sábado, 31 de agosto de 2013

La diosa portátil

El chico lleva siempre una fotografía de una mujer desnuda. Bien escondida, es sólo suya. La guarda a menudo entre las páginas de un libro de texto. A veces se queda absorto mirándola en clase y el profesor piensa que es un chaval muy aplicado. No sabría qué hacer sin la foto. Se siente seguro con ella en el bolsillo. Es un amuleto. Es una estampa de la divinidad. Pero no se trata de ninguna adoración casta, ya que se masturba con ella a diario. Es su forma de orarle, de comulgar con la divinidad. Le dedica todo su deseo. Sus plegarias silenciosas e inconfesables. Todas las noches, antes de dormir, la mira y la acaricia con ternura.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Si la foto es de Mónica Belucci, que sepa ese descerebrado QUE ES MÍA Y SOLO MÍA!!!

Cochino.