domingo, 6 de noviembre de 2022

Endeble

Había pasado un mes de la muerte de mi padre y me habían destinado a un pueblo de Huelva para hacer una sustitución de unos días. Me alojaba en un hotel bastante confortable, la verdad, pero cada noche colocaba la silla contra la puerta de la habitación, como si quisiera protegerme de mi propia fragilidad o algo parecido.

No hay comentarios: