lunes, 2 de mayo de 2011
El Caribe
La primera noche fuimos a cenar al bar Caribe, que estaba cerca de su piso. Cuando llegamos parecía que estaba cerrado, pues estaba a oscuras. Resultó que estaba abierto, pero había un problema con el suministro eléctrico, así que cenamos a la luz de las velas, circunstancia que aprovechó ella para subrayar que la primera noche era romántica y que era mérito suyo. Esto fue en invierno. Pasaron los meses y seguíamos prometiéndonos volver a vernos, aunque yo había dejado de creer en ello. Una noche me dijo: en el Caribe han sacado ya las mesas a la calle. Qué pena, ya no pasaremos frío en el Caribe, contesté yo. Bueno, pues pasaremos calor, respondió ella. Y jugábamos con esa ambigüedad, pero, en cualquier caso, el Caribe quedaba muy lejos de nosotros.
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2 comentarios:
Jodida ambiguedad femenina...
te sigo ;-) me ha parecido interesante
Son imposibles, a veces. Muchas.
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