Aquí, en la periferia de la literatura, en mi chabola mental. Hace un rato ha pasado un pájaro, yo lo he saludado. Desde aquí a veces se ve la ciudad, cuando la polución lo permite. Imagino en ella a los escritores de verdad: conduciendo cochazos de lujo, con estrellas de cine al lado y drogas de diseño en la guantera. Quizá el cuerpo de algún crítico en el maletero. Vete a la gran ciudad, hazte un nombre, susurra una voz en mi cerebro. O quizá haya sido esa rata de allí que me mira de forma insistente.
1 comentario:
En la gran ciudad se encontrará Usted con un inopinado enemigo (un tal Míchel Noguera), que le va a hacer la vida imposible.
Ah, y se pasa más hambre. Si no tiene allí a una tía adinerada, no lo intente.
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