Julián llega a casa y le pregunta a su mujer qué hay para cenar, a lo que ésta contesta que no está autorizada a darle esa información. Él no da crédito a lo que acaba de oír y le pide que se explique, pero ella contesta que no puede ser, que tendrá que presentar una solicitud formal a sus superiores. Después se encierra en la cocina, dejando fuera a su marido lleno de dudas y de hambre.
1 comentario:
... y corta el piquito del tetrabrick de crema de puerros, que el maldito no tiene abrefácil.
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