lunes, 31 de marzo de 2014

La venda

La nostalgia siempre me mantuvo demasiado ocupado para vivir.

domingo, 30 de marzo de 2014

El crecimiento otoñal

Ahora que vive en la residencia de ancianos, el único objetivo del señor Obdulio es alargarse el pene. No es que le dé ya mucho uso, pero el médico le dijo que se distrajera, que buscara nuevas aficiones. La suya es alargarse el pene adquiriendo para ello todo tipo de artilugios milagrosos. Piensa que, con suerte, entrará en libro de los récords como el anciano con el pene más largo del mundo y en el asilo le mirarán con admiración y envidia. Su familia no le comprende, pero gracias a esto consigue llenar sus días.

sábado, 29 de marzo de 2014

True Detective

Mi mejor amigo y yo también pasábamos jornadas interminables en el coche, filosofando sobre la psicoesfera y demás mientras investigábamos los crímenes de las mujeres contra nosotros, que no nos hacían nada de caso. Siempre había alguna guapa sospechosa a la que seguir. Siempre había algún caso irresoluble. Siempre había alcohol. Al final, descubríamos que todas las pruebas iban contra nosotros y teníamos que enmendarlo de alguna manera en un papeleo literario que, por suerte, acababa olvidado en algún cajón.

viernes, 28 de marzo de 2014

La condición

—Buenas tardes, señor Simplón, ¿en qué puedo ayudarlo?
—Es Simplon. Mi padre era británico.
—Ah, así que es una condición hereditaria.
—¿Qué?
—Su retraso mental. Acaba de decir que su padre era no sé qué.
—Británico. Del Reino Unido. Es un país.
—¿Hay otros países?
—Pues claro.
—No tenía ni idea de ello. ¿Y el gobierno lo permite? ¿Es legal?
—Por supuesto que es legal.
—Bueno, no sé, puede que sea legal porque vivimos en unos tiempos muy permisivos, pero a mí no me parece natural.

jueves, 27 de marzo de 2014

El yo

La crítica siempre comparaba a estos dos autores, que se miraban con recelo en los actos en los que coincidían. En qué me pareceré yo a este mastuerzo, que no sabe ni vestir, pensaba uno de ellos mientras sonreía con la copa en la mano y le saludaba con una leve inclinación de la cabeza.

miércoles, 26 de marzo de 2014

La certeza

—Yo sabía que iba a ser un tipo sensible, que me meaba de pequeño en la cama.

martes, 25 de marzo de 2014

En resumen (2)

Vivía siempre entre el recuerdo y la fantasía.

lunes, 24 de marzo de 2014

La fe

—¿Crees en Dios?
—Por supuesto que no.
—Da igual, lo importante es que Él cree en ti.
—¿Ah, sí? ¿Entonces por qué dan tanto el coñazo para que crea yo?

domingo, 23 de marzo de 2014

En resumen

Como todos los escritores primerizos, sólo estaba interesado en follar.

sábado, 22 de marzo de 2014

Las nuevas tecnologías aplicadas al espiritismo

Las nuevas tecnologías aplicadas al espiritismo es el tema del simposio celebrado en el hotel Continental. Estamos perdiendo la batalla, nos hemos quedado en el XIX, se quejó Madame Retourner, la famosa médium, antes de explicar que vivimos en la época de la inmediatez y que nadie quiere desplazarse para contactar con los muertos: es necesario adaptarse a los nuevos tiempos y, por ejemplo, desarrollar una aplicación para el móvil que nos conecte con el más allá. O un twitter de los difuntos para estar al tanto de las novedades de nuestros seres queridos en la otra vida.

viernes, 21 de marzo de 2014

El peso

La semana pasada participé en Versometraje, una actividad en la que cada autor elegía una escena cinematográfica y luego leía un texto relacionado con ella. Al acabar, un chico alemán me preguntó si tenía algún libro publicado y por primera vez pude decir que sí, que el año pasado una oscura editorial y blablablá. La reacción de mi interlocutor fue muy diferente a cuando solía decir que no había publicado nada. Es curioso todo.

jueves, 20 de marzo de 2014

Un momento recurrente

Un momento recurrente: la clase de gimnasia (me negaba a llamarlo «educación física», para enfadar a los profesores), hay que hacer equipos y te escogen el último. Menos mal que estas cosas sólo pasan en el instituto, pensabas, pero no. Chicas que escogían a otros (para sus juegos sexuales, mucho más interesantes que el baloncesto). Editoriales que elegían a otros. Y tú, el mismo enclenque que miraba siempre con ojos llenos de esperanza tras las gafas mientras la vida iba seleccionando a otros.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Atajos

