martes, 23 de julio de 2013

Las falsas invitaciones

En una entrega de premios, solo en un rincón, sintiéndome como alguien que se ha colado en una fiesta privada. Como si ser finalista consistiera en molestar. Aquí sólo importan los ganadores, hijo, ¿para qué has venido de tan lejos?, parecen decir sus miradas, aunque sus miradas raramente se posan en mí. Es más bien su desinterés quien me habla: a los finalistas los queremos sólo para que rellenen el libro de los ganadores, no los necesitamos para nada más. ¿Por qué no te marchas a casa? Aquí no tienes sitio, no eres uno de los nuestros.

3 comentarios:

Sr.Pérez dijo...

Permítame dejar un comentario en plan "cita de celebridad".
Allá va:

"Todos los ganadores fueron finalistas" Sr.Pérez 1975-2014

Gracias. De nada.

Microalgo dijo...

Ahora sí que está Usted en el País de la Psicopatía.

Intégrese, hombre, deslúmbrelos con su fraseo, déjelos a ellos de piedra y a ellas temblonas.

¡Que no se diga!

Maria dijo...

A muchos, de los que no miran,les gustaría ser finalistas.
Saludos.