sábado, 31 de agosto de 2013

La diosa portátil

El chico lleva siempre una fotografía de una mujer desnuda. Bien escondida, es sólo suya. La guarda a menudo entre las páginas de un libro de texto. A veces se queda absorto mirándola en clase y el profesor piensa que es un chaval muy aplicado. No sabría qué hacer sin la foto. Se siente seguro con ella en el bolsillo. Es un amuleto. Es una estampa de la divinidad. Pero no se trata de ninguna adoración casta, ya que se masturba con ella a diario. Es su forma de orarle, de comulgar con la divinidad. Le dedica todo su deseo. Sus plegarias silenciosas e inconfesables. Todas las noches, antes de dormir, la mira y la acaricia con ternura.

viernes, 30 de agosto de 2013

La vida en cuatro tardes

Se me fue la vida en cuatro tardes, pero en cuatro tardes de domingo, que nunca pasó nada.

jueves, 29 de agosto de 2013

Urgencias

—¿Cómo se encuentra hoy el paciente?
—Doctor, lleva tres meses muerto.
—Hum, entonces quizá tengamos que abandonar el tratamiento.

miércoles, 28 de agosto de 2013

La exposición permanente

—Tu cuerpo tendría que estar en un museo.
—¿Tan bonito es?
—No, si lo digo por lo viejo que es.

martes, 27 de agosto de 2013

Extraños orgullos

El que plagia y siente suyas las alabanzas que recibe es como la actriz que, habiendo usado una doble de cuerpo, se enorgullece cuando alguien aplaude su supuesto desnudo.

lunes, 26 de agosto de 2013

Marcos, Mateo, Lucas y Juan

En la década de los ochenta, Marcos Fernández, Mateo García, Lucas Martín y Juan Rodríguez formaron la banda criminal conocida como «los cuatro evangelistas». Durante tres años, atracaron bancos y negocios a lo largo y ancho del país. Cuando robaban en un establecimiento, popularmente se decía que lo habían «evangelizado». Estos cuatro delincuentes, encontrándolo muy divertido, contribuyeron de forma activa a esto memorizando pasajes bíblicos y recitándolos en cada una de sus fechorías. Finalmente fueron detenidos, pero recibieron penas muy leves: menos de cinco años de cárcel. Esto fue así gracias a que en el juicio fueron defendidos por los abogados más prestigiosos, cuyos honorarios fueron sufragados por los obispos, que declararon que ciertamente los acusados eran unos criminales, pero también había que valorar que estaban predicando el Evangelio.

domingo, 25 de agosto de 2013

El periodista freelance

Nadie lo adivinaría a simple vista —dice el señor jubilado—, pero soy periodista. Diariamente redacto una carta al director sobre un asunto de actualidad y la envío a algún periódico. Soy ya un colaborador habitual de dos diarios conservadores, me publican con frecuencia. Tengo una carpeta llena de recortes de mis artículos. Mi hija me dice que estoy haciendo el ridículo y que me busque otra afición, pero yo creo que tiene celos de mi éxito. Ya verá cuando me den el Pulitzer y obvie su nombre en mi discurso, ya.

sábado, 24 de agosto de 2013

Manufacturando monstruos

El autor se sentó ante el ordenador con determinación. Por fin iba a escribir la novela, por fin iba a dar el gran paso. Esa noche no durmió, dedicó todas las horas nocturnas a redactar a velocidad de vértigo. Todo encajaba, iba tomando forma la historia que lo llevaría al Olimpo literario. Pero cuando llegó el amanecer estaba muy cansado. Se había terminado el impulso. Ni siquiera tenía fuerzas para releer lo escrito. Había fracasado, ¿dónde encontraría energía ahora? Se metió en la cama preguntándose si más tarde podría transformar lo escrito en un relato o dos.

viernes, 23 de agosto de 2013

La máquina fotográfica del tiempo

En nuestros laboratorios seguimos trabajando en una máquina para viajar en el tiempo, pero todavía no hemos logrado nada fiable. Por ahora, hemos logrado hacer viajes en el tiempo fotográficos. Le explico: con nuestra cámara digital usted podrá fotografiar el futuro o el pasado. El procedimiento es muy sencillo, basta con enfocar un lugar o una persona y seleccionar la fecha que uno quiere ver. La cámara clarividente, la llamamos, aunque otros dicen que es el culmen del voyeurismo y nos tildan de paparazzi del espacio-tiempo.

