Primero se estropeó el frigorífico y, un par de meses después, la lavadora. ¿Solidaridad entre electrodomésticos? ¿Una enfermedad contagiosa para las máquinas? Quizá simplemente obsolescencia programada, aunque maravilla tal nivel de coordinación. Tal vez se trataba del fin de la civilización, que, por algún extraño motivo, comenzaba en mi cocina.
1 comentario:
Es que las averías nunca vienen solas.
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