miércoles, 25 de diciembre de 2013

Roma, ciudad santa

Ya sé que usted no cree que mi dios nació de una virgen, ni que un rey sanguinario intentó acabar con su vida de tierno infante, ni tampoco que ascendió a los cielos como la divinidad que era. Pero esta ciudad no sería lo que es sin Rómulo.

1 comentario:

Microalgo dijo...

No sería lo que es sin Giordano Bruno.