jueves, 22 de agosto de 2013

El extraño caso de Órbita 76

El 16 de agosto, el diario El Mundo publicó un «artículo» calificando Órbita 76 de «cómic que se mofa de los funcionarios». Yo, la verdad, me reí mucho ante algo tan delirante. Luego comprobé que mucha gente se hacía eco de la «noticia» y montaba en cólera; algunas personas tienen la extraña necesidad de ofenderse sin motivo. Porque no han leído el cómic y dan por buena una información que viene a decir que la Junta de Andalucía ha publicado un cómic expresamente para insultar a los funcionarios. Esto no resiste el menor análisis serio. Para empezar, el protagonista, el héroe de la historia (con el permiso del abuelo, claro) es un funcionario. En seis viñetas de un cómic de cuarenta y ocho páginas sale el padre del protagonista: su papel es el de padre castrador, padre que nunca valora los éxitos del hijo y está todo el rato buscándole las cosquillas. Me inspiré para esto en unos cuantos padres: el de Kafka, el de algún amigo, el mío... Bien. La misión de tal personaje en el cómic es la de servir de contraste al abuelo del protagonista, que le ofrece luego una aventura, soñar, etc. Así entendemos que el protagonista está encorsetado en un mundo adulto en el que no importa lo que haga, pues nunca le será reconocido su esfuerzo, mientras que su abuelo, esté loco o no, confía en él y blablablá. Cualquier persona que lea el cómic entenderá que el personaje del padre es un energúmeno, un gilipollas integral. Está hecho para caer mal. Entender, por lo tanto, que sus palabras tienen algún valor es no entender nada. Imaginemos por ejemplo que el cómic hubiera tratado sobre un chaval judío durante el nazismo. Imaginemos que fue adoptado, pero su padre adoptivo no sabe nada de su judaísmo (la madre sí). Imaginemos que el padre es partidario de Hitler y durante la cena vierte comentarios injuriosos contra los judíos. Imaginemos que el chaval defiende a los judíos y la madre se pone también de su parte. A mí lo que me costaría imaginar de todo esto es que alguien dijera algo como «la Junta edita un cómic que se mofa de los judíos».
Lo más curioso del tema es que ya han publicado dos artículos que faltan a la verdad y nadie se ha puesto en contacto conmigo, que para algo he escrito la historia. ¿Dónde ha quedado la ética periodística? ¿Se la han dejado en el otro pantalón? Está claro que no interesa la verdad, sino manipular a la opinión pública ensuciando de paso el trabajo y el honor de dos creadores que tuvieron la suerte de que su esfuerzo fuera premiado en un certamen de cómic.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Los dolores de cabeza

Desde que la chica se marchó, tiene fuertes jaquecas. Tan fuertes que incluso pierde la visión durante un rato. Es como si mi cabeza decidiera que sin ti no vale la pena ver nada, piensa tendido en el sofá, con los ojos cerrados y respirando pausadamente.

martes, 20 de agosto de 2013

Perspectivas

—En las fotos parece usted más alto.
—Es cosa de mi fotógrafo, que es bajito.

lunes, 19 de agosto de 2013

Del nazismo en la vida

Volviendo al tema de la crueldad adolescente, si la olvidé fue por el tiempo pasado, no porque nunca la experimentara. Nunca me dio por ejercerla, empero, que yo fui el típico adolescente con gafas y marginado. Pero sí la sufrí, la sufrí mucho y la olvidé al recibir la crueldad adulta, que es más sutil, más soterrada, más a fuego lento.

domingo, 18 de agosto de 2013

Tinta en el papel

Me llama una amiga para contarme, eufórica, que un ex amante ha escrito de ella en su novela. De forma disimulada, en varios personajes, pero es ella. Le doy la enhorabuena y lo cierto es que me produce algo de envidia. De mí nunca ha escrito nadie. No es que mis ex amantes hayan escrito novelas, pero algunas tenían blogs y nada (creo que una ex novia me insultó en el suyo, pero no estoy seguro). Yo sí he escrito de alguna, aunque tampoco creo que telefoneen a amigos para contarlo.

