Todos queremos ser amados, claro que sí, dijo ella. ¿Te crees que a mí no me gustaría quererte también? Sería tan bonito encontrarnos de esa manera, suspiró. Entiéndeme, no es por quitarte importancia, pero yo soy aquí la verdadera víctima del desamor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario