Tambaleándose por el alcohol, entra en el enésimo bar y con voz de lija pide una copa. La camarera se la da con gesto de disgusto y él le pregunta: ¿sabes quién soy? Sí, un borracho, responde ella. Vale, sí, pero no uno cualquiera, contesta él con una sonrisa desdentada.
2 comentarios:
Las personas que preguntan otras "¿Quién soy?", sabiendo la respuesta, no son nunca "cualquiera"
Hay que decir "cú-cu" antes. Es lo ortodoxo.
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