viernes, 1 de febrero de 2013

Setenta años después de Stalingrado

Dimitri, un antiguo héroe de guerra soviético, se mete trabajosamente en la trinchera que por fin ha terminado de cavar frente a su cabaña en la montaña. Que venga ahora, piensa. Lo tiene todo preparado: su antiguo equipamiento militar y alimentos para aguantar durante años. Que venga ahora la muerte, que no piensa rendirse. Pues resistió ante los nazis y se promete que resistirá también ahora.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Nada que hacer. La Muerte es como la maquinaria del Partido. Ríase de los nazis, que eran unos meros aficionados.