jueves, 31 de enero de 2008

Babeth

Quizás pueda reconciliarme con el mundo, pienso cuando miro a Babeth, desnuda, paseando sus espléndidos diecinueve años por la habitación. Desde la más sincera admiración le digo que su cuerpo me recuerda al de Ludivine Sagnier, pero ella ríe. Se acuesta a mi lado, acaricio su piel con devoción y no consigo abandonar la sensación de irrealidad. ¿De dónde ha salido esta chica?, me pregunto todo el rato. Una noche me hace leer a Piglia "con acento argentino" (sólo alguna frase). Para corresponder, ella me lee a la noche siguiente un poema de Boris Vian -en francés- y yo entonces menciono que una vez dije que quería una chica con la que hablar, en la cama, del señor Vian. El martes tiene que ir a trabajar y nos separamos durante unas horas; al cruzar la calle se gira para mirarme, como sabiendo que es una chica cinematográfica y se espera ese gesto de ella. Yo pienso, por enésima vez, que me encanta mi francesita de ojos verdes y que la vida, después de todo, quizás está llena de posibilidades.
Me perdona todas mis tonterías, como cuando pervierto el poema Aceituneros, de Miguel Hernández, y le digo: "Babeth, levántate brava/ sobre tus piedras angulares/ no vayas a ser esclava/ con todos tus lunares". Nos pasamos los días desayunando a las cuatro de la tarde y almorzando/cenando a las dos de la mañana. Una noche le da por comer naranjas y se compara con Arturo Bandini, y yo me digo que tendría que raptarla y vivir siempre con ella, aunque sus admiradores la buscarían por tierra, mar y aire.
"Creo que ni siquiera tú estás a salvo de tu embrujo", le susurro una noche, aprovechando que duerme.

jueves, 24 de enero de 2008

Maneras de vivir

-Lo perdido no era tan grato, ¿sabes? Pero algo habrá que echar de menos.

miércoles, 23 de enero de 2008

Un pequeño error

Todo comenzó con un pequeño error. Acababa de publicar mi última novela, que, al igual que las anteriores, estaba destinada a pasar totalmente desapercibida. O eso pensaba, porque un error de impresión me convirtió de la noche a la mañana en la nueva estrella de las letras españolas. El error fue que en la portada no aparecía como Claudio Martínez, que es mi nombre, sino como Claudia Martínez. De pronto se hablaba en todas partes de esa escritora que deslumbraba con su primera novela y que tan bien entendía la psique masculina. Mi novela se convirtió en un éxito de ventas, la crítica estaba entusiasmada, y los medios de comunicación llamaban a mi editorial para saber más de mí (o de ella, para ser exactos). Tras hablar con mi agente y meditarlo mucho, tomé la decisión más valiente: me sometí a una operación de cambio de sexo y abracé la gloria literaria que me había ganado.

martes, 22 de enero de 2008

Mensajes de móvil

Leyendo algunos mensajes que recibo, me gusta pensar que hay una literatura secreta de pequeños momentos, una literatura que no está hecha para perdurar. Normalmente muere al poco de nacer, está destinada desde el principio a perderse. Quizás quiero ver literatura en todas partes, pero me parece que se podría editar un libro recopilando todos esos mensajes que de forma breve dicen tanto. Yo me niego a borrarlos, en cualquier caso.

lunes, 21 de enero de 2008

Aves nocturnas

Son ya cuatro años de insomnio, querida. Y pienso que noches como ésta podría aprovecharlas contigo en vez de preocuparme por el exceso de comas.

domingo, 20 de enero de 2008

Drama

Estoy convencido de que las grandes tragedias las desencadenan pequeños acontecimientos, como una grieta diminuta que se forma en los cimientos, tan minúscula que nadie repara en ella, pero que va creciendo hasta derrumbar el edificio entero. Por eso me muevo con extrema cautela por la vida, en un intento, seguramente destinado al fracaso, de evitar todos esos desastres que, sin duda, están a la vuelta de la esquina esperando la más mínima excusa.

