domingo, 1 de noviembre de 2015

Blasones

No, lo siento, amigo, ésta es la aristocracia literaria y los concursos son como títulos nobiliarios. En vez de ser, por ejemplo, Duque de Alba o Marqués de Villena, uno puede ser premio Planeta o Nadal. ¿Y quién es usted? A lo sumo, un barón de poca monta, un hidalgo con pocas tierras y encima improductivas: secarrales que a nadie importan. En la Corte nos reímos de gente como usted, por mucho que crea que pertenece a la nobleza de las letras.

1 comentario:

Microalgo dijo...

... cosa que tiene poco que ver con la calidad de la persona, en el sentido opuesto al que usaba Cervantes.

Cosas de la consanguinidad, que se da mucho "allá por arriba". Y así salen los muchachos, que están todos afroilanaos.