—Tenemos que hablar.
—¿Puedo solicitar clemencia?
—No seas tan dramático. Es sobre nosotros. De lo nuestro.
—Esa falda te queda estupendamente bien.
—Gracias, pero no trates de embaucarme. ¿Piensas en nuestra relación?
—Depende del momento.
—¿Eso qué significa? ¿Acaso piensas en otras?
—No, lo que quiero decir es que no pienso en nosotros cuando estoy defecando, por ejemplo.
—Me alivia saberlo, pero ¿adónde nos dirigimos?
—Si tenemos suerte y jugamos bien nuestras cartas, acabaremos en nichos consecutivos.
—Muy esperanzador, sí.
—Y romántico.
1 comentario:
No sé si ella ha entendido el piropo.
Publicar un comentario