sábado, 19 de enero de 2008

Comedia

No se me da nada bien hablar con las chicas. Por las noches escribo un guión con todo lo que voy a decir y lo ensayo frente al espejo (si tengo la suerte de poseer una foto de la chica en cuestión, ensayo frente a su imagen). Al día siguiente, cuando hablo con ellas, interpreto el papel que tan bien he preparado. Pero mi interpretación es siempre horrorosa, absolutamente robótica. Tengo un gran libreto, pero el actor principal hunde la obra. Y encima las actrices se empeñan en improvisar.

viernes, 18 de enero de 2008

Desvelos

Imagino muchas vidas, todas diferentes. Tienen, no obstante, un elemento común: no hay ni rastro de mí en ellas.

jueves, 17 de enero de 2008

Digresiones

No siempre he sido calvo. Aquí donde me ve, participé en el mayo francés. Todo era idealismo en aquellos días. Idealismo y amor libre. Y melenas al viento, que me desvío del tema. Yo era un estudiante de psicología en la ciudad más bella del mundo y, armado con las ideas de Freud, desentrañaba el misterio de cada mujer que acababa conmigo en la cama. ¿Qué trauma tendrá para haberse acostado con alguien como yo?, me preguntaba. Hasta que conocí a la mujer de mi vida, en un cóctel que se celebraba en la Embajada de la Unión Soviética en París. Ella era una joven comunista que compartía su cuerpo alegremente con el resto de camaradas; yo era un prometedor psicoanalista que acababa de publicar su primer libro de autoayuda. El éxito de mi obra era tal que aquel día todo el mundo me pedía consejo. Sophie, pues ése era su nombre, me preguntó qué podía hacer ella para mejorar su vida. Cásese conmigo, contesté yo. Ella pensó que era un consejo profesional, cuando realmente era la sugerencia irracional de un tipo enamorado. Nos casamos esa misma noche. Pero quizás estoy hablando demasiado de mí, ¿no le parece?

miércoles, 16 de enero de 2008

Placebos

La esperanza es cara, el autoengaño es más barato.

martes, 15 de enero de 2008

Pasos de baile

Yo bailaba mucho, dice ella, pero ya no tengo tiempo. A veces bailo un ratito en casa, cuando estoy sola, y tengo la sensación de que la vida era mucho más sencilla antes.
Yo escucho atentamente y me la imagino bailando tal y como está vestida ahora, con esa falda de vuelo. Siempre me han gustado las chicas que se ponen faldas y vestidos, pero no se lo digo. En vez de eso medito seriamente durante unos segundos si sería buena idea hacerme el interesante diciendo algo como "los tipos duros no bailan". Luego pienso en decirle que podríamos marcharnos de aquí y amarnos como merecemos. Y que no importa si sale mal, porque yo siempre pensaré que valió la pena equivocarme con ella. "Y siempre serás el único error que repetiría, una y otra vez". Pero finalmente no digo nada, me limito a asentir y sigo bebiendo, aunque no puedo dejar de imaginármela bailando para mí.

lunes, 14 de enero de 2008

Excusas

Uno de mis hermanos, en su temprana infancia, solía tropezar y caer al duro suelo con una frecuencia indebida. Cuando había alguien cerca, se levantaba muy digno y, para evitar que se rieran de su caída, proclamaba: "yo quería caerme". Su respuesta, claro está, nos parecía aún más cómica. Pero la verdad es que mi actitud es parecida. Tanto derrotismo, tanto declarar de antemano que todo va a salir mal no es más que una forma encubierta de decir: "yo sabía que iba a caerme". Por si acaso alguien siente la tentación de reír cuando suceda.

domingo, 13 de enero de 2008

Bufón

Qué agotador es hacer reír a las chicas. Y la recompensa apenas cubre las mínimas necesidades vitales. "Nadie me hace reír tanto como tú", me dice A. antes de marcharse a casa, que su marido espera. Yo me quedo en la plaza con las palomas, que me miran con ojos bobalicones. Je.

sábado, 12 de enero de 2008

Avatares

-Los últimos meses de nuestra relación tuve una crisis creativa y dejé de escribir. Ella me lo reprochaba. Y yo le decía: ponme deberes, imponme disciplina. Luego me dejó y le escribí cincuenta poemas.
-¿Sirvieron de algo?
-¿Sirven alguna vez?

