—Pues sí, ha quedado buena tarde.
—¿En serio? Se suponía que íbamos a hablar de lo nuestro.
—Era por romper el hielo.
—¿Insinúas que soy fría?
—¿Qué? Nada de eso. Era un hielo figurado, una expresión.
—Contigo siempre es así: nada más que figuraciones.
—Es bonito eso. Significa que soy un soñador.
—Pues es un problema grave. La vida no está compuesta de sueños, sino de realidades
—Perfecto: entonces no hay nada que discutir.
—¿Cómo dices?
—Ya sabes, sobre lo nuestro: es una realidad, no un sueño.
3 comentarios:
Mas claro el agua... ya sabes, dos no discuten si uno no quiere. Saludos.
Atente ahora a las realidades y a sus pesadillas.
Malos tiempos para los circunloquios.
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