Sí, parafraseando el título de la famosa novela de Hemingway. En este caso, Sonia es la enfermera, que me aplica con dedicación y puntualidad británica las gotas en los ojos. Yo ya la quería previamente, pero sus cuidados hacen que la quiera todavía más. Qué bonito que te cuiden cuando estás herido (aunque la herida sea para poder deshacerte de la miopía).
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