viernes, 11 de enero de 2008

Destino

Recuerdo el instante exacto en que me enamoré de ti. Lo recuerdo porque tuve la certeza de que era un momento importante de mi vida: mirándote supe que ya nunca sería el mismo, que todo había cambiado para siempre, que a partir de entonces todo me iría mal. Supe con absoluta seguridad que iba a dilapidar mi futuro en ti.

jueves, 10 de enero de 2008

Fingidor

Me presento en todas partes como el hombre que fui, aunque hace mucho que no lo soy. Supongo que se lo llevó alguna historia romántica que ya casi he olvidado. Aquella chica que pedía vino blanco en las hamburgueserías, por ejemplo. Quizás el hombre que fui malvive ahora en su trastero, junto a docenas de objetos viejos. O quizás sigue esperando bajo la lluvia, frente al teatro, a una bailarina que se retiró hace años. Es imposible saberlo. Pero yo digo a todos que soy aquel hombre. El parecido es innegable, en cualquier caso.

miércoles, 9 de enero de 2008

B.

Quería cambiar el mundo. Entonces te conocí y decidí que acostarme contigo era más importante.

martes, 8 de enero de 2008

De noche

Tengo veintinueve años, que es mucho más de lo que nunca esperé tener. Llevo gafas, tengo el pelo largo, barba, y una mirada triste que no seduce a nadie. Qué pocas chicas conozco en Málaga. Hacen todas su vida sin sospechar mi existencia. Crían los hijos de otros. Sueñan en la oscuridad que otros llaman a sus puertas. Yo me canso de la elegancia de mis noches solitarias y paseo, también elegantemente, por las calles vacías. Llamo a puertas al azar, pero nadie abre. No inspiro confianza, claro, sólo un loco pasea a estas horas. Pero es una locura tranquila la mía. Sólo busco un poco de compañía para pasar la noche.

lunes, 7 de enero de 2008

Rendez-vous

Puede que la encuentre,
pero será ya tarde para los dos.
Estaré demasiado roto para ella,
no sabrá qué hacer conmigo.

Yo, como un estúpido,
le reprocharé que no haya aparecido antes.

Discutiremos, en vez de amarnos.

domingo, 6 de enero de 2008

Capítulo 1250

Te busco en mis recuerdos y no te encuentro. Quizá aquella era otra, una que sólo se parecía a ti, y no me di cuenta. Una lamentable confusión, lo reconozco. Pero ya es tarde, ésa no eras tú.

sábado, 5 de enero de 2008

Publicidad

Nuevo Míchel Noguera. Fórmula mejorada. Ahora con un 15% más de nihilismo.

viernes, 4 de enero de 2008

Paseo espacial

"Te he estado buscando toda mi vida", repite ella antes de quedarse dormida en el sofá. Es una tarde de primavera y los rayos de sol que entran por los amplios ventanales llenan de calidez la estancia. Todo es perfecto, salvo por la ausencia de realidad. Pero no protesto y salgo en silencio de la habitación, para que no se despierte.

jueves, 3 de enero de 2008

3 de enero

Rechazo todo pensamiento positivo, toda esperanza. "No, no, esas cosas no me pasan a mí", pienso. Y me meto en la cama a dormir tranquilamente.

miércoles, 2 de enero de 2008

Sueño

Estoy en una habitación que tiene como único mobiliario una mesa y cuatro sillas, todo de madera. En la mesa hay cuatro platos y una olla. Destapo la olla para servirme, pero no contiene más que arena. Miro a mi alrededor y descubro pequeños montones de arena en las esquinas de la habitación. Cada vez hay más y pronto me llega a las rodillas. Por una puerta que no había visto antes entra una mujer morena vestida de negro. Se queda de pie junto a la mesa y me mira. Le pregunto qué está pasando. Creo que intenta contestarme, pero de su boca no sale ningún sonido, sólo arena.

martes, 1 de enero de 2008

Reinicio

Feliz navidad,
un próspero año nuevo,
y haikus tontos.