«La primera vez que te vi, pensé que tenías cara de haber sufrido mucho», me dice. «Claro, es que soy un hombre de mundo», bromeo yo. Ella no me hace caso y continúa: «tenías ojeras y arrugas de dolor aquí». «Sí», contesto, «eran mis pinturas de guerra, pero ya me las he quitado».
2 comentarios:
Hombre. Con lo que viste haber sufrido mucho.
Haber aprovechado la coyuntura...
¿Tregua o rendición?
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