Una cláusula de mi nuevo contrato editorial me prohibe publicar otro libro individual en los primeros seis meses. Supongo que para no hacerme la competencia a mí mismo. Una especie de cuarentena, como la que tuvieron que pasar los hombres que fueron a la luna. Salvando las distancias, que lo mío son ciento ochenta días y lo de ellos sólo veintiuno. Aficionados.
2 comentarios:
Clausura, postraciones y humillaciones. En algún punto de ese contrato debe haber una referencia explícita a la próstata.
Qué curioso. No tenía ni idea.
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