miércoles, 4 de junio de 2014

El finalismo (2)

Otra cosa curiosa es que te tratan como si fueras gilipollas. Simulan que todavía puedes ganar, que el jurado todavía no ha fallado y que lo hará el día en que se anuncia públicamente. El hecho de que te hayan escrito, es decir, que conozcan ya tu identidad, no tiene que llevarte a la lógica conclusión de que han abierto las plicas, claro. Lo habitual en los concursos es ponerse en contacto con el ganador con antelación para evitar cualquier problema (que el relato premiado haya sido galardonado en otro certamen antes, por ejemplo), para que tenga tiempo para acudir al acto, para que mande una foto y una biografía para los medios, etc. Muy pocos concursos funcionan a la manera de los Oscars, con sorpresa en directo para el ganador; quizá MálagaCrea y un par más, siempre certámenes juveniles y de modesta relevancia. Sin embargo, te tratan como si fueras idiota (vaya visión negativa de los autores, por cierto) y tú tienes que sonreír y seguirles el juego, que hablar del asunto con sinceridad sería considerado de mala educación.

2 comentarios:

Microalgo dijo...

Bueno, bueno, aleje el rencor de su corazón, que le va a subir la tensión.

Anónimo dijo...

Sí, así de podrido está el tema, por desgracia. Nada nuevo. Pero nadie le obliga. Ya sabe lo que hay, si tan traumático le resulta, deje de presentarse.