Los relatos se me acumulan como enfermos a un médico y lo peor es que hay pocos que puedan salvarse. Algunos agonizarán durante mucho tiempo hasta que sean finalmente enterrados entre archivos sin valor y otros sufrirán mutilaciones, transfusiones de palabras e incluso algún trasplante de otros relatos. Quizá haya esperanza para ellos, pero seamos cautos.
2 comentarios:
Ese peazo libraco no te va a salir de otro sitio que no sea de componer y coser esos retazos.
Estoy de acuerdo. Pero un libro de relatos tampoco sería un ítem despreciable.
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