—La reencarnación es, sin duda, una idea de lo más práctica, pues con ella tendríamos varias vidas para ensayar y la última sería un alarde de perfección.
—Ya, pero tendríamos ventaja respecto a los que estuvieran viviendo sus primeras existencias y esta inmoralidad nos condenaría a repetir la experiencia una y otra vez, afectando a su valía.
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