miércoles, 13 de julio de 2016

Cainismos

—Hereda mis odios, hijo, y llévalos siempre con orgullo.
—No es gran cosa lo que me dejas, padre.
—Piensa que un día será todo lo que tendrás.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Hay que leer a los clásicos. ¿Vengarse, o parar la rueda de destrucción perdonando a los enemigos y aparentando ser un cobarde?