viernes, 17 de junio de 2011

Conformarse

Un amigo me hablaba del miedo a conformarse. Temía que llegara el día en que se diera cuenta de que había renunciado a muchas cosas y se había conformado. Ese terrible momento. Claro que uno tampoco puede pasarse la vida persiguiendo una quimera. Hay que lograr el equilibrio, ese precario equilibrio entre los sueños y la realidad. Negociar con la vida, ceder en algunos puntos, llegar a un acuerdo. Pero yo no sé, me puede el orgullo. Yo a la vida le presento un ultimátum y luego me marcho con mis condiciones, todas inaceptables.

6 comentarios:

Microalgo dijo...

No se crea. Su amigo también carga con un peso.

Que negociar no es gratis.

Y su amigo lo sabe.

Y seguro que su amigo lo admira, pero a pesar de eso, por pura protección metal propia, tal vez le suelte un "luego no te quejes", con su pequeño punto de tristeza, que se puede confundir, fácilmente, con el rencor.

Microalgo dijo...

¿Metal?

Mental. Coño.

MalditosTacones dijo...

Cuesta llamar a la vida de "tu".


Salud.

Leningrado dijo...

-No conformarse
-morir con una sonrisa en la boca y sensación de haber aprovechada hasta el último segundo

vittt dijo...

no todo se arregla con formarse.

Ro dijo...

El gran problema de negociar con la vida es que, como en toda transacción, siempre hay alguien que sale perdiendo o quien saca más provecho. ¡Qué no sea la vida! Mientras se pueda, aunque sea en pequeñas dosis de lucha arrebatada en un día inquieto, digamosle NO al conformismo.