lunes, 31 de diciembre de 2018
Balance de un año de contrastes
Este año ha sido como montarme en una montaña rusa, pero no por emocionante, sino por la sensación de mareo y nauseas. Allá por mayo me descatalogaron mi primera novela y me embarqué en un proceso para salvar de la destrucción unos trescientos cincuenta ejemplares. Por suerte, salió bien y ahora me dedico a regalarlos por doquier. También finalizaron los otros contratos editoriales que tenía firmados. Volvía a la casilla de salida. A mis años. Todo parecía perdido, pero es habitual que en las obras de ficción el héroe se reponga de sus heridas y triunfe cuando todo se veía de lo más negro. En mi caso, recibí el sí de una editorial y sólo hace unos días que firmé el contrato para que mi segunda novela se publique en febrero. 2019 se presenta interesante.
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1 comentario:
Estoy comentando con mucho retraso: ya me la he leído.
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