En abril se cumplirá ya un cuarto de siglo de la muerte de Kurt Cobain. Qué rápido pasa el tiempo, aunque sea una frase carente de originalidad. Recuerdo la primera parte de los noventa grises y lluviosos, como si hubiera pasado mi adolescencia en Seattle, pero sé perfectamente que esto es un engaño de la mente, en el sur de España hacía buen tiempo casi todo el rato. Supongo que los recuerdos registran a menudo el estado de ánimo de tal forma que tergiversa los detalles.
2 comentarios:
Medio siglo no, coñe. Un cuarto. No corra tanto.
Coño, qué lapsus. Corrijo.
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