martes, 2 de junio de 2020

La casa de los muertos

Imagino a menudo a los críticos como jueces de un tribunal de apelación que decide los libros que mueren y los que viven. Expedientes que cuentan con una alta recomendación: merece la luz del sol, que este título sea reivindicado. Expedientes que ni siquiera ojean: que perezca en el olvido, carece de interés su caso. Y los veteranos del penal siguen aferrados a la tonta esperanza de que se haya traspapelado su expediente.

1 comentario:

Ikana dijo...

Pueden ir a otro sitio, ¿o es así para todos?