viernes, 13 de marzo de 2015

La lectura

Era un hombre que leía muy poco, pero él no tenía la culpa. Le ponía nervioso que lo mirasen mientras leía, lo que es un grave engorro cuando se padece de manía persecutoria.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Huy. Mal rollito, sí. Mejor el audiolibro. Claro que uno puede pensar que los demás susurran cosas malas de él y... na. No hay manera.