domingo, 21 de febrero de 2016

Pecados

—Ave María purísima.
—Sin pecado concebida. Dime, hijo: ¿tú te tocas?
—A veces, padre.
—Mal, hijo, mal. Eso es un pecado grave. La próxima vez que lo hagas, piensa en Jesús.
—¿Es menos pecado entonces?

1 comentario:

Microalgo dijo...

Mmmm, sssíí, con esas barbitas tan monas...

(Aproveche, que apostatar sale por una pasta: a ver si hay suerte y lo excomulgan).