Tío, me encanta porque es tan delgadita, es como si se fuera a romper. Me gusta por la fragilidad, sí. Porque yo quisiera protegerla, ¿sabes? Protegerla del viento, qué sé yo. Ser su ancla, ser lo que la ata al mundo. No sea que vaya a volar muy lejos y nunca se detenga, aunque esté en su naturaleza. No sé si me entiendes.
8 comentarios:
te invito a visitar mi blog y poder leer una entrada que tengo sobre trastornos alimenticios.
No hace falta que diga nada más.
Para gustos colores, pero bueno...
El autor no se hace responsable de las opiniones de sus personajes.
Noia de vidre. Per a dir parides com a pianos ja te el seu blog, deixi de embrutar aquest, sisplau.
Pero si no la deja volar, quizá se aburra en tierra y acabe marchándose igualmente.
Un texto precioso. Saludos.
Ay la delgadez...!
Muy bonito.
Un saludo!
Siempre os gustarán las chicas que parezcan frágiles y/o indefensas, ¿va ligado a la testosterona?
Puede ser. Pero mi testosterona es más de redondeces tipo Monica Belucci, qué le vamos a hacer.
Pero no es ninguna tontería. Dicen los etólogos y frikis similares que la voz aguda de la mujer está genéticamente diseñada para despertar el intinto de protección del hombre. Debe ser el motivo por el que a Bonny Tyler no la quiere proteger nadie, supongo...
Cuánta sensibilidad femenina. Chicas, que es un relato. No hagáis la parte por el todo.
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