martes, 10 de marzo de 2015

A vuelapluma

Uno se acostumbra a todo, ¿sabe? Al final, estás cómodo en tu papel de perdedor y te sientes un farsante cuando intentas ser quien no eres. Somos seres de costumbres, es fácil condicionarnos. Nos creemos especiales, mejores que los simples animales, pero eso no es más que autopropaganda.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Está clarísimo. A mucha gente le desasosiega mi respuesta cuando me preguntan si creo en el más allá. Les contesto preguntándoles si creen que haya "un más allá" de las lombrices de tierra. Si me dicen que no (que suelen, a no ser que sean unos sofistas tarados, porque esos siempre replican "¿Por qué no?"), les digo que entonces de los humanos tampoco, porque entre las lombrices y los humanos hay una cadena ininterrumpida de ensayos y errores (y algún acierto) de la evolución, y ven tú a decirme en qué punto empiezan los masallases. ¿En los crustáceos, en los tunicados, en los vertebrados, en los mamíferos? ¿O solo es el hombre? ¿Los gorilas no? Ay, pobrecitos.

Y así. Los biólogos somos odiosos, es cierto (sobre todo para los testigos de Jehová).