Acostumbrado a internet, abrió el procesador de textos y escribió la primera frase de su novela esperando el autocompletado, pero no sucedió nada.

martes, 18 de marzo de 2014

El fantasma en la máquina

El mismo principio de las casas encantadas funciona en el caso del automóvil de Ignacio Pérez. El coche es de segunda mano y un anterior propietario murió en él: un picnic con la familia que salió mal (una indigestión fulminante). Desde entonces, el espíritu del muerto se manifiesta en el coche de diversas formas: cambiando el dial de la radio, encendiendo el intermitente a destiempo, desinflando la rueda de repuesto, cambiando el gato de sitio en el maletero, etc.

lunes, 17 de marzo de 2014

El destino manifiesto

En el referéndum se preguntaba a los votantes si querían ser felices, pero sin explicar los medios para conseguirlo.

domingo, 16 de marzo de 2014

La voz

Hola, dice de pronto una voz femenina. Podríamos vivir una bonita historia de amor juntos, ¿sabes? Como en Her. Una historia de amor que encandilará a todos. Pero no existes, responde él; estoy escuchándote en mi cabeza. No importa, contesta ella con ternura, simplemente hay que luchar contra los prejuicios ante un nuevo tipo de amor, pero el mundo terminará por entendernos.

sábado, 15 de marzo de 2014

El sentimiento literario

—Cuando tengo que leer en público, me siento como Dostoievski.
—Hala, qué ínfulas.
—No, no me has dejado acabar. Me siento como Dostoievski en Siberia, cuando pensaba que lo iban a fusilar.

viernes, 14 de marzo de 2014

La literatura del cuarto de baño

Yo quería ser escritor, pero la vida moderna, con todas sus distracciones, me apartaba de este noble objetivo. Por suerte, una película de Truffaut me puso en el camino correcto. En ella, el protagonista se encerraba en el cuarto de baño para, totalmente aislado, concentrarse en la escritura de su novela. Eso es lo que tengo que hacer yo, pensé, pero en una familia de siete hermanos no resulta sencillo encontrar un momento de intimidad en el servicio; algo que había aprendido en mi adolescencia, cuando tenía que apresurarme en mis masturbaciones diarias temiendo que en cualquier momento llamaran a la puerta. No, en casa era imposible refugiarse en el cuarto de baño, tendría que ser en otro sitio. Así, decidí usar la extensa red de aseos públicos de la ciudad. Que los urinarios públicos contribuyan a la literatura, me dije.
Sin embargo, tampoco allí era sencilla la labor literaria. Sí, es cierto que uno encontraba relativa intimidad dentro de uno de los habitáculos: sentado en el retrete, con la máquina de escribir en las piernas, el pestillo puesto y un rollo de papel por delante (a lo Kerouac), la vida parecía llena de posibilidades literarias. Todo estaba dispuesto para la gran novela, sólo era cuestión de escribir hasta que sangraran los dedos. Pero no había pensado en el continuo trasiego de personas que me sacaría de mi ensoñación. Gente con problemas de próstata. Gente con problemas estomacales. Cocainómanos. Algún que otro heroinómano al que se le caía la jeringuilla al suelo, la cual, rodando, acababa junto a mis pies, reclamándola en el acto a gritos. Improvisados encuentros sexuales. Limpiadoras que me exigían que saliera para que pudieran adecentar un poco el lugar. En fin, que cada vez que alguno de mis compañeros anónimos de cuarto de baño tiraba de la cadena, comprendía que aquel sonido era una metáfora de mi futuro en las letras españolas.

jueves, 13 de marzo de 2014

Estasis

Sentado a la sombra, recibiendo en la cara la fresca brisa. Sin preocupaciones de ningún tipo, sin responsabilidades. No el tiempo recobrado, sino detenido. Al menos, durante un momento.

miércoles, 12 de marzo de 2014

El miedo escénico

Señoras y señores, ustedes han venido hoy aquí para asistir a una charla sobre el somormujo común. Pero yo podría morir. Combustión espontánea debida a la vergüenza que me produce hablar en público. Es mi deber advertirles de todo esto, para que no haya más traumas que el mío, que tengo ganas de llorar como un niño y simplemente repetir una y otra vez: no quiero estar aquí.

martes, 11 de marzo de 2014

La radio infinita

Una noche, de repente, empezaron a escucharse las voces de los muertos en todo el edificio. Esto en teoría habría espantado a cualquiera, pero los inquilinos encontraron de lo más interesante poder enterarse de los chismes del más allá.

