martes, 2 de julio de 2013

El casero

El señor Dresswell, el casero, llama a la puerta de la señora Brown.
—Buenos días, vengo a que me pague el alquiler.
—Así, en frío, sin conocernos apenas.
—Es una transacción comercial, pero tengo un poco de tiempo.
—Pase, pase, que voy a mirarle los chakras.
El señor Dresswell espera que sea jerga para algo sexual, pero la señora Brown lo conduce a un sillón y le hace sentarse sin quitarse nada de ropa.
—Muy mal, usted no pasaría la ITV —dice mientras le toca los hombros, que tiene algo tensos.
—Soy un hombre lleno de obligaciones.
—Se nota, se nota. Pero usted en tiempos era un hombre enérgico y vigoroso, un macho alfa.
—Así me llamaban en la mili —dice el señor Dresswell hinchándose como un globo aerostático—. Gané varias medallas en el desempeño de mi labor —añade, pero obviando que las medallas fueron por limpiar las letrinas.
—Claro que sí —dice la señora Brown—. ¿Qué medallas no podría ganar usted? La vida es su campo de juego. La vida es una joven virgen que se le ofrece para que la desflore.
—Así lo veía yo, sí —dice entusiasmado—, pero mi psiquiatra me dijo que eran pensamientos peligrosos.
—Un psiquiatra es un castrado que sólo sirve para cantar en la ópera. Usted en cambio tiene unos testículos envidiables, llenos de furia divina. Unos testículos que podrían estar en el sistema solar y rivalizar con Júpiter.
—Bueno, no sé, tal vez. Exagera usted quizá un poco.
—No exagero nada. Míreme a los ojos, señor Dresswell: la vida es suya y si no la ha tomado todavía es sólo porque usted no ha querido. Usted deja que la vida pasee por ahí libre. Así que salga, salga ahora a la calle y no vuelva hasta que no haya tomado lo que por derecho le pertenece.
—¿Pero ahora? Tengo la agenda llena y...
—A la mierda la agenda, a la mierda los compromisos. Lo primero es lo primero y se está haciendo tarde. ¡Salga! ¡Salga y haga suya la vida!
—¡Sí! ¡Así haré, señora! —grita ardorosamente el señor Dresswell antes de salir por la puerta y no volver nunca más.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Se fue derecho al Bronx y gritó "sois unos negratas de mierda", o algo así...