sábado, 10 de mayo de 2014

Todas las mujeres del abecedario

—Hola, estaba ahí sentado y no he podido evitar fijarme en ti. Eres preciosa.
—Muchas gracias.
—¿Cómo te llamas?
—Laura, ¿y tú?
—Vaya. ¿Laura? Entonces lo nuestro no puede ser, que la ele ya la tengo.
—¿Qué?
—Verás, me he propuesto tener a todas las mujeres del abecedario antes de sentar la cabeza y casarme. Tengo casi todas las letras, pero va pasando el tiempo y ya no puedo permitirme repetir. Entiéndelo: si te llamaras Zoraida, sería distinto.
—Nunca pensé que me vería reducida a una letra del abecedario.
—No es nada personal.
—Eso es evidente, sí.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Respuesta de ella:

"Y bueno, habría sido imposible, de todas maneras, porque yo hago lo mismo y la G de GILIPOLLAS ya la tengo cubierta".