domingo, 10 de junio de 2018

El secuestro (3)

—En realidad no quemamos los libros descatalogados, nos hemos dejado llevar por el deseo de crear una imagen poética, aunque un tanto manida.
—¿No? ¿Entonces qué hacen con ellos? ¿Trituran sus hojas como si se trataran de secretos de estado?
—Nada de eso, mucho mejor. Los convertimos en pasta de papel y ésta se destina a la publicación de nuevos libros. Reciclaje. ¿Se da cuenta de las implicaciones? Su libro se convertirá en otro libro. Un libro que seguramente será mucho mejor, por cierto.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Joputas.