domingo, 24 de agosto de 2014

La cena de los editores

Soñé que los editores más importantes del país celebraban una cena de alto copete y yo trabajaba como camarero en ella. Llevado por un impulso de bravura inusual en mí, cogí el manuscrito de mi novela (esto de manuscrito es un decir, que está impreso en letra Arial de tamaño 12) y se lo serví en una bandeja a Herralde, que lo miró con los ojos muy abiertos antes de tocarlo con el tenedor y reclamar de nuevo mi presencia de manera apremiante. Con el corazón desbocado de adrenalina y esperanza, volví a su lado. Me dijo:
—¿Qué es esta puta mierda? Yo he pedido filet mignon.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Lo raro es que no pidan directamente un best seller, muy hecho.