sábado, 17 de agosto de 2013

La lógica ociosa

—Buenas tardes, ¿le parece bien que su editorial esté a favor del asesinato de ancianas?
—¿Cómo? ¿Cuándo hemos dicho nosotros tal cosa?
—Aquí tengo una novela editada por ustedes en la que el protagonista asesina a una anciana para robarle. Crimen y castigo, se llama. De un ruso, además, lo que significa que no apoyan ustedes la literatura nacional, sino la extranjera. No sólo fomentan el crimen, también son ustedes unos antipatriotas.

viernes, 16 de agosto de 2013

Traducción al silencio

Ahora que se acerca mi trigésimo quinto cumpleaños, me da por echar la vista atrás. Sobre todo en este blog, que para algo tiene que valer registrar vivencias y pensamientos (llamémoslos así) durante más de nueve años. Uno pensaría que se vería una evolución, pero no; creo que las epifanías me las he dejado por el camino. Empecé a escribir aquí cuando tenía veinticinco años, era tan joven (aunque yo no me sentía especialmente joven, sentirse joven es de viejos), tan ingenuo. No es que haya cambiado gran cosa, aunque tengo más canas (tampoco muchas, creo). Qué sabe usted del mundo, podría preguntarme alguien y yo no sabría bien qué responder. Pues que huele mal, por ejemplo. No te fíes de las mujeres, que te atraen con sus bellos colores y luego te devoran (si tienes suerte). No te presentes a concursos de literatura, es una pérdida de tiempo. Pero en realidad estas cosas uno las dice por decir, como entonces, que tampoco es que hayamos aprendido mucho en todo este tiempo.

jueves, 15 de agosto de 2013

Mi libro

A veces tengo accesos de optimismo con respecto a mi libro. Pienso cosas como: seguro que será un éxito, sacarán varias ediciones y venderé, qué sé yo, mil ejemplares (es un optimismo exagerado, pero no demasiado irracional). Al fin y al cabo, hay cuarenta y siete millones de habitantes en este país, no puede ser tan difícil convencer a mil lectores (esto de los millones de habitantes lo pienso a menudo). Pero luego se me pasa, pienso en la cantidad ingente de libros que sale al mercado cada año y vuelvo a la realidad. Además, me pongo a pensar en la voraz crítica y se me ocurre que pasar desapercibido puede ser afortunado.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Cartas a Eva Braun

Soñé con un desierto de arena blanca, pero no era arena, sino polvo, el polvo en el que se habían convertido miles de huesos humanos. Soñé que no había nadie más, pero me pareció raro ser el único superviviente. Yo, que tan pocos méritos hice. Pero lo cierto es que no era ningún regalo esta existencia solitaria; quizá había muerto también yo y así eran los distintos infiernos personales: un continuo vagar sobre los otros muertos, pulverizados.

martes, 13 de agosto de 2013

El regreso

La puesta de sol. El regreso a casa en coche por la carretera, junto al mar. La sensación de que cada kilómetro nos acerca más a la realidad, pero siempre nos quedará el recuerdo. Estos momentos tan efímeros de clara belleza.

lunes, 12 de agosto de 2013

Del nazismo en la adolescencia

Escuchando en un bar a la chica de diecisiete años. Aprendiendo de la crueldad adolescente. Porque sólo merecen existir los bellos, viene a decir. Los bellos y jóvenes. Siempre que sean arios, claro, murmuro yo, pero creo que no me oye.

domingo, 11 de agosto de 2013

Ahora que ya estás aquí

Ahora que ya estás aquí, ¿qué esperabas? ¿Era la vida como imaginabas? Claro que entonces no imaginabas nada, pues eras un ente sin pensamiento, una unión de células entre dos personas que decidieron que era buena idea traer más gente al mundo. Así que ahora ya estás aquí y esto no te decepciona, pero es que no tenías ideas preconcebidas. Todo es nuevo, sorprendente, maravilloso. Te entretiene cualquier cosa, la repetición te divierte. Pero esto no será siempre así y te decepcionarás, sí, te decepcionarás, porque pronto vas a formar pensamientos de cómo tendría que ser el mundo. De pronto, vas a enmendarlo mentalmente. Porque está tan mal hecho, porque esto es el trabajo de un incompetente. Tú lo habrías hecho mejor. Con más felicidad personal. Con más protagonismo para ti y menos para otros. Pero tú todavía no sospechas nada de esto y te maravilla una y otra vez la misma acción, pues el infinito parece ser solamente eso.

