Apaga la luz, quítame la ropa. Enséñame a amar. Todo nos ha conducido aquí, la extraña probabilidad de encontrarnos tú y yo y no otros. Tú y yo entre seis mil millones de personas. No un designio divino, no el destino, sólo el azar. Tú y yo. Aquí y ahora. Qué más milagroso que eso.
5 comentarios:
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A veces la casualidad hace milagros
de estrellas fugaces y lunares...
Pues sí, dame lo que esta noche me puedas dar, porque mientras estemos juntos con ese me valdrá, antes ni lo imaginaba, porque mañana posiblemente cuando no estés eso será lo único que echaré de menos y será el momento de saber que quizás sea más de lo que yo pueda esperar...
Es duro, pero tan cierto como que nos conocemos, nos amamos, para luegos perdernos, echarnos de menos y volvernos a buscar quizás en otros cuerpos en otros ojos, la eterna búsqueda...
Enséñame a amar y desdibújame un rato. Estoy cansado de la casualidad, de las oportunidades definitivas.
Un poco de relax no nos vendría mal a todos. Cada uno lo pasa mal a su manera (:
Y yo me siento viejo.
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