Málaga me da sueño. Esto, claro, es una manera de decir que me aburre, pues ya me gustaría a mí que me diera sueño de forma literal. Una ciudad en la que dormir. Pero no. Málaga, en realidad, me da insomnio. O no me lo quita, al menos.
Lo mismo se le ha quedado chica. Pero le puede preguntar a Juan Antonio Muriel qué tal le va a uno yéndose. Sería quien pudiera darle un punto de vista con experiencia propia. Yo, siempre que me he ido, ha sido con intención de volver, y eso no cuenta.
Las raíces tienen su cosa buena (te anclan al suelo) y su cosa mala (que te anclan al suelo). Ya ve, qué cosas.
2 comentarios:
Lo mismo se le ha quedado chica. Pero le puede preguntar a Juan Antonio Muriel qué tal le va a uno yéndose. Sería quien pudiera darle un punto de vista con experiencia propia. Yo, siempre que me he ido, ha sido con intención de volver, y eso no cuenta.
Las raíces tienen su cosa buena (te anclan al suelo) y su cosa mala (que te anclan al suelo). Ya ve, qué cosas.
Comparto esta misma sensación desde hace años.
Tanta ciudad para esta chatarra existencial.
Publicar un comentario