domingo, 23 de noviembre de 2014

El dolor es distinto (2)

Pero es imposible domesticar al dolor. No hay manera de domarlo. Come cuando quiere comer, no cuando tú lo llamas. Tampoco puedes sacarlo a pasear (esto lo hemos intentado), es siempre él quien te conduce a ti.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Ya, es como un perro demasiado grande. Pero no lo magnifique mucho, que se viene muy arriba. Que está por ahí y tal, sí, es cierto, pero también existe el jamón serrano y la tortilla de patatas (una amiga mía muy sentida se me enfadó por esta misma declaración) (me vería muy prosaico, ella).