Las nieves del tiempo, como dice el tango, van plateando mi barba. Y mi bigote. En el pelo no tengo tantas o, al menos, no son tan visibles. Pero tenerlas ahí no sería tan grave, puesto que son las canas en el rostro las que desmienten mi pretensión de juventud. Por suerte, la solución a este problema es evidente: el afeitado.
3 comentarios:
Luego vendrán las de las cejas.
Esas duelen....
Pero incluso la barba de recién levantado delata las canas, no hay más que ver a Will Smith. Lo bueno es que en la barba las canas quedan bien, como demuestran Clooney o Mel Gibson.
Las peores son las de las orejas y las de la nariz.
Anda que no.
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