martes, 4 de septiembre de 2018

Crimen y castigo

Recibí un accésit en un certamen literario cántabro y me informaron de que el trofeo lo habían hecho los presos de un penal cercano. Lo vi muy cruel. ¿No bastaba con la cárcel? No, también tenían que hacer manualidades para escritorzuelos.

1 comentario:

Microalgo dijo...

¿Y pincha, el trofeo?