viernes, 31 de agosto de 2012

El director de cine

—Quiero que usted me mate.
—De acuerdo. No es usted el primer cliente que me contrata para ser asesinado.
—Bueno, pero es que no acaba ahí la cosa.
—Usted dirá.
—¿Conoce a Sophie Calle?
—Creo que no tengo el gusto.
—Es una artista. Una vez, le encargó a su madre que contratara a un detective privado con la misión de seguirla y fotografiar su actividad diaria mientras ella llevaba un diario y luego comparar ambos trabajos. Una idea artística de lo más interesante, como imaginará.
—Apasionante. Pero vayamos al grano: ¿cómo quiere que le mate?
—No, verá, no me ha entendido. Yo soy director de cine, aunque es posible que no me haya reconocido. Soy, podríamos decir, un autor de culto. Tengo mi pequeña legión de aficionados y he ganado varios premios en los festivales más importantes del mundo. El caso es que mi idea es grabar todo el proceso de mi asesinato.
—¿Cómo dice?
—Hacer un documental. De mi muerte. Con usted de protagonista: el matón de los bajos fondos que asesina por dinero. ¿Cuáles son sus motivaciones, podremos empatizar con usted? Esas cosas.
—Perdone, pero para mi profesión sería de lo más inconveniente que me grabara.
—Puede estar tranquilo. ¿Conoce usted a Pasolini?
—¿También es artista?
—También lo era, sí. Director de cine. Fue asesinado en circunstancias poco claras: una mamada que salió mal, un crimen por motivos políticos... Hay discrepancias. Yo lo que quiero hacer es algo parecido: haremos de mi asesinato una obra de arte, pero en secreto, pues la película no aparecerá hasta dentro de cincuenta años. Entretanto, me habré convertido en leyenda y usted seguramente también haya muerto, por lo que no correrá ningún peligro. Imagínese la cara de los críticos del futuro, los titulares: el famoso director nos desvela las causas de su propia muerte en una obra maestra irrepetible (por motivos obvios). Desde la tumba, vuelve a deleitarnos con su talento cinematográfico. Una vez más —la última—, nos deja a todos anonadados con su compromiso con el séptimo arte.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Uh, no se fíe, Señor Asesino. Que Inernet es muy indiscreta y pueden colgar la película antes del estreno. Cincuenta años antes ,por ejemplo.