sábado, 19 de abril de 2014

El paseo

Nunca me ha gustado la Semana Santa. De pequeño, me daba un miedo atroz ese ambiente tan tétrico, el culto a la muerte. Ahora que soy adulto (más o menos) lo observo todo con estupor. Gente que pasea a velocidad de tortuga a sus divinidades. Que le dé el aire a nuestro dios, podrían gritar, pero seguramente eso sería considerado irrespetuoso.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Una amiga mía cubana se espantaba muchísimo de las procesiones.

Y con razón.