¿sabe? En hoteles, con lectoras, no sé si me entiende.
—Pero esto es fantástico; podríamos reventar el mercado. Sólo hay un problema: Paul Auster no tiene firmado un contrato con esta editorial y podría demandarnos por uso de su imagen.
—Paul Auster es dueño de su imagen, pero no de la mía, que casualmente coincide con la suya. Yo creo que ganaríamos en cualquier juicio: «escritor de éxito vanidoso y prepotente intenta que ciudadano anónimo no tenga rostro».
—Sí, podría funcionar. Pero es sólo ponerme a pensar en juicios y abogados y me entra vértigo. Un vértigo perezoso. ¿No sería más fácil eliminar al verdadero Auster y que usted se hiciera pasar por él? Y que firmara en exclusiva con nosotros. Imagínese los titulares: «Paul Auster escribirá ahora en español para una pequeña editorial de Murcia».
—No sé, no tengo madera de asesino, sólo de doble de Auster.
—Nosotros nos encargaremos de todo, hombre, usted sólo tiene que dar su aprobación. Piense que también podrá acostarse con Siri Hustvedt.
—Ah, pues sí. Está un poco mayor, pero una rubia siempre es una rubia.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Una corta declaración de amor

Pienso en ti y ya no consigo hacer nada a derechas. Salvo masturbarme.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Una lección vital

Lo malo no es envejecer, sino que nunca llega el futuro.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Las palabras

Las palabras son una materia prima extraña. Yo las importo directamente de una cantera en Suiza, donde tengo gente trabajando para mí, acuñándolas. Es un proceso largo y laborioso, pero el resultado merece la pena.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Una carrera sin fin

Porque yo amé hasta quedarme sin aliento y nunca fue suficiente, ¿sabe? Todo para agotarse sin remedio, no lo intente jamás. Luego hay que sentarse durante el resto de la vida a intentar recuperar el resuello y uno no encuentra tiempo.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Una historia corta de desamor

—Sí, aún me estremezco cuando oigo tu nombre. Aunque sólo lo oigo cuando lo digo en sueños (y estremecerse es muy molesto para dormir).

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Érase una vez en España

Un territorio inhóspito azotado por el viento. Al fondo se ven pisos a medio construir. Pasa un toro. Luego otro. Entra un ESPAÑOL.
ESPAÑOL: Buenas tardes (dirigiéndose al público), ¿tienen algo para comer? ¿Sí? Qué suerte. Yo sólo he encontrado estas piedras, aunque están un poco duras; he probado a molerlas con los dedos, pero no hay manera.
Entra el GOBIERNO.
GOBIERNO: ¿Está diciendo que las piedras españolas no son excelentes?
ESPAÑOL: No, no, Dios me libre. Soy yo el que es defectuoso: no estoy a la altura de las piedras españolas.
GOBIERNO: Eso es porque es usted un mal español. Seguro que no nos ha votado en las últimas elecciones.
ESPAÑOL: ¿Yo? Ya quisiera haber votado, ya, pero soy un ciudadano de segunda categoría; ¿no recuerda que nos quitaron los derechos políticos?
GOBIERNO: Algo haría, que tiene usted cara de ETA. Y de abortista, valga la redundancia.
ESPAÑOL: No tengo tiempo para nada de eso, me lo impide el hambre.
GOBIERNO: Un verdadero español no tiene hambre. El hambre es una consecuencia natural del nacionalismo periférico.
ESPAÑOL: Será, qué entiendo yo de política. No pude estudiar, al fin y al cabo.
GOBIERNO: ¿Eso es una crítica?
ESPAÑOL: No, un comentario sin más.
GOBIERNO: Sí, un comentario, pero negativo. Sabe usted que no tiene derecho a protestar, ¿verdad? La protesta está penada con años de cárcel y miles de euros de multa.
ESPAÑOL: ¿Yo? ¿Quién soy yo para protestar?
GOBIERNO: Exactamente, exactamente.

martes, 3 de diciembre de 2013

Una historia corta de amor

Capítulo siete. Su risa sonaba como la lluvia. Lo que, francamente, daba mucho miedo.

lunes, 2 de diciembre de 2013

El escritor decepcionante

Siempre dejo la casa llena de notas que mi novia piensa al principio que son de amor, pero que en realidad son ideas para relatos.

domingo, 1 de diciembre de 2013

El bloqueo de escritor

Doctor, hace tiempo que no consigo escribir, estoy sometido a un bloqueo, un bloqueo continental. Verá, una parte de mi mente funciona como una especie de Napoleón que ha decidido acabar con mi parte creativa: para ello, ha prohibido todo comercio entre esa parte y el resto del cerebro. Esto afecta profundamente a mi economía, pues estoy llegando tarde a todas las fechas de entrega y no me va a quedar más remedio que rendirme y dedicarme a otra cosa.