Se había pasado todo el día pintando la pared y al terminar me dijo: «he aquí la constelación de Casiopea». Yo le pregunté si estaba segura y ella contestó que sí y que bajara las persianas. Al quedarse la habitación a oscuras, empezaron a brillar estrellas en la pared. «¿Ves? Estamos navegando por el universo: es magia», dijo ella. «Es pintura fosforescente», contesté yo. «Es astronáutica fácil», repuso ella.
2 comentarios:
Recuerdo mi pieza de niño repleta de dichas estrellas fosforescentes. Mis padres decidieron que era una buena eleccion como papel tapiz. Nunca me gusto y creo que es el causante, en cierta forma, de que no mire al cielo estrellado y que mi vista se fije solo en el horizonte
"Pintura fosforescente"... ¡Cortapunto!
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