martes, 5 de marzo de 2013
El blog fantasma
Si me muriera de pronto, sin avisar —como pasa a menudo con las muertes—, este blog se quedaría aquí, como un barco fantasma que recorrería eternamente la red. Sería un blog ya callado, lleno de historias muertas, sin ninguna catarsis. Quedaría inconcluso, no habría ninguna entrada final en la que me despidiera de mis lectores (los dos o tres) con una victoria redentora o la asunción por fin de la derrota. Quizá la última entrada hablara de alguna tontería (lo que es habitual aquí) y quedara una despedida propia de un gilipollas. O tal vez dijera algo como «hoy no me encuentro demasiado bien, pero tengo cosas importantes que decir; quizá mañana». Qué manera de mantener el suspense por siempre.
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3 comentarios:
hay tantos blogs que acaban así.. y no creo que sus autores hayan muerto.
El blog de Arthur Gordon Pym.
Lo que no podría evitar es que sus lectores nos pusiéramos a comentar en su última entrada, ad infinitum.
Eso lo he pensado muchas veces de muchos blogs que de repente dejan de actualizar para siempre. ¿Y si se ha muerto el que lo llevaba? Lo grotesco es que por pura estadística seguro que es así en muchos casos.
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