miércoles, 15 de mayo de 2013
La feria del libro
Hoy firmo ejemplares del cómic en la feria del libro de Málaga, después de años de estar sólo en la periferia del libro. Es extraño. De todos modos, mi nombre no aparece en casi ningún sitio: se centran en el dibujante, que es lo que suele pasar en España con los tebeos. Es también extraño seguir siendo invisible en estas circunstancias, pero en realidad es algo común a los guionistas. En cualquier caso, la preocupación ahora es si estaremos sentados durante dos horas sin firmar ningún cómic. ¿Cómo irán las ventas? Yo soñaba con que fuera un objeto de deseo y que el título fuera de boca en boca como la nueva droga o algo así. ¿Y si no viene nadie? ¿Y si no vienen groupies para que les firmemos los pechos? Ser autor es estar necesitado de cariño.
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4 comentarios:
Hombre, lo de las groupies es mucho pedir, jajaja, pero seguro que va mucha gente. Suerte!
Y bueno. También puede tomar notas al ver pasar a la peña.
O, como hizo Félix J. Palma, firmarle a la guapa de la clase, que no le hizo ni puñetero caso en el colegio, un ejemplar mientras ella ahora le tira los tejos...
"Cuando la conversación se extinguió, en la mirada de ella él pudo descubrir al fin lo que siempre había querido. Pero ya era tarde para aceptar lo que le proponían sus ojos. Podía pedirle el teléfono, atreverse a llamarla a escondidas de su mujer, invitarla a un café, tenerla en los brazos ahora que ya la habían tenido todos, descorchar al fin ese vino que ha estado cogiendo polvo en la bodega. Pero prefirió no arriesgar la vida que llevaba con una aventura rápida que no haría sino empañar el recuerdo que tenía de ella. Sólo pudo dedicarle la novela cuando la mujer se la tendió, y verla marchar con su aire de princesa sin cuento, cargando con su libro, en cuya primera página la aguardaba la pequeña venganza de una dedicatoria con el nombre equivocado".
(F.J. Palma, La Firma, artículo en el Diario de Cádiz del dos de junio de 2003).
Ya puedes decir que al menos a mi y a mis niños nos firmaste y dedicaste un ejemplar.
Que por cierto ya leimos enterito anoche con ese olor a cómic nuevo.
Queremos saber más... (y hasta aqui puedo escribir)
Ser autor es querer firmar pechos, sin duda.
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