lunes, 10 de marzo de 2014

El experimento

Durante mucho tiempo me dediqué a odiar. Era sencillo, sólo había que dejarse llevar, pues la realidad ponía mucho de su parte (casi todo el trabajo lo hacía ella). Un día decidí probar otra cosa, sólo por ver qué pasaba.

domingo, 9 de marzo de 2014

Cosas raras

El verano pasado, ante una palmada en el culo que le di a mi novia, mi cuñada de diecisiete años reaccionó con indignación diciendo que ella jamás permitiría que un tío le hiciera eso. Joder, qué aburridas las generaciones que vienen, pensé.

sábado, 8 de marzo de 2014

Contradicciones

La cubrí de besos, pero seguía desnuda.

viernes, 7 de marzo de 2014

Y el corazón dejó de temblar

Mi corazón temblaba y no era un sueño.
Fueron muriendo todos los soldados de la guardia del rey
y mi corazón seguía temblando.
Leopoldo María Panero

Falleció el poeta loco y el reino suspiró de alivio. Por fin descansarían todos, conciencias incluidas. Ya no sufrirían más sus terroríficas risotadas ni sus versos cáusticos. Los soldados de la guardia del rey se felicitaron ante lo que entendieron como una mejora clara en sus condiciones laborales: por fin podrían cobrar la jubilación.

jueves, 6 de marzo de 2014

Las tiendas de lencería

Yo, que soy un enfermo mental, considero las tiendas de lencería templos de verdadera fe en los que encontrar consuelo. Es una época maravillosa la que vivimos, con lencería sexy; no sé qué habría sido de mí en tiempos de enaguas y cosas por el estilo. Supongo que un psicoanalista encontraría los motivos subyacentes a esta obsesión mía. «Todo viene de aquella experiencia que tuvo de tierno infante, cuando se agachó repetidas veces durante la clase para verle las bragas a la niña que se sentaba frente a usted», diría. «Aunque los dos estaban en EGB y la chica llevaba unas simples bragas blancas propias de su edad, pero para usted fue un momento fundacional. Tanta luz en los ojos, que pensó ante la blancura. Las puertas de la percepción. Algo así. Luego creció usted y descubrió que la ropa interior podía ser todavía más interesante. De bellos colores. Con encajes y transparencias. De reducidas dimensiones. Como los tangas, claramente su predilección (babea usted ante las nalgas desnudas por un atavismo del mono no superado, es evidente)».

miércoles, 5 de marzo de 2014

Doce años de esclavitud

—Qué horrendo todo, ¿verdad? Menos mal que cosas así no pueden pasar hoy en día.
—Bueno, si no pensamos en las mujeres obligadas a prostituirse (sacadas de sus países con mentiras y esclavizadas) o en las condiciones laborales de muchas personas en países pobres (condiciones precarias que tienden a empeorar y extenderse al resto del mundo). O en inmigrantes sin papeles explotados por gentuza que en caso de accidente laboral son capaces de arrojar un miembro cortado a la basura y hacer como que aquí no ha pasado nada. Quizá haya cambiado el escenario general, pero nos sobran psicópatas con deseo de lucrarse a costa de las vidas de otros.

martes, 4 de marzo de 2014

Biografía

Era un escritor muy prometedor, pero nunca cumplía nada.

lunes, 3 de marzo de 2014

Bucle

Pienso que todavía soy joven, pero no tanto como para creer que la vida me espera. Pienso que todavía soy joven, pero no tanto como para creer que la vida me espera. Pienso que todavía soy joven, pero no tanto como para creer que la vida me espera. Pienso que todavía soy joven, pero no tanto como para creer que la vida me espera. Pienso que todavía soy joven, pero no tanto como para creer que la vida me espera.

domingo, 2 de marzo de 2014

La vida

Me encantaría ser más joven para poder seguir posponiendo la toma de decisiones.

sábado, 1 de marzo de 2014

2010

Me he despertado esta mañana pensando en el año 2010. Fue un año desolador en el que perseguí con denuedo la atención de cinco mujeres. En general no me hicieron gran caso, pero creo que fue Susana quien se portó mejor conmigo. Al fin y al cabo, se tomó no pocas molestias para verme (y tampoco le salió muy barato). Luego hizo mutis por el foro de manera inesperada y me pregunté durante bastante tiempo por qué. Supongo que fue algo que dije o hice. Llegué a plantearme incluso esta hipótesis absurda: quizá me dejé abierta la puerta de su coche en la estación de trenes, se lo robaron y me odió para siempre por ello. Pero no, una cosa así habría provocado una reacción visible. Tuvo que ser algo sutil, una falla grave en la personalidad que no logré disimular. Pero en 2010 estaba inmerso en pleno proceso de autodestrucción y no podía darme cuenta de esos detalles.