sábado, 10 de agosto de 2013

El bebé

El bebé es un ser de corta edad diseñado apresuradamente. Su uso práctico está por determinar, aunque se le advierte cierto valor estético, sobre todo para el sexo femenino. Su imagen es reproducida con frecuencia para hablar de la inocencia. En general, representa todo lo que es puro, aunque produce cantidades industriales de heces y orina que los padres, con un encomiable espíritu masoquista, se encargan de eliminar. Siempre hay bebés en el mundo y sus gritos en la noche no dejan de oírse en nuestras ciudades. Se sospecha que quizá sean inmunes a las radiaciones atómicas, pero no existen estudios concluyentes.

viernes, 9 de agosto de 2013

El primer día

El primer día ha llegado ya para cientos de bebés recién salidos de fábrica. Esperan perfectamente uniformados y divididos en categorías, pues los hay de todo tipo y color. La vida os aguarda, se les dice, y tendréis que dar lo mejor de vosotros mismos. Sois todos únicos e inimitables, aunque producidos en serie por cuestiones de mantenimiento económico de la humanidad. Pensad que pertenecéis a algo mucho más importante que vosotros mismos: el conjunto. The big picture, que dicen los anglosajones. No os dejéis llevar por ideas individualistas de grandeza, conoced vuestro lugar en el mundo. Pero todo eso vendrá luego, ahora os espera la infancia: Volved locos a vuestros padres.

jueves, 8 de agosto de 2013

Las ventajas de la ignorancia

Si yo escuchara mi voz correctamente, quizá no hablaría nunca.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Los tiempos verbales

Le doy un azote a Sonia y se queja:
—¡Para! Eso dolió mucho.
—¿Dolió? Ah, bueno, entonces fue hace tiempo: ya lo habrás superado.

martes, 6 de agosto de 2013

Las voces de la razón

—Doctor, oigo voces.
—¿Y qué dicen?
—Me dan consejos financieros.
—¿Qué? ¿No le piden que se suicide o que asesine a alguien?
—No, me hablan de bonos de inversión, acciones de empresas que van a subir, etc. Es un sinvivir: me siento un tiburón de las finanzas, lo que no está mal del todo, lo peor es convivir las veinticuatro horas con mi consejo de administración imaginario.

lunes, 5 de agosto de 2013

Colarse

Hace meses, me escribieron desde una editorial para decirme que la obra que les mandé había pasado el primer filtro de selección y preguntarme si me interesaba que siguiera el proceso. Les dije que sí, claro, aunque las dudas me invadían. ¿Cuántos filtros serían? ¿Valía la pena clasificarse para cuartos de final y luego caer en los penaltis? ¿No sería cruel dar esperanzas a un autor antes de tiempo? Pero había que intentarlo, enfrentarse a lo desconocido como un explorador que buscaba algo inconcreto: las siete ciudades de oro, la fuente de la eterna juventud, El Dorado; en fin, en cualquier caso, la gloria o algo que, de lejos, se le parecía.

domingo, 4 de agosto de 2013

La juventud moderada

Yo soy joven con moderación, dice el hombre. Llevo una juventud sostenible porque la idea es que me dure toda la vida. No quiero que se agote, por eso la administro con sabiduría, en cantidades adecuadas y calculadas previamente.

sábado, 3 de agosto de 2013

El elemento externo

—Desde que te conozco, odio a la gente. Yo antes era feliz: vivía en la ingenuidad absoluta, creía que todo el mundo era inherentemente bueno. Ahora reconozco la fealdad que intentan ocultar las personas. No sé si me alegro o no.

viernes, 2 de agosto de 2013

Fin de la cita

Mariano, joven actor universitario, siempre leía las acotaciones como si fueran parte de la representación. Decía de pronto cosas como: «dirigiéndose al público». O: «tiernamente, le coge la mano a la chica». Cierta parte de la crítica estaba subyugada por esto y lo llamaba metateatro.

jueves, 1 de agosto de 2013

Saltando al vacío

El martes firmé mi primer contrato editorial (en solitario, que para el cómic firmé uno conjunto). Así que en octubre, si la editorial no quiebra antes, dejaré de ser un autor inédito. Seguiré siendo secreto, claro, que no creo que el libro tenga mucha difusión (me quejaré entonces de que en un país de cuarenta y siete millones de habitantes no consigo vender cien ejemplares). Pero el martes fue un momento fundacional, supongo, aunque sentí más miedo